Coronavirus: la Argentina es uno de los países que menos testeos hacen en la región

Coronavirus: la Argentina es uno de los países que menos testeos hacen en la región

Se analizan 1230 pacientes por cada millón de habitantes, muy por debajo de Perú o Chile, que sufren más pérdidas

 

La Argentina hace pocos tests para detectar coronavirus , una decisión sanitaria que despertó polémica tanto en la política como en la comunidad científica , pero que, hasta ahora, está avalada por la baja mortalidad y la baja circulación del virus registrada a lo largo de la crisis. Por fuera de Bolivia, la Argentina es el país que menos pruebas diagnósticas hizo en América del Sur, según datos oficiales. Los tests PCR , los más confiables, son un recurso escaso y costoso que el Gobierno, hasta el momento, decidió racionar cuando todavía no se alcanzó el pico de contagios .

Desde que comenzó la crisis sanitaria, la Argentina hizo, en promedio, 1230 tests por cada millón de habitantes, según relevó LN Data entre datos oficiales. El número la deja en el fondo del ranking de la región y mucho más lejos aún de las estadísticas que manejan países que parecen haber adoptado una política ejemplar para superar los contagios masivos, como Panamá, Australia y Nueva Zelanda. Mucho más terrenales, Perú y Chile, por ejemplo, hicieron más de 9000 tests por cada millón de habitantes.

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Lejos de las certezas y de las recetas infalibles, la política de testeos forma parte de la agenda de discusión del comité de expertos que, justamente por diferencias en este tema, pidió hace dos semanas flexibilizar los requisitos básicos para realizar tests a casos sospechosos. Esa modificación hizo crecer el número de pruebas en las últimas dos semanas, pero, aun así, deja a la Argentina por debajo de los niveles de Uruguay, Ecuador, Colombia y Paraguay. Desde el Ministerio de Salud aseguraron que los tests, un recurso codiciado en medio de la pandemia, se usarán, sobre todo, cuando aumenten los contagios después de que se levante la cuarentena.

 

 

La polémica se hizo pública cuando Alberto Fernández trazó una comparación con Chile en una conferencia de prensa. "Yo sé que Chile tiene un ritmo mayor de testeos, pero nosotros hacemos lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que es correcto hacer", afirmó. Pero, desde el comienzo de la pandemia, la OMS sugiere hacer la mayor cantidad de testeos posible. "No se puede combatir un incendio con los ojos vendados, no podemos detener esta pandemia si no sabemos quién está infectado", explicó Tedros Adhanom, director del organismo internacional. En esa línea, la oposición reclamó el mes pasado que el Gobierno entregue más información sobre los testeos.

Al prestigioso infectólogo Pedro Cahn, director de la Fundación Huésped, le alcanza con mirar otras estadísticas para defender el éxito de la política argentina. "Seguimos normas internacionales que tienen que ver con el cuidado de los recursos. Los tests no son un regalo y, además, son difíciles de conseguir. Hay que usarlos con criterio y racionalidad. Se podría cuestionar el testeo si tuviéramos muchos muertos o si las camas de terapia intensiva estuvieran completas, pero mirá nuestros números", desafía este referente, que asesora al Gobierno.

La cantidad de muertos por cada millón de habitantes -los números que muestra Cahn a LA NACION - deja mejor parada a la Argentina: Perú, el país que más testea en la región, cuenta 34 muertos por cada millón de habitantes, mientras que la Argentina tiene uno de los registros más bajos de América del Sur, con cinco muertes por millón. Lo mismo ocurre frente a Chile. "¿Quiénes están manejando mejor la pandemia?", cuestiona Khan. Y agrega otro dato: solo hay 150 camas de terapia intensiva ocupadas con neumonías graves por Covid-19 en todo el país.

La Argentina hizo casi 55.000 tests de coronavirus desde el comienzo de la pandemia hasta el 30 de abril, según datos oficiales. El Ministerio de Salud informó a LA NACION que el número de PCR en su haber a comienzos de mayo es de 700.000 unidades. Es decir, hasta ahora el Estado usó menos del 10% del total de sus recursos. "Cuando se flexibilice la cuarentena van a aumentar los contagios y habrá más gente con síntomas que será testeada", explican desde el ministerio.

¿Cuánto cuesta cada PCR? El Gobierno pagó entre $2000 y $2500 por cada test, según datos de Salud. El Instituto Malbrán hizo una primera compra de 30.000, de origen alemán (Altona), y después agregó 500.000 en una segunda compra, que se hizo a importadores locales de reactivos que se fabrican en Estados Unidos. Por último, la Cámara Argentina de Empresas Mineras donó 200.000 unidades de origen chino, que llegaron en los vuelos de Aerolíneas Argentinas.

¿A quiénes se testea en la Argentina? A cualquier persona que registre los síntomas mínimos que estableció el Estado. Justamente, esos parámetros fueron modificados por el Gobierno a mediados de abril, después de algunas discrepancias dentro del comité de expertos médicos, según pudo reconstruir LA NACION . Al flexibilizar esos nuevos criterios, el Estado elevó la cantidad de pruebas diarias: hasta esa modificación se hacían, en promedio, 957 pruebas por día, pero desde el 17 de abril en adelante el número creció hasta 2350.

La principal modificación incluida por el Ministerio de Salud en la definición de caso tiene que ver con la temperatura. Antes, el requisito para hacer los tests era que los pacientes hubieran tenido 38°C. Se bajó a 37,5°C y se agregó otro síntoma: la pérdida de olfato y gusto. "Mejoramos mucho cuando cambiamos la definición de caso. En su momento, se sugirió desde el comité ampliar los criterios para testear más, y eso es muy bueno", relató el reconocido infectólogo Eduardo López.

"Testear más tiene la ventaja de que se pueden detectar casos leves, que comienzan con un solo síntoma y, así, evitar que el virus se transmita a la comunidad. No lo digo yo, lo recomienda la OMS cuando dice 'testear, testear y testear'", explicó López, que también forma parte del grupo asesores del Presidente. Y cerró: "Esto es muy dinámico, la puerta para cambiar está abierta".

Por: Iván Ruiz y Delfina Arambillet

 

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