Córdoba: sin acuerdo, la suba a maestros podría ir por decreto

Córdoba: sin acuerdo, la suba a maestros podría ir por decreto

Al iniciarse la segunda semana de febrero, en el Centro Cívico aún no hay fecha para convocar a la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) para discutir salarios.

 

Por lo pronto, la postura del gobierno de Juan Schiaretti es coincidente con la que ayer expresó su colega bonaerense, María Eugenia Vidal: ambos distritos ratificaron que la frontera es un aumento del 18 por ciento, en línea con la inflación esperada por Nación.

“Hoy no hay nada”, dijo un vocero del Gobierno al ser consultado sobre cuándo se llamará a negociación paritaria del sector público. La secretaria General de la Gobernación, Silvina Rivero, pilotea la negociación con todos los estatales, pero en el caso de los maestros también participa el ministro de Educación, Walter Grahovac.

 

El funcionario viajará hoy a Mendoza a un encuentro del Consejo Federal de Educación y recién regresará el viernes. Se descuenta que al menos hasta ese día no habrá reunión con la UEPC que conduce Juan Monserrat.

 

La discusión con los docentes viene complicada ya que hay una distancia grande entre el porcentaje de mejora salarial que maneja la Provincia –en línea con la inflación prevista en el Presupuesto nacional– y las condiciones de negociación previa y pretensiones salariales que plantea la UEPC.

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Monserrat exige que el Gobierno salde “una pérdida del poder adquisitivo del salario”, que calcula en “entre ocho y 10 puntos” por no haber reabierto la paritaria el año pasado. El gremialista no computa como parte de la mejora de 2016 el 8,7 por ciento aportado por el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que elevó la suba salarial del 25 al 33,7 por ciento promedio.

Pero demanda, además, que se pague un blanqueo del material didáctico y de mejora salarial de 10 puntos para los docentes con más de 27 años de antigüedad, como lo estableció un decreto que firmó José Manuel de la Sota antes de dejar la gobernación. Esas bonificaciones, que se incorporarán al básico, debían abonarse en noviembre, pero su pago fue diferido para este mes.

Rivero ya adelantó que esos extras son aumentos salariales tanto por el costo para la Provincia como para el bolsillo de los empleados, y los considera como parte de la paritaria de este año.

En el caso del Sindicato de Empleados Públicos (SEP) se reclama el pago del reescalafonamiento de categorías, que también fue diferido y tiene un costo anual para los contribuyentes de 600 millones de pesos.

Desde el Centro Cívico insisten en que el incremento para los estatales no se apartará de la pauta salarial del 18 por ciento fijada en el Presupuesto provincial, que está en línea con una inflación del 17 por ciento prevista en el Presupuesto nacional.

El 4 de enero, Grahovac dijo a La Voz que la suba salarial “no irá mucho más allá del 18 por ciento”. Y el ministro de Finanzas provincial, Osvaldo Giordano, ratificó ese concepto el domingo.

Una alta fuente del Panal consideró que si la UEPC insiste con reclamar una recomposición “para atrás” previa a la paritaria “no habrá acuerdo”. Y no descartó que la Provincia pueda otorgar la mejora por decreto.

El jueves pasado, 16 gobernadores y vicegobernadores, entre ellos Juan Schiaretti, acordaron que la paritaria docente sería en función de la inflación prevista en el Presupuesto nacional, aunque evitaron precisar un porcentaje.

En tanto, del lado del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), su titular, José Pihen, realiza reposo por una fractura de tobillo, por lo cual se descarta por lo menos por su participación directa en la negociación salarial por al menos una semana.

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