Delegados de la Línea 60 rechazan procesamientos por amenazas: “Es un amedrentamiento”

Delegados de la Línea 60 rechazan procesamientos por amenazas: “Es un amedrentamiento”

Al menos cuatro trabajadores fueron acusados por la justicia por diversos delitos ocurridos en el marco de un conflicto sindical en el año 2011, donde se enfrentaron a barras bravas que intentaban romper la huelga. “Estamos convencidos que nunca cometimos ningún delito”, dijo el delegado Esteban Simonetta. El fallo se da en momentos que vence la conciliación obligatoria por varios despidos.

Diego Lanese.

La semana pasada, la sala Uno de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional procesó a varios delegados de la línea de colectivos 60 por amenazas y otros delitos. La decisión judicial se dio en el marco del largo conflicto que la comisión interna y los trabajadores mantienen con la empresa DOTA, y apuntó a los hechos ocurridos en 2011, cuando hubo incidentes en la vieja cabecera de Constitución, en medio de un conflicto sindical. La medida incluye al menos a cuatro integrantes del cuerpo de delegados, y fue vinculada a un intento de amedrentamiento por parte de la justicia y la patronal. El fallo se dio casi al mismo tiempo que venció la conciliación obligatoria por el conflicto de 10 trabajadores y la sanción con suspensión y descuentos salariales a otros tantos. “Tienen mucha suerte con las medidas judiciales”, ironizaron los delegados.

El fallo judicial apunta a los hechos ocurridos en 2011, cuando un grupo de trabajadores se enfrentó en los talleres de la empresa con supuestos barras bravas que intentaban romper la huelga iniciada días atrás. Por los enfrentamientos, la justicia procesó al delegado Néstor Marcolín por dos hechos de amenazas coactivas agravadas por el empleo de un arma de fuego, a Luis Leonardo Torres y Mario Andrés Molina por amenazas coactivas, y a Héctor Rubén Cáceres por amenazas coactivas reiteradas. “Tales conductas aún en el ámbito de una huelga, exceden, a nuestro criterio la mera discusión laboral y configuran el delito de amenazas coactivas por el que los imputados vienen procesados”, señalaron los magistrados que firmaron el fallo.

“Es un amedrentamiento”, sostuvo el delegado de la comisión interna Esteban Simonetta. En diálogo con Gestión Sindical, Simonetta explicó que vinculan el fallo al conflicto laboral que tienen con la empresa. “Está todo en proceso, nuestros abogados lo apelaron pero al parecer quedó firme. Ahora habrá que investigar si hay elementos o no para avanzar con la causa. Nosotros estamos convencidos que nunca cometimos ningún delito ni fue nuestra intención, es parte del intento de amedrentar nuestra labor sindical”, remarcó. Desde que en 2010 asumió esta comisión interna de delegados, que no responde a la conducción de la UTA de Roberto Fernández y está integrada por integrantes de agrupaciones clasistas y de partidos de izquierda, hubo varias denuncias en la justicia para intentar sacarlos de sus cargos, incluso a través de despidos o suspensiones.

En tanto, fuentes judiciales consultadas por Gestión Sindical indicaron que el procesamiento de los delegados es “prima facie”, es decir, que si bien se los imputa un delito “ahora se debe probar”. Desde el cuerpo de delegados afirman que no existen pruebas para acusar a los trabajadores. Además, remarcan, las supuestas víctimas no son empleados administrativos de la firma, como dice la justicia, sino “barras bravas del club Nueva Chicago, que fueron contratados para romper la huelga que se produjo en 2011”.

La medida judicial se da a pocas horas de que se venza la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, en el marco de los despidos y suspensiones producidas a fines de marzo, que generaron medidas de fuerza por parte de los trabajadores.. “La empresa rechazó continuar con las negociaciones en la mesa de conciliación, por lo que a partir de hoy los despidos pueden volver a ser efectivos. Estamos a la espera de esa decisión, hasta ahora los compañeros recibieron servicio”, sostuvo Simonetta. El delegado ironizó con la cercanía del fallo judicial y el fin de la conciliación: “la empresa tiene mucha suerte, porque siempre que se acerca una fecha clave, la justicia le da una mano con alguna medida contra nosotros”. Lo que está claro es que si se vuelve a insistir con los despidos, la idea es “parar la línea”, siempre y cuando sea ratificado por la mayoría en asamblea. Por el momento todos los empleados están cumpliendo funciones normalmente.

Este conflicto en la popular línea de colectivos, que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires y transporta diariamente a unos 100 mil pasajeros, comenzó cuando la empresa MONSA (bajo el control de DOTA) decidió suspender varios trabajadores y despedir a 10 de ellos, acusados de generar destrozos en uno de los talleres, y amenazar al personal administrativos. Para respaldar su acusación, la firma difundió un video donde se ve a personal destrozar una puerta, luego de la muerte de David Ramallo, un electricista que se desempeñaba en el taller de Barracas de la firma, que murió cuando fue aplastado por una unidad que se desenganchó de la plataforma. Por este tema, los trabajadores realizaron un paro, y acusan a la firma por negligente.

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