El GNC cuesta la mitad que la nafta pero no se vende

El precio de los equipos pone freno a que la gente se vuelque al gas.

Andar en auto con gas natural comprimido (GNC) cuesta hoy en Neuquén casi la mitad que con nafta. Sin embargo, la actividad no repunta.

Las nueve estaciones de gas de la ciudad apenas sobreviven con la demanda de los taxistas y algún que otro viejo cliente. Funcionan con un playero por turno y varias horas de surtidores ociosos a la espera de que se acerque algún vehículo a cargar.

El principal freno para que los neuquinos se decidan por el GNC es el precio de los equipos, que tienen componentes importados que no bajan de los 25 mil pesos. Sólo el que hace un uso intensivo del vehículo amortiza esa inversión con lo que ahorra en combustible.

Un conductor con una carga mensual de nafta premium de 1800 pesos economiza unos 800 al terminar las cuatro semanas si se vuelca al GNC. Pero si tuvo que colocar un equipo de quinta generación, que ronda los 35 mil pesos, necesitará tres años y medio para recuperar el gasto inicial.

Para Cristian Cartazo, encargado de la GNC de Antártida Argentina, “la actividad subió un poco por la comparación de precios, así que hay cierta recuperación”. Agregó que es optimista porque también ve aparecer clientes nuevos. “Un tallerista conocido colocó ocho equipos el último mes cuando antes era uno y eso te marca un cambio”, razonó.

En esa expendedora, como en la mayoría, los clientes más habituales son taxistas y remiseros. “Es que el tanque de GNC se llena con 210 pesos y el de combustible líquido está alrededor de mil, por eso encuentran una importante diferencia”, remarcó Cristian.

Ajuste

Otros estacioneros son más cautos al hacer pronósticos. Osvaldo Vena, encargado de la GNC de Godoy, indicó que para él “la actividad sigue baja porque conviene para el que tiene taxi o un motor grande tipo V8, pero para el particular no porque tiene que comprar el equipo, y ya es gasto”.

En Godoy, al igual que en las otras ocho estaciones de GNC neuquinas, hubo una caída brusca de la demanda a principios de 2016, cuando se quitaron los subsidios al gas.

Todos achicaron el personal y se quedaron con un empleado por turno, mientras esperan un volantazo en la economía que los devuelva a las buenas épocas.

 

"Por el uso que le doy al auto, me conviene para andar en la ciudad, en cambio, cuando voy a Senillosa lo pongo en nafta”. “Ahorro casi la mitad, porque la diferencia es terrible en el precio, aunque depende del motor", dijo Jorge Calio, vecino de Neuquén.

“El GNC conviene a pesar de todo. Para una familia por ahí no, pero sí para los que somos un servicio público como el taxi”.“Es un 40 por ciento más barato. Yo siempre tuve el auto a GNC y uso medio tanque de nafta”, dijo Lisandro, taxista de Neuquén

Diferencias

“Nunca volvió a ser lo mismo que hace tres años atrás cuando teníamos el metro cúbico a 5,50 pesos, porque en ese momento la nafta estaba tres a uno con el GNC y ahora, aunque es más barato, no tenemos esa relación”, razonó Osvaldo.

Poco después de la quita de subsidios, una estación de GNC ubicada cerca del puente cerró sus puertas.

6167 es la cantidad de vehículos habilitados con GNC en la provincia. Son datos de julio de este año que tiene el Ente Nacional Regulador del Gas.

Hoy hay dos más que están tambaleando y otras, como la de Ruta 22 y Tegucigalpa, se salvan porque funcionan como un anexo de los líquidos, que son los que mueven la caja registradora.

Juan, encargado de la GNC ubicada en la Ruta 22, dijo que tienen los surtidores de gas prácticamente parados “porque antes venían muchos taxis de Plottier, pero ahora hay carga allá y sólo viene gente que tiene el equipo instalado”.

Por las tardes, mientras el anexo permanece desierto, el sector naftero es un hormiguero de vehículos, una postal por demás elocuente de la situación que atraviesan los estacioneros de GNC en la capital provincial.

Uso: taxistas y remiseros utilizan mucho el GNC, y algunos pocos autos con motores grandes.

 

 

210 pesos se necesitan para llenar un tanque de GNC en Neuquén. Hoy la relación con el precio de la nafta es de dos a uno y hace tres años era de tres a uno.

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