Pese a la prédica oficial en pos de eliminar el rojo de las cuentas gubernamentales, el déficit fiscal de la provincia de Buenos Aires se mantuvo prácticamente en niveles similares a los del año pasado, con una leve baja del 0,8%. Desde el Gobierno, no obstante, destacaron un cambio en la composición de la estructura de gastos, con una mayor preeminencia de gastos en capital.

Concretamente, en el segundo semestre de 2017 el déficit financiero cayó 85 millones de pesos respecto del mismo período del año pasado, y se ubicó en 10.830 millones de pesos. De acuerdo a un informe difundido por el Ministerio de Economía bonaerense, esto se debió a que los ingresos crecieron el 34,8% mientras que los gastos corrientes lo hicieron a un ritmo menor, 30,9%, según publicó hoy Diario Extra que edita agencia DIB. 

Pese a la buena noticia, la reducción se encuentra por debajo de la meta que el propio Gobierno nacional se impuso para sí mismo, y que tampoco llegaría a cumplir, según las proyecciones incorporadas en el Presupuesto 2017.

Pese a ello, en el Gobierno bonaerense destacaron que este año existió un cambio en la composición del rojo fiscal: mientras que en 2016 el 84,4% correspondía a gastos corrientes (gastos de funcionamiento del Estado), en 2017 ese ítem se redujo al 53,8%. En cambio, los gastos de capital (inversión en infraestructura) pasaron a explicar el 46,2% del déficit, cuando en 2016 era de apenas el 15,6%.

En este punto, el Gobierno destacó que “el ambicioso plan de infraestructura motivó que los gastos de capital crecieran 97,6% frente a igual periodo de 2016. El principal motor de este crecimiento fue la inversión real directa, que se vio impulsada por una serie de obras viales y de mejoras edilicias en hospitales públicos”.

MÁS INGRESOS

El informe oficial señala que el aumento de los ingresos estuvo vinculado con un repunte de la recaudación bonaerense y de las transferencias nacionales, tanto por una suba en la coparticipación como por la devolución de 6 de los 15 puntos porcentuales que el Gobierno se comprometió a restituir antes del 2020, que hasta ahora eran destinados al sistema de previsión federal.

Los recursos tributarios propios ascendieron a 103.541 millones de pesos, representando una suba del 34,3% en el primer semestre. En ese orden, el impuesto sobre los Ingresos Brutos aumentó 29,7% interanual. “Tal suba obedeció al incremento de la recaudación por agentes de percepción y retención, lo cual es un indicio de mayor actividad económica”, se destaca en el informe.

En tanto, el impuesto de Sellos presentó un aumento del 69,1% interanual explicado por la suba de los patentamientos de autos (31,3%) y de las transferencias de dominio de vehículos usados. Los patrimoniales también mostraron un desempeño “muy satisfactorio” según el Gobierno: “el impuesto inmobiliario y el impuesto a los automotores exhibieron subas de 47,2% y 47,8%”, se resaltó.

En tanto, al igual que el año pasado volvió a registrarse un fuerte incremento de las transferencias corrientes del Gobierno nacional, que pasaron de 3.199 millones en el primer semestre de 2016 a 5.914 millones en el presente período, lo que implica una suba del 85% en el envío de recursos no automáticos.

IMPACTO DE SALARIOS

Con respecto a los gastos, el principal aumento estuvo vinculado a los aumentos salariales y de la jubilación mínima, y a las mayores transferencias corrientes impulsadas por los envíos a municipios y por el incremento de planes sociales.

Con una suba interanual de 26,1%, el gasto en personal alcanzó en el acumulado del año los 113.858 millones de pesos. Este incremento refleja el efecto de los aumentos salariales otorgados a partir del tercer trimestre del año 2016 y de aquellos pactados este año, que se devengaron hasta el mes de junio.

También se registró un fuerte incremento del pago de intereses de deuda (86,8%), atribuido por la Provincia a “la reestructuración de deuda contraída por la gestión anterior (con el gobierno nacional y con proveedores) y del nuevo endeudamiento requerido para eliminar el estrés de la Tesorería Provincial y financiar la inversión en infraestructura”.