Cuatro de cada diez platenses no tienen cloacas en sus hogares

Cuatro de cada diez platenses no tienen cloacas en sus hogares

El 43% de los ciudadanos de la región no está conectado a la red cloacal, lo que ocasiona graves riesgos para su salud. Especialistas consultados por diario Hoy recomiendan la articulación de políticas de planificación adecuadas e inversiones sostenidas en el tiempo para cambiar la situación a futuro.

 

Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el planeta más de 2.500 millones de personas no tienen acceso a redes cloacales, lo que representa un 38% de la población mundial. A eso se le suma que más de mil millones de habitantes no tienen la posibilidad de consumir agua potable en sus hogares, lo que marca a las claras la crítica situación en la que vive buena parte del mundo. Del progreso social que tuvo a mediados del siglo XX, cuando supo estar entre las seis principales potencias mundiales, la Argentina ha retrocedido considerablemente en su contención social. 

La región no queda fuera de la situación del país. Con más de 850.000 habitantes, el Gran La Plata es el sexto conglomerado más poblado, teniendo en su interior una serie de necesidades básicas desde el punto de vista social. Un caso singular se da en lo que tiene que ver con los hogares sin conexión cloacal ni acceso al agua potable. Según datos oficiales, 370.000 platenses viven sin cloacas, es decir, el 43% de la sociedad; a lo que se le agrega que el 17% de los ciudadanos de la región no posee agua corriente en sus viviendas, lo que acarrea graves problemas para su salud.

Estas cifras confluyen también con otras que muestran que el 60% de los habitantes de La Plata y alrededores sufre importantes riesgos sanitarios por la falta de un servicio estable. Esto puede observarse en que el 30% de las familias que viven en esta área territorial posee pozos ciegos, mientras que otro 12% debe utilizar cámaras sépticas.

Todo esto se da con diferencias muy grandes entre el centro y las zonas aledañas en la ciudad. De acuerdo a los informes, el 99% de la población que habita en el Casco Urbano tiene conexión a cloacas y agua potable, mientras que solo el 4% de los residentes en asentamientos tiene enlace cloacal, cuando en estos barrios precarios sin ninguna clase de servicios se arraiga el 10% de los platenses.

Visión en el tiempo

Especialistas consultados por diario Hoy sostienen que la situación actual es consecuencia de la falta de políticas de planificación adecuadas, de inversiones sostenidas que contemplen no solo el mantenimiento de los servicios existentes, sino también la ampliación de estos en correspondencia con el crecimiento poblacional.

Claudio Miguel Velazco, ingeniero hidráulico y civil, dijo a este medio: “Hace un par de años realicé un análisis del servicio de aguas y cloacas, no solo pensando en la situación actual, sino también en lo que se nos viene en correspondencia con el crecimiento poblacional. Se estima que en la región hoy el déficit en el servicio de cloacas es del 40%. Este porcentaje pasará a ser cada vez mayor en la medida que no se lleven adelante obras de ampliación en correspondencia con el crecimiento poblacional”.

Según el experto, se debe “analizar una estimación cuantificada de inversiones requeribles para una población actual, pero también considerando un supuesto crecimiento poblacional en 2030 y 2040. Cuando uno piensa en obras, como para los tendidos de cloacas y agua potable, no debe pensar en la población actual, sino en la que se viene, haciendo una proyección de por lo menos treinta años”.

En ese sentido, dijo: “Tengamos presente que hoy habitan la región alrededor de 850.000 vecinos, pero para 2040 podríamos llegar a cerca del millón de habitantes. Para la población actual, una primera estimación de inversiones requeribles estaría en el orden de los 500 millones de dólares, y si pensáramos en 2030, el déficit cloacal podría llegar a afectar a alrededor de 440.000 habitantes, lo que implicaría inversiones que podrían rondar los 600 millones de dólares”.

“A esto debería sumarse algo fundamental a contemplar para el medio ambiente, como lo es un tratamiento eficaz de los efluentes cloacales antes de su vertido final en el Río de la Plata, y es por ello que es imperiosa la construcción de una Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales, acorde a las necesidades existentes y no como la que se encuentra en Berisso”, señaló Velazco.

Los expertos destacan que brindar una mejor calidad de vida a los habitantes es una obligación que deben tener presente los diferentes gobernantes, y como parte esencial de esa mejor calidad de vida que debieran garantizar, sin dudas se encuentra el poder ofrecer servicios eficientes tanto en el acceso a agua potable como en cloacas.

Con acceso restringido

Hoy, en el Gran La Plata, existen alrededor de 190.000 cuentas con acceso directo a la red cloacal, lo que permite un mejor nivel de vida que aquellos que deben tener en sus hogares pozos ciegos o cámaras sépticas para eliminar sus excreciones.

El mayor problema se da en las 164 villas y asentamientos precarios existentes en la región, donde según un informe elaborado por la Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda del gobierno bonaerense, casi el 95% de sus habitantes no tiene acceso a los servicios básicos como agua potable o 

cloacas, padeciendo graves problemas de salud y de manejo en la vida diaria, lo que pone palos en la rueda en su andamiaje cotidiano en la sociedad.

Números variables

99% de la población del Casco Urbano tiene conexión a cloacas y agua potable

60% de los platenses sufre riesgos sanitarios por la falta de un servicio estable

43% de los habitantes del Gran La Plata no tiene cloacas

30% de las familias segregan sus residuos en pozos ciegos

17% de los ciudadanos de la región no poseen agua corriente en sus viviendas

12% de los hogares expulsan sus excrementos en cámaras sépticas

Los efectos en la salud de chicos y adultos

El agua es vital para el desarrollo de la vida en la Tierra y es un derecho que pertenece a todos los seres vivos. Según diversos estudios, su uso se multiplicó seis veces en el último siglo, el doble de lo que aumentó la población, aunque solo una parte de los recursos hídricos globales se dedica al consumo humano y la higiene (el 10%). 

El número de hogares que no están conectados a cloacas o que no cuentan con agua potable en el Gran La Plata obliga a pensar en las consecuencias que esto tiene para la salud. Junto al desarrollo de una infraestructura de saneamiento urbano, una extensa red cloacal y la buena provisión de agua tienen un efecto muy importante en lo que concierne a la reducción de las tasas de morbimortalidad de la población en general y de grupos específicos en particular (lactantes, niños y ancianos).

Alto riesgo

En diálogo con diario Hoy, el doctor Gabriel Montero señaló que, “en cuanto a los riesgos, surgen la hepatitis y las enfermedades agudas transmitidas vía hídrica; en todo el período de la infancia y la lactancia tenemos desde el punto de vista del agua enfermedades diarreicas, que son de altísima prevalencia”.

Para el docente de Salud Pública y Ambiente, “hay infecciones, enfermedades de la piel, parasitosis varias y trastornos gastrointestinales que pueden ir desde lo más suave, como una simple diarrea, hasta enfermedades más serias para quienes están expuestos a esta situación”. 

En opinión del profesional, “es esencial tener un servicio de eliminación de excreta, no solo de cloacas sino también de residuos y basura, que evite riesgos y enfermedades. Hoy en día es imposible calificar a una ciudad como La Plata de segura sin tener en cuenta la existencia de cloacas y de agua corriente intradomiciliaria”.

“En Arturo Seguí, por ejemplo, el agua está contaminada; no en el grado que puede estar en El Mercadito, pero igualmente está contaminada. Tomo como ejemplo Arturo Seguí porque es una localidad donde prácticamente no hay villas; es una zona urbana consolidada, con casas muy buenas, y sin embargo tienen el mismo problema”, recalcó Montero.

Impacto ambiental en las condiciones de vida

La falta de cloacas y de vías de agua potable en las poblaciones hace que los pobladores busquen alternativas a esta situación, que en su mayoría termina siendo el vertimiento de los efluentes cloacales en cursos de agua sin un tratamiento correcto, lo que afecta no solo a la salud de los ciudadanos sino también a la sustentabilidad del ambiente a mediano y largo plazo.

La ausencia de servicios cloacales representa una amenaza importante para la gente, teniendo en cuenta que gran parte de la población residente en asentamientos precarios no tiene provisión de agua potable. Las frecuentes fallas de procesos y la utilización de pozos ciegos, que luego se desbordan, producen la contaminación de las napas subterráneas de las que la población extrae agua para el consumo. 

De acuerdo a relevamientos oficiales y privados, en los asentamientos de la periferia de La Plata y alrededores hay una fuerte contaminación de las aguas subterráneas, donde la mayoría de los pozos ciegos domiciliarios no tienen la profundidad necesaria o están mal construidos, con el efecto negativo que eso conlleva.

Mario Fittipaldi, sociólogo a cargo de un grupo de Ingeniería Ambiental dedicado a los residuos e impacto en el medio ambiente, le explicó a este medio que “las consecuencias son gravísimas” y detalló: “Siempre que hablamos de contaminación la gente tiende a pensar en la industrial, en los efluentes, en los metales pesados, en la disminución de la atmósfera, en los autos. Pero el tema de la contaminación cloacal es tan preocupante y grave como la industrial”. 

Para el especialista, “aquí hay efectos muy concretos de impacto sobre las aguas superficiales, ríos y arroyos. La gente vuelca directamente los residuos cloacales a los pluviales, a las zanjas de agua, y van a parar a un curso de agua superficial. Las distintas napas de agua, empezando por la de arriba de todo, se van contaminando con los desechos cloacales: hay bacterias como la salmonela, virus, entre otros”.

“Acá en la región, por muchísimos años, todos los desechos iban a una zona de vuelco al final de la avenida 66 en Berisso, una supuesta planta de tratamiento. El tema es que no se soluciona porque es un problema que no se ve. Inaugurar cloacas no es una obra que sobresalga, a diferencia de lo que ocurre con el hecho de inaugurar pavimentos”, subrayó Fittipaldi.

Obras de Provincia para avanzar en una solución

Consciente de que la falta de cloacas es uno de los mayores problemas que sacuden a los barrios de la Provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal ha emprendido un ambicioso plan de obras que busca darles a cientos de miles de bonaerenses agua potable y acceso a las redes cloacales.

Entre los planes que se presentan para 2018 se encuentra uno que tocará de cerca a la ciudad de La Plata y que incluirá acciones para alcanzar un servicio tan necesario como el de las cloacas a los barrios más postergados, como Villa Elvira, Altos de San Lorenzo, Arana, Los Hornos, San Carlos, Lisandro Olmos, Etcheverry, Melchor Romero, Abasto, Ringuelet, Gonnet, Hernández, Gorina, Villa Elisa, Arturo Seguí y El Peligro.

Para estas obras no solo se espera el dinero que entrará proveniente del nuevo pacto fiscal firmado entre la Nación y las provincias, que repercutirá en una mayor llegada de dinero fresco a las arcas bonaerenses, sino también los diferentes créditos tomados con organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que permitirán a más familias acceder a las redes de agua y cloacas.

Comentá la nota