RP.- ¿Cómo vivió la votación del proyecto contra los tarifazos?

Fue un triunfo del pueblo para llevar tranquilidad no sólo a las familias, sino también a las pequeñas y medianas empresas. Se busca que las tarifas vuelvan al valor de noviembre del año pasado, además de que se actualicen de acuerdo a los ingresos de las personas.

RP.- ¿Cómo sigue el tema luego de media sanción?

Según tengo entendido, tendría un tratamiento rápido y, entre dos o tres semanas, se convertiría en ley. Sin embargo, hay que mencionar que el presidente Mauricio Macri, junto a su jefe de gabinete Marcos Peña, amenazó vetarla, por eso creo que si la veta, la población lo va a vetar a él. Su impopularidad es asombrosa, porque ganó las elecciones del 2017 pero luego de la reforma previsional, los tarifazos, la devaluación y el proyecto de la reforma laboral, su imagen se desplomó.

RP.- Convocaron nuevamente al FMI pero dicen que ahora “es más flexible”…

Estamos frente a un gobierno negacionista, por eso uno apuesta a que el año que viene el pueblo vote una opción nacional, popular, con más sensibilidad y respeto por los derechos humanos.

Quedó claro que manejar una empresa es una cosa y otra muy distinta es estar en el ejecutivo de un gobierno. Hay un menosprecio, desde su visión, a ciertos derechos. Además, es una vergüenza mundial que un ministro tenga sus ahorros en el exterior y lo justifique diciendo que el país, que el mismo gobierna, no es confiable. Mientras tanto, las familias argentinas se endeudan para comer todos los días.

RP.- Con este gobierno pasamos del 23 por ciento de monotributitas, a más del 50 por ciento…

Exactamente, las últimas mediciones lejos están de mostrar mejoras en el empleo formal. El trabajo precario está galopando, por eso los monotributistas y los empleados públicos son la única generación de laburo, es decir, nada de calidad, por eso hay tanta reacción en contra. Tenía muy buena imagen, pero ahora quedó desnudo.

RP.- ¿Cómo analiza el rol de la CGT?

Nunca vi tanta fragmentación como ahora, son nueve o diez grupos, por eso debe haber unidad en la acción como hubo contra los tarifazos o la reforma previsional. La última resolución de la CGT, rechazando la intromisión del Fondo, me pareció buena. Espero que eso suceda.