Se cumplen tres años de la muerte del histórico dirigente rural Gerónimo “Momo” Venegas

Este 26 de junio se cumple un nuevo  aniversario de la desaparición física de Gerónimo “Momo” Venegas, uno de los referentes sindicales más significativos y polémicos de los últimos 40 años. Hace tres años, “el Momo” moría en su casa de Necochea, víctima de un cáncer.

En esta oportunidad, la Uatre lo recordará de una manera poco tradicional por la pandemia. Será de manera virtual, por Zoom, y con sus directivos detrás una pantalla. La pandemia lo opacará pero no las declaraciones de algunos de los dirigentes que lo recuerdan como un dirigente que no paraba de trabajar, aun en sus últimas horas de vida, cuando salió del Ministerio de Trabajo después de pelearse con funcionarios durante una paritaria rural.

Desde Colón, provincia de Buenos Aires y en dialogo con Sonido Gremial, el sucesor en sillón gremial de la UATRE, Ernesto Ramón Ayala, lo recuerda como “el dirigente más grande de la historia del gremio”. “Tenía mucha capacidad y empuje”, lo enaltece.

Admite que no fue sencillo heredar la construcción sindical y política que posibilitó Venegas. “No es fácil cubrir su espacio. Gracias a Dios tenemos compañeros que lo hacen bien y ayudan mucho”, reconoce. “Lo considere un amigo, un hombre de condiciones humanas brillantes. Fue un gran hombre con un gran corazón. Llegó a ser una figura muy importante en lo sindical y lo político”.

Con un enorme cuadró en su oficina en la que se los ve levantando sus manos, el panadero Abel Frutos remarca la jerarquía humana y política del Momo. “Un grande en todo sentido, fuimos muy compañeros y amigos, supo construir un altar sindical sin precedentes y llevó al trabajador rural a escalafones impensados. El reconocimiento que tiene el trabajador del campo tiene un antes y un después con el Momo. Fue un gran hombre, de los grandes del movimiento obrero, de los grandes en serio”, galardona el secretario general de Fauppa en declaraciones a este medio.

Partido Fe

La política y su enemistad con el kirchnerismo lo llevaron a fundar el Partido Fe y desde ahí, a intentar devolverle una de las tantas bancas perdidas por el movimiento obrero en la Cámara de Diputados de la Nación. Sueño que su muerte le impidió cumplir.

62 Organizaciones

Al momento del Congreso normalizador de la CGT en agosto de 2016, Venegas ocupaba el cargo de secretario general de las “Seis-Dos”. Cuando rompe filas con Azopardo, sesgó el camino del histórico brazo peronista y se aglutino con una serie de gremios en discordancia con la propia formalización del aquel entonces triunvirato cegetista.

Con el Momo coseché una amistad, como persona excelente, era muy afectivo, macanudo”, recuerda Miguel Díaz, secretario general de Udocba. “Caminamos juntos en la conformación de las 62 Organizaciones peronistas hasta luego tener diferencias en lo político”, agrega Díaz en referencia al momento en que el estibador comienza a vincularse políticamente con Mauricio Macri.

“Era ese compañero peonista que siempre estaba para ayudar sin pedir nada a cambio, un auténtico conductor que te persuadía y jamás te ordenaba. Uno lo seguía por convicción”, lo recuerda Alejandro Poli, secretario general del SURyA (remiseros).

La sentida dedicatoria de Marianela, una de sus trabajadoras de prensa:

Cuando uno agradece no espera nada a cambio, y yo me conformo con decir GRACIAS.

Estoy acostumbrada a hablar en nombre de el, “yo trabajo para el Momo Venegas” es lo primero que digo cuando me dicen qué hago de mi vida. Llamo a un periodista y le digo que habla Marianela, prensa de Venegas, escribo en su nombre, como él, con sus declaraciones, sé de memoria sus acentos, sus aciertos, cuando enfatiza.

Entra y se corta el aire con esa mirada -mitad paternal mitad infernal-, la camisa remangada, levanta una ceja y sé que quiere; agua mineral natural, caramelos de miel, prendan el aire, acá no se come? Querés plata? Necesitas algo? Cómo te volves? Querés comer? Sentate, y alguna puteada recurrente, frases que son el y que hacen que nunca se vaya.

Hay gente que lo conoce de toda la vida, yo me conformo con habérmelo cruzado un rato, y haber aprendido tanto de el.

Me quedo con lo mejor de Venegas, con su bondad, con su sano corazón, con sus espontáneas puteadas, pero por sobre todas las cosas me quedo  con sus valores.

Pocos hombres cumplen las promesas, y el es uno de esos. A los que se le puede mirar a los ojos y confiar. Es un hombre al que respeto por completo.

Hoy y siempre confío en el.

Hasta siempre jefe.

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