"Fue Cornejo quien se olvidó de la alianza con el massismo"

El legislador y sindicalista cuestiona desde hace tiempo algunas decisiones del oficialismo, poniendo en jaque la operatividad política del frente Cambia Mendoza.

En la semana, el Gobierno local logró imponer el decreto con cambios sobre el convenio colectivo de trabajo del Casino, pero no le fue sencillo. Tuvo que presionar a los intendentes justicialistas identificados con el sector azul del peronismo para que los diputados que les responden bajaran al recinto de la Cámara y permitieran el tratamiento del tema en la sesión ordinaria del miércoles pasado.

Es que su aliado político del Frente Renovador, Guillermo Pereyra, se negó a dar el quórum . Por supuesto, desde el Gobierno habían llamado también al intendente de San Carlos, Jorge Difonso (PD), para conseguir, al menos sentar al legislador en su banca. Sucedió que el jefe comunal respaldó la postura de Pereyra.

Sin embargo, el legislador massista a último momento decidió participar, expresar su opinión y volver a salir para no votar. En los cortos minutos que pidió la palabra, no dudó en calificar el decreto enviado por el Ejecutivo de "ilegal".

En esta entrevista explica su postura y critica el accionar del gobernador Alfredo Cornejo.

–¿Cuál es la diferencia entre no dar quórum y concurrir a la sesión para votar en contra?

–Cuando uno tiene que expresar la opinión, en el caso del ítem aula, fui y me abstuve en la votación porque se trataba de un decreto del Poder Ejecutivo como empleador, que está en su derecho de fijar sus condiciones salariales y de trabajo en este caso, de los docentes. Pero no acompañé la votación del ítem aula porque no creo que el salario deba atarse al presentismo. En cambio, en el tema del Casino, dar quórum significa habilitar la discusión para debatir la modificación de un convenio colectivo de trabajo, y yo no puedo habilitar una discusión para eso. Porque eso puede sentar jurisprudencia de que la Legislatura puede modificar cualquier cosa. Y no sólo le va a servir a este gobierno, sino a cualquier gobierno futuro. La Legislatura está para ratificar o rechazar un decreto, no para modificarlo.

–¿Por qué cree que el Gobierno actuó así?

–Si no lo querían homologar, lo podrían haber enviado a la Legislatura y darle la orden a sus legisladores de no ratificarlo. Yo creo que el gobernador está mal asesorado, porque había otras opciones, lo podrían haber denunciado administrativamente, pero Cornejo pensó que este era el camino más corto. No me puede decir eso del supermercado, de que yo no podría exigir a quién incorporar. Claro que no, porque no está en el convenio. Pero en el tema Casino hay dos partes que convinieron algo y no puede intervenir un tercero, porque el Casino es un ente autárquico, tiene presupuesto propio.

–¿En este contexto, en qué se sustenta hoy la alianza del massismo con el radicalismo?

–Es una característica del Frente Renovador de apoyar todo lo que está bien, criticar lo que está mal y decimos lo que pensamos. Es bueno que haya disenso, a mí no me han amordazado ni nada, y vamos a seguir apoyando. Cuando fue el tema del endeudamiento fueron los del Frente para la Victoria los que hicieron miles de cuestionamientos, olvidándose de que fueron ellos los que dejaron a la Provincia desfinanciada. Hemos acompañado en las leyes que fueron necesarias y tuvimos diferencias en la IGS porque dejaron de lado a los partidos minoritarios.

–¿Ahora, las alianzas no deberían servirles políticamente a las dos partes?

–Mire, a mí el gobernador no me ha llamado nunca para discutir nada. Por eso digo que no somos parte de la gestión.

–¿Cornejo se olvidó de la alianza?

–Esa es la definición justa, exactamente (se ríe). Él se olvidó de la alianza con el massismo. Y fíjese, en noviembre, antes de asumir, hizo una reunión con todas las organizaciones sindicales de la provincia y a mí no me invitó, no sólo como legislador sindical o de la alianza que se había conformado con él, sino que ni si siquiera como secretario general del Centro Empleados de Comercio.

–¿Hoy volvería a ir por el mismo camino para enfrentar un proceso electoral?

–Sí, en Rivadavia vamos a seguir en el frente Cambia Mendoza y en Santa Rosa vamos a acompañar lo que decida ese espacio, porque entendemos que esa pelea no es del Frente Renovador, es otra cosa lo que se dirimirá entre Cambia Mendoza y el Frente para la Victoria.

–¿O sea que para usted para algunas cosas, la alianza es válida y en otras hay que revisarla?

–Claro, seguro que es así, hay que revisar el acuerdo. No es un sí o un no. Mire a la vicegobernadora, reconoció la tarea eleccionaria que hicimos en el primer distrito con la cantidad de votos de nuestra fuerza, y eso no fue reconocido luego en la gestión. Por eso muy buena la definición suya de que el gobernador se olvidó de la alianza. Así y todo, el Frente Renovador lo siguió acompañando. En este caso laboral, le tengo que marcar las diferencias, no puedo levantar la mano porque a él se le ocurrió modificar un decreto y mandarlo a ratificación legislativa.

–El oficialismo ha argumentado que el sindicalismo estatal había avanzado sobre el Gobierno, ¿es así?

–Eso lo comparto, pero ha sido fruto de una década prebendaria, y pasó no solo acá sino en la Nación y por eso la falta de trabajo, porque acá se creó empleo público, y empleo precario con planes sociales. Y tiene que ver con este pseudonacionalismo que, ahora que se fue, todo el mundo se da cuenta de que no hay trabajo.

–¿Por qué la CGT se unificó ahora?

–Se da ahora porque muchos compraron, entre ellos yo, pero luego me fui, el relato de que el kirchnerismo es el peronismo y la CGT siempre fue peronista, pero los kirchneristas nos hicieron creer que ellos eran el peronismo y se olvidaron del peronismo del '45, del '55, de la resistencia, olvidándose de lo que fueron Augusto Vandor, Saúl Ubaldini, los desaparecidos, ya que la mitad de ellos fueron trabajadores.

Su carrera

Hace 16 años que conduce el Centro Empleados de Comercio. Logró su primer cargo partidario como diputado nacional en 2007, cuando ganó las elecciones Celso Jaque con el FPV.

Fue uno de los que defendió la resolución 125, que generaría el famoso "no positivo" del entonces vicepresidente Julio Cobos.

En 2010, fue vicepresidente del Partido Justicialista.

En 2011 se fue enojado del PJ local cuando se definían las candidaturas para gobernador.

Pero antes de irse del kirchnerismo, se acercó a Nuevo Encuentro, con Martín Sabatella.

Recién en 2014 rompió con el FPV y se sumó al Frente Renovador de Sergio Massa.

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