El costado desconocido del sindicalista que paraliza los subtes: es pastelero

El costado desconocido del sindicalista que paraliza los subtes: es pastelero

El delegado gremial de la Línea C Néstor Segovia le hace tortas a sus hijos. Fue pastelero durante 9 años, hoy es su hobby y se esmera para los cumpleaños de sus chicos más chiquitos.

 

 

Bajo tierra, es firme, contundente, y puede hacer que la fisonomía de la Ciudad pase a ser un caos en cuestión de minutos. Aunque sus métodos suelen ser cuestionados, defiende los derechos de los trabajadores, y por eso es uno de los metrodelegados que impone más respeto. Pero en casa prepara la crema batida, se calza la manga, consigue los merengues y hace el bizcochuelo (nunca comprado): Néstor Segovia tiene un hobby desconocido, y es el de hacerle tortas a sus chicos. “Tengo 10 hijos y a todos siempre les hice tortas”, contó, al ser consultado por una serie de sorpresivas fotos que circularon por redes sociales.

Yo soy maestro panadero, por eso sé hacer tortas, bizcochuelos y otras cosas. Laburé durante 9 años en Once, ahí aprendí bastante. No soy profesional, pero me defiendo para los chicos, contó a Clarín Segovia. En esta oportunidad, le hizo a su chiquita de 3 una torta con el dibujo de una princesa:

Segovia trabajó en Constitución, en el bar “Gallo negro”, donde trabajaba también como minutero. Comenzó a los 17 años, y a los 24 se convirtió en trabajador del subte, donde años después sería en delegado gremial (uno de los más representativos del gremio).

Pero el metrodelegado siguió haciendo panadería y pastelería.Primero, como changa: “Me dediqué un tiempo más a hacer en casa, porque a los vecinos les gustaba cómo hacía las facturas. Hacía facturas grandes, hermosas, y las vendía entre los vecinos a buenos precios, para sumar unos mangos más”, relató. “Después dejé casi del todo. Pero como tengo tres hijos chiquitos, uno de 10, otra de 6 y otra de 3. Al varón le voy a hacer ahora una tortita de River”, agregó.

-- ¿Quién cocina en su casa?

-- Cocino yo, pero tengo que decir que en casa las cosas son bastante distintas a como son bajo tierra. Mi señora me caga a pedos para que lave los platos, porque me encanta cocinar pero odio lavar.

-- ¿Cuál es su especialidad?

-- Las preparaciones con pescados. Son las que mejor me salen. Pero hace poco unos amigos me decían que tengo que subir al blog las recetas de las empanadas, porque parece que me salen buenísimas.

-- ¿Hoy es un hobby la pastelería?

-- Me distiende, porque es algo que hago para mis hijos, que son mi vida, les hago tortas todo el tiempo. Me vuelco a ellos, tener hijos chiquitos a los 50 años es una bendición. En total, tengo 10 hijos en total, y a los 10 les hice tortas. Son siete varones y tres nenas.

El sindicalista, que también militó con Luis D’Elía en MILES, tiene un perfil de hierro a la hora de negociar los derechos de los trabajadores. Hace poco, incluso, se cruzó al aire con el periodista Pablo Vilouta, a quien le pidió que se dejara “de decir pelotudeces”.

Segovia y los metrodelegados de otras líneas atravesaron una semana difícil, cuando el servicio que une Retiro y Plaza Constitución (Línea C) se vio paralizado por un “peligro de derrumbe” que advirtieron los metrodelegados, luego de un descarrilamiento el viernes pasado. Los reclamos, principalmente, apuntaron a que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires garantice las condiciones para la seguridad de los trabajadores y los pasajeros.

Como si fuera poco, el domingo pasado hubo un tiroteo en la Línea A (estación Carabobo), cuando un grupo de delincuentes asaltó a pasajeros. Un policía de civil viajaba en esa formación cuando se desataron los tiros con el asaltante.

El gremialista contó a Clarín que la pastelería lo saca de la cotidianeidad caótica en la que trabaja. Lejos de los conflictos, las peleas y el perfil de hombre duro que suele cultivar en público, Segovia dejó ver su costado más tierno. Y una fina mano para el rubro pastelero.

 

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