El conflicto de la línea Este todavía condiciona el transporte en la Región

El conflicto de la línea Este todavía condiciona el transporte en la Región

Tras doce horas sin colectivos, el servicio se normalizó pero sigue la protesta.

El grave episodio del martes a la noche, en el que hubo micros dañados, pasajeros que fueron bajados por la fuerza de las unidades, y choferes en peligro, aún sigue latente y genera una enorme incógnita sobre el futuro del transporte público en la Región. Ayer numerosos vecinos se comunicaron con esta redacción para verificar si había un nuevo paro en un servicio que es considerado esencial. Incluso, el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) La Plata, Oscar Pedrosa, dijo que “no depende de nosotros si hay o no un nuevo paro. De no ocurrir otro grave episodio como el del martes a la noche, no habrá medidas de fuerza”.

Tras la medida de dejar sin transporte a la Región adoptada “sin previo aviso” por el gremio UTA en conjunto con las empresas para evitar nuevos ataques a choferes y pasajeros, el servicio se retomó pasadas las 7 de la mañana de ayer.

Durante la jornada hubo una catarata de declaraciones de funcionarios, gremialistas, choferes y empresarios del sector del transporte. El intendente Julio Garro habló de una “ interna feroz” y el titular de la UTA de una escalada de “inusitada violencia” -ver página 13-.

En ese contexto, y tras los serios sucesos que tuvieron lugar en la noche del martes, la normalización total del servicio de la línea Este se hace desear. El parador aún continúa en 44 entre 1 y 116 porque no está garantizado el funcionamiento de la terminal de ruta 11 y kilómetro 8, ya que desde la empresa temen ataques de los choferes que fueron despedidos y los sectores que lo acompañan a los choferes que retomaron el trabajo.

“Son cuatro los choferes despedidos, pero cuentan con apoyo de diferentes organizaciones que potencian cierta situación”, dijo a EL DIA Osmar Corbelli, titular de la empresa Unión Platense, que tiene el control de Expreso La Plata, que explota el servicio de la línea Este.

El martes a la noche, decenas de micros de diferentes líneas fueron atacados, con actos de sabotaje. Frenaban a las unidades y les desinflaban las cubiertas. Los choferes y pasajeros tuvieron que bajar de los micros y la Región se quedó sin transporte durante más de 10 horas, entre el martes a la noche y las primeras horas de ayer.

Los choferes de la línea Este, que están en conflicto con la empresa Expreso, salieron a desvincularse del violento episodio y expresaron que continuarán con las medidas de fuerza porque “queremos llegar a nuestra casa al cuarto día hábil del mes con un sueldo”.

“Siempre nos quieren echar la culpa de algo que nunca hacemos. Desde el primer día dicen que rompemos los micros, que los prendemos fuego, pero nunca tienen prueba de nada. Yo quiero que haya una prueba que diga ‘mirá ahí estas vos rompiendo algo. Y no hay”, añadió uno de los choferes que está en conflicto.

“Nosotros veníamos encabezando la marcha, veníamos adelante, todos con familias, con nuestras mujeres e hijos”, explicó respecto de la movilización que realizaron el martes por la tarde en distintos puntos del centro de la Ciudad.

COMO SIGUE LA SITUACION

Los servicios de la Línea Este se recomponen poco a poco. Ayer ya no se vio la custodia policial en el parador improvisado de 44 entre 1 y 116, y hubo más unidades en las calles, cubriendo casi la totalidad de las frecuencias.

En tanto, el resto de las líneas, tras el paro del martes a la noche, regresó lentamente a la normalidad en el transcurso del miércoles.

Los choferes en conflicto tratan de sostener la protesta, pero la mayoría de los conductores regresó a la empresa. Si bien denuncian que hubo 30 despedidos, desde la compañía sólo hablan de 4 cesantías y en términos irrevocables. “Tienen la indemnización a su disposición”, dijo Corbelli, en diálogo con este diario.

La línea 520 hace varios días normalizó el servicio con sus 35 unidades y 90 choferes; mientras que la empresa Este, afirman, va rumbo hacia la normalización total del servicio, con 81 micros y 205 conductores.

El grupo de choferes en conflicto insiste en que ahora hay conductores con jornadas de 16 horas de trabajo, información que fue desmentida por la empresa.

El conflicto tiene un fuerte componente gremial. La UTA -sindicato que nuclea a los transportistas- no acompaña esta protesta; los choferes que encabezan el reclamo, por su lado, denuncian que hubo despidos por presentarse como candidatos a delegados sindicales y reclamar mejoras laborales.

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