Daniel Ferro, dirigente sindical municipal y secretario de Prensa y Propaganda del sindicato de Avellaneda que conduce Hernán Doval apuntó contra el intendente loca, Jorge Ferraresi y su mujer, Magdalena Sierra, luego que tres mujeres denunciaran violencia de género por parte de esta última. También direccionó las críticas hacia el SUMA, el gremio municipal afín al oficialismo (SUMA).

Ferro llamó a Daniel Aversa, titular del SUMA, “títere de Ferraresi”. Las tres trabajadoras denunciantes son justamente afiliadas a este gremio, y en este sentido, el dirigente de la Fesimubo expresó que el Jefe Comunal “generó miedo” al crear el SUMA, y que desde el municipio, obligan a los municipales a desafiliarse del STMA, en consecuencia para conservar su puesto de trabajo. “Tenemos algunas denuncias, sin darnos nombres, por malos tratos, pero hay gente que no quiere denunciar escribiendo, tiene miedo, con lo cual la actuación nuestra se acota. Sí podemos ir a cada área, ver cómo está la situación, aunque no sean afiliados nuestros, pero la gente tiene miedo”, sostuvo. Asimismo, denunció que “cuando vamos como sindicato con la personería gremial, que somos los que realmente defendemos los derechos de los trabajadores, al que se acerca a hablar con nosotros ya lo marcan, le quitan las horas extras, si tiene alguna bonificación se la quitan o intentan trasladarlo”, agregó en declaraciones al portal Política del Sur.

La semana que viene se cumplen 5 años de la Ley 14.656, normativa que le declaró derechos laborales a todos trabajadores municipales y que fue impulsada por la Fesimubo, por Rubén “Cholo” García, e ingresada a la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires por Hernán Doval, hoy jefe sindical del STMA. Alrededor de 60 comunas ya firmaron los correspondientes CCT pero Avellaneda es uno de los que aun se niega a cumplir con la ley sancionada en 2014. En ese sentido, Ferro apuntó contra la mujer de Ferraresi: “Si ella como esposa no le dice al marido ‘viejo, cumplí la ley, por favor’, evidentemente son iguales”, y acusó que la funcionaria “tiene una sonrisa dibujada permanente, como la ves en los actos políticos, en la televisión, en alguna nota, pero es absolutamente ficticia”.

Al no respetar el ‘número uno’ de la administración municipal, que es el Intendente, una ley que es de orden público, es decir, de cumplimiento obligatorio, de ahí para abajo, sus funcionarios pueden hacer cualquier cosa, y de hecho lo hacen”, cerró Ferro, quien mantiene una dura diferencia ideológica y de conceptos con el intendente.