En el Hospital Molas el acatamiento fue total, según dijo el gremio, que admitió que en otros hospitales de la provincia la situación es dispar. Ortellado consideró que la asamblea “fue un mensaje a la actitud lamentable del gobierno, que quiso atemorizar a los compañeros con un gran apriete para neutralizar la medida de fuerza y que el SITRASAP no pudiera imponer esta primera medida como sindicato organizado. Como somos un sindicato muy combativo, querían cortarnos la cabeza de entrada”.

Ortellado admitió que “en algunos compañeros hizo mella” esa ofensiva.

Horacio Meguira, abogado de la CTA que lidera Pablo Micheli, se puso en contacto con el SITRASAP y les dejó en claro a sus dirigentes que la medida de fuerza era absolutamente legal.

La Intersindical manifestó en un documento su “respaldo y solidaridad” con el SITRASAP, luego de que el gobierno agitara la posibilidad de declarar ilegal la medida de fuerza. Ese documento repudió “enérgicamente” la idea del gobierno de Oscar Mario Jorge de “intentar ponerles límites de manera autoritaria a un derecho protegido por la Constitución Nacional y tratados internacionales que garantizan el libre ejercicio del mismo”.

“El gobierno que debiera apelar al diálogo con los trabajadores, profundiza la confrontación utilizando métodos antidemocrácticos para ahogar el justo reclamo de los trabajadores”, dijo la Intersindical.

“El gobernador ha elegido el camino de la intolerancia para la restauración neoliberal y utiliza recetas económicas ortodoxas”, insistió la agrupación, que interpreta que se trata de medidas típicas de los ‘90, para imponer un “ajuste”. “Está utilizando métodos propios de un déspota”, redondeó la Intersindical, que lamentó que “ni se nos respeta ni se nos escucha”.