Todo comenzó en el mejor momento de su gestión, cuando su nombre sonaba con fuerza para las presidenciales del 2015 y parecía lanzado en un tren cuya única escala sería la de la Casa Rosada. En aquel entonces, al gobernador de la provincia de Buenos Aires se le ocurrió lanzar con bombos y platillos el Comando de Prevención Ciudadana, en el marco de la emergencia de seguridad que él mismo había dispuesto.

En tiempo récord, 33 intendentes bonaerenses se adhirieron al proyecto y recibieron, entre todos, 1200 patrulleros 0 kilómetros en menos de tres meses. Además, la provincia les garantizaba 20 litros de combustible diario y 6 mil pesos adicionales que los comandos podrían sumar a su salario básico.

Se entregaron vehículos Volswagen Amarok, Toyota Hilux y Ford Ranger en Almirante Brown, San Pedro, Berazategui, Vicente López, La Plata, San Miguel, San Fernando y otras tantas localidades de la provincia. La ciudad de La Plata, por ejemplo, recibió 100 móviles recién comprados.

El escándalo estallaría recién en el año 2016, cuando Cristian Ritondo decidió reformular el programa, que pasó a llamarse Comando de Patrulla y obligó a todos los jefes policiales intervinientes a presentar declaraciones juradas de bienes.

Fue entonces que uno de los jefes confesó ante las autoridades bonaerenses que el por entonces gobernador Daniel Scioli había ordenado el blindaje y equipamiento de los vehículos Toyota Hilux y Toyota Etios, exigiendo que una de las compañías contratadas sea Next Glass S.A.

Ocurrió entonces algo insólito. Cuando se llevó a cabo la licitación, quien ganó la puja fue la empresa Dietrich, pero sin embargo le dieron solo el 50 por ciento del servicio, reservando el resto para Next Glass, a pesar de haber perdido. De este modo, el 27 de junio del 2014 se libró la orden de compra de Dietrich para blindar 400 camionetas Hilux a un costo de 12.429.600 millones de pesos. Cuatro días después se libró la de Next Glass, que tuvo que blindar 200 Hilux y 200 Etios, pero le pagaron 5 millones más, por un total de 17.539.850 millones.

Ante el evidente sobreprecio, efectivos de la fuerza policial aseguraron que Daniel Scioli le advirtió a la empresa Toyota que si no incluían a Next Glass y le pegaba lo pedido daría de baja la compra de patrulleros, por lo que la reconocida empresa automotriz simuló estar “falto de tiempo” para completar todos los blindajes a través de Dietrich e incluyó entonces a la empresa amiga del poder.

Ahora, ante el creciente escándalo, el círculo de la Justicia comienza a cerrarse alrededor de Daniel Osvaldo Scioli, que ya comenzaba a pensar que había salido ileso de una gestión que resultó estar plagada de controversia.