En medio de unas paritarias lácteas con suma complejidad y ante la conflictividad latente por la falta de entendimiento, Danone Argentina SA se lanzó a la ofensiva. Se presentó a la justicia para avanzar en una causa que le permita quitarle los fueros a los delegados de su planta y busca despedirlos.

Se trata de delegados del gremio Atilra, que fueron electos en los comicios realizados el año pasado, a los que la firma ahora los acusa de supuestas inconductas, faltas e injurias y de poner en peligro la integridad de la empresa y la salud de un supervisor. 

Ante la justicia, Danone presentó sólo el testimonio del supervisor en cuestión. Para los delegados se trata de una acusación infundada, que niegan rotundamente, y que tiene como trasfondo tensar todavía más la situación en el sector.

En su defensa judicial, los trabajadores señalan que sí discutieron con un supervisor sobre la rotación del personal y el otorgamiento de las horas extras, pero lo consideraron un hecho normal "en la representación de los trabajadores", potestad que le confiere su cargo y le garantiza la tutela sindical. Negaron haberlo insultado ni haberle faltado el respeto.

Los conocedores de la actividad lechera recuerdan que no es la primera vez que Danone / La Serenísima tensa una relación en su planta en medio de las paritarias para romper la mesa de discusión y negar el incremento salarial. Por ello sospechan que se trata de una especie de trampa.

Además remarcaron que en las últimas horas despidieron tres trabajadores y empezaron a escasear los materiales de seguridad e higiene para combatir el Covid-19.