Una década después de la balacera en San Vicente, CGT quiere llevar a Evita

Una década después de la balacera en San Vicente, CGT quiere llevar a Evita

La CGT buscó ayer exorcizar los fantasmas de una década atrás, cuando el traslado de los restos de Juan Perón a la quinta de San Vicente terminó en severos disturbios que incluyeron disparos de armas de fuego entre gremios enfrentados. 

Lo hizo con un acto en el mismo lugar, con los mismos protagonistas y por la misma conmemoración, del Día de la Lealtad, aunque en un homenaje sólo reservado a dirigentes para aventar cualquier posibilidad de incidentes. De todos modos, la central obrera levantó el guante que tendió Eduardo Duhalde, también presente en el acto de ayer, para iniciar las gestiones por el movimiento al mismo sitio de los restos de Eva Perón, en la actualidad en el cementerio de Recoleta. 

Fue uno de los varios actos en conmemoración a la movilización popular que en 1945 exigió y consiguió- la liberación de Perón. En San Vicente confluyeron, al mediodía, todas las líneas internas de la CGT que en la actualidad forman parte de la cúpula unificada de la central obrera. Estuvo el triunvirato de líderes electo en agosto, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, junto con los tres dirigentes que encabezaban sendas versiones de la CGT, Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo, entre otros. El dirigente no sindical más visible fue Duhalde, habitué de las iniciativas que apelan a la memoria emotiva de los peronistas más añosos. 

De hecho, la CGT hizo propia una iniciativa del expresidente: trasladar desde Recoleta hasta San Vicente los restos de Eva Perón. Acuña, del triunvirato, le dijo a este diario que la central obrera hará las gestiones necesarias para cristalizar "un sueño de todos los peronistas, como es ver a Evita junto a su gran compañero en el lugar donde compartieron su vida, su amor y su cariño". "Queremos que haya un traslado a pulso, y que en cada distrito las autoridades puedan participar y sumarse a la caravana", apuntó el dirigente del gremio de estaciones de servicio. 

Según Acuña, la iniciativa tiene el aval de toda la central obrera y un principio de guiño favorable de los familiares de Evita a instancias de un planteo en ese sentido a cargo de Duhalde. "Después de que el cadáver de Eva fuera robado, llevado al exterior, escondido y devuelto a la Argentina, es hora de que esté en San Vicente", añadió el gremialista. Duhalde, durante el acto, había instado a los dirigentes a iniciar tareas para la adecuación del mausoleo para el virtual emplazamiento en el lugar del cadáver de la segunda esposa de Perón. 

El acto contó con una asistencia casi perfecta de miembros del Consejo Directivo de la CGT. Además de los actuales líderes y de sus predecesores estuvieron Andrés Rodríguez (estatales, UPCN), Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Abel Frutos (panaderos), Amadeo Genta (municipales) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes), entre otros. 

Casi todos quisieron hablar y en su mayoría los discursos pasaron por un análisis auspicioso de la actual encarnación de la CGT con la mayor parte de sus sectores internos cohesionados, y un anhelo para convertirse en la punta de lanza de la unidad del peronismo. "Hoy me preguntaron si desaparece el peronismo porque no tiene líderes; les respondí que se equivocan, porque cada día que un dirigente gremial entra a la fábrica o a la oficina comienza su carrera para convertirse en un líder y acá hay decenas de líderes del peronismo. Pero tienen que dar un paso al frente", pidió Duhalde. 

Moyano, a su turno, auguró que "no va a tardar mucho" para un regreso del peronismo al poder -a pesar de sus avales a Mauricio Macri durante la campaña- y dijo que en esa instancia deberán luchar por "un trabajo digno, un salario digno y una vida digna". 

Pocos quisieron recordar los enfrentamientos del 17 de octubre de 2006, con la balacera protagonizada por Emilio "Madonna" Quiroz, entonces chofer de Pablo Moyano. Uno de ellos fue Héctor Daer, quien negó que la conmemoración estuviese relacionada con ese episodio y la ligó en cambio con la idea de "refrendar la unidad del movimiento obrero".

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