En la primera reunión de conciliación obligatoria, los sindicatos plantearon retrotraer la situación conflictiva al momento anterior a su inicio y la comuna no opuso reparos. Cada trabajador dará su acuerdo o no para ser trasladado.

Después de largas semanas de conflicto y tensiones, la reunión de conciliación obligatoria abrió la puerta a un acuerdo entre los funcionarios municipales y los representantes gremiales en el marco del conflicto de la Dirección de Agua y Saneamiento (DAGSA).

La situación que produjo la polémica -el traslado de varios trabajadores- sería saldada con la participación de los propios involucrados, que darían o no su acuerdo a la posibilidad de cumplir funciones en otras áreas municipales.

El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, Omar Rojas, aceptó en diálogo con El Diario que hay trabajadores dispuestos a ese traspaso.

En cambio, la puja es más fuerte en el caso de los delegados gremiales: la decisión judicial ante un planteo de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) favoreció a los gremios, ya que el juez Enrique Fazzini ordenó no innovar. La Municipalidad anunció que apelará esa medida.

La conciliación obligatoria fue positiva, según el análisis de Rojas. La reunión había sido convocada por el subsecretario de Trabajo Marcelo Pedehontaá y además de los representantes sindicales participaron por el municipio el director de Asuntos Jurídicos Claudio Pérez De la Prida y el responsable del área de Personal, Juan Weigel.

En los próximos días habrá una segunda reunión para detallar los posibles acuerdos.