El acuerdo alcanzado ayer entre el Gobierno nacional y los gobernadores, si sobrevive al pasar por el Congreso, tendrá efectos graduales sobre los impuestos provinciales. Por empezar, habrá una baja del impuesto a los Ingresos Brutos, aunque más parsimoniosa que la que pretendía el Gobierno en el primer borrador que mostró a los gobernadores. En el anexo difundido ayer, en 2018 las alícuotas bajan menos de lo que se pensaba. En algunos casos, provincias como Córdoba casi no tendrán que modificarlas el año entrante.

Sin embargo, el ministro de Finanzas de la Provincia, Osvaldo Giordano, dice que eso es porque en el caso de Córdoba las primeras bajas de ese tributo ya se anticiparon (como es la sobrealícuota a firmas de extraña jurisdicción).

Y remarca otros aspectos, como el Impuesto a los Sellos. “Hay algunas cosas que van a pegar más fuerte en Córdoba, por ejemplo, en la alícuota de sellos que hoy pagan las tarjetas de crédito”.

 

Entre el borrador original y lo que se firmó ayer también desapareció la creación de un organismo federal que iba a encargarse de valuar los inmuebles urbanos y rurales para evitar las diferencias artificiales entre provincias. Ahora sólo se establecerá una metodología común para que apliquen provincias y, se espera, municipios. Y por ahí va a venir a futuro un aumento de la presión tributaria inmobiliaria, a menos que la Provincia baje las alícuotas.

 

Giordano remarca que en otras provincias el impacto será mayor porque en algunas de ellas el valor fiscal de los inmuebles está tan atrasado que no recaudan casi nada. Pero Giordano admite que en Córdoba “tenemos las valuaciones muy bajas”.

RELACIONADASCon la firma de los gobernadores peronistas

 

En general, las más bajas tienden a ser las de los campos. En algunos casos son del 20 por ciento del valor del mercado. Y la idea de la Nación es que en todo el país las valuaciones fiscales se acerquen a la realidad, hasta llegar a más o menos un 80 por ciento. Esto implicaría, para esos inmuebles, multiplicar por cuatro su valor. Si no se baja la alícuota, entonces el monto por pagar también se cuadruplicaría. Con los inmuebles urbanos pasa algo parecido, pero en menor medida. Y en ese caso, están más atrasados, en general, los inmuebles urbanos del interior que los de la capital provincial.

Es decir que con la adecuación (para la que no hay plazos) aumentará más la presión en este orden descendente: inmuebles rurales, inmuebles urbanos del interior e inmuebles urbanos de Capital.