Una década de espera por el asfalto que se niega a llegar

Una década de espera por el asfalto que se niega a llegar
Los vecinos de la calle Juan Jufré, en José Ignacio Díaz 3ª Sección, sufren inundaciones. Las ambulancias y el transporte público no entran por el estado de esas cuadras.

Los vecinos del barrio José Ignacio Díaz 3ª Sección que viven sobre la calle Juan Jufré al 4000 no cuentan con servicios básicos como recolección de residuos, transporte público y, en caso de una emergencia, las ambulancias no entran.

Son 300 metros que se parecen más a un pantano que a una calle y cuando llueve sufren inundaciones de medio metro dentro de sus hogares.

El reclamo de estos vecinos ya lleva 12 años, desde la intendencia de Luis Juez hasta la fecha ninguna gestión solucionó el gran problema que sufren quienes pagan el impuesto municipal con montos muy similares a cualquier vecino de barrio Centro o Nueva Córdoba.

Los vecinos presentaron notas por ventanilla, recibieron a concejales y candidatos que prometieron una solución, realizaron notas con medios de comunicación y sin embargo todo sigue igual, o peor.

“El asfalto tendría que estar desde el año 2002, nos estamos inundando desde el año 2000 para adelante, no nos dan solución y nos cansamos”, sostuvo el vecino Roque Ferreyra.

Desde febrero de 2009, el presupuesto está listo para ejecutarse con número de expediente, según sostienen los vecinos.

Son 300 metros de la calle llamada Juan Jufré al 4.000 sobre la cual es imposible circular y por ello no tienen recolección de residuos, no ingresan taxis ni remises y las ambulancias tampoco pueden acceder.

“Tengo 37 años viviendo en este barrio y es la única cuadra que no se asfaltó y hubo que pelear hasta que nos pusieran gas natural porque no figurábamos en el croquis del barrio, sí estaba la calle pero no querían entrar a instalarlo”, contó Carmen Cisterna, dueña de una vivienda sobre la calle Juan Jufré que está en venta.

Carmen en estos momentos le alquila esta vivienda a Miriam Mansilla quien tiene un sobrino de 13 años que sufre Síndrome de Down a quien el automóvil que lo traslada al colegio al que asiste no puede ingresar a buscarlo a su casa.

“Mi hermana tiene que llevarlo hasta la esquina y esperar el transporte a que lo busque, a la vuelta lo mismo”, contó Miriam.

Otra vecina contó que en dos oportunidades llamó a la ambulancia por una emergencia médica y nunca llegó.

“La última vez, cuando llamé por segunda vez me dijeron: ‘Nosotros fuimos pero no podemos entrar’, asique esperé que amaneciera y salí como pude a tomarme un taxi”, contó Mercedes Escobar.

En esta calle se junta la basura, ramas y yuyos que crecen gracias al agua estancada. Además, es un foco de infección por las aguas servidas y los mosquitos que se juntan en los charcos de agua. Por la noche, según aseguran los vecinos, es una calle oscura lo que la convierte en una zona insegura.

El río

Cada vez que llueve, se convierte en el “Río Jufré” como fue bautizado por los vecinos hace años atrás.

El caudal del agua ingresa a las viviendas de los vecinos, quienes han llegado a tener medio metro de agua dentro de sus hogares.

“El peor día que recuerdo fue en 2002, hubo una lluvia muy grande una madrugada de verano, a las cuatro de la mañana me despierto y ya tenía 20 centímetros de agua adentro. Tenía a mi mujer enferma, estaba con mis hijas y mis nietos y lamentablemente fue de terror”, recuerda angustiado José Luis Morán.

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