Este viernes se conoció la noticia de que el municipio capitalino compraría terrenos que se encuentran ubicados detrás del Portal del Norte para ser entregados a familias que usurparon tierras en la zona conocida como “La Aguada” para que puedan construir su vivienda.

Según pudo averiguar El Diario de Catamarca, el apuro de la comuna por adquirir los terrenos para ser entregados a los usurpadores radicaría en un nuevo negociado pergeñado y llevado adelante por el intendente Raúl Jalil. Altas fuentes que caminan los pasillos del Concejo Deliberante capitalino le confirmaron a este medio que ya se realizaron sendos pedidos de informes en la comisión de Gobierno para que se explique la modalidad que ya cuenta con algunos antecedentes en la gestión Jalil.

La modalidad consistiría en movilizar a través de punteros políticos que responden al intendente a familias para usurpar terrenos y tierras que curiosamente pertenecerían a familiares, amigos e incluso al mismo intendente (a través de testaferros). Cuando el conflicto se genera, a través de una actitud cínica y reprochable los funcionarios capitalinos se reúnen con los usurpadores para prometerles la entrega de las tierras a cambio del pago de una suma mensual. De esta manera, la comuna se compromete a comprar y adquirir esos terrenos beneficiando directamente al entorno del intendente Jalil.

“Como tantas veces lo ha hecho el intendente, interviene a nivel inmobiliario con los sectores privados por intereses personales, familiares o de amigos. La metodología consiste en generar un movimiento popular para que usurpen terrenos y luego tener que expropiarlos o comprarlos y que pertenecen a personas que tienen interés en venderlos y generar la compra venta de estos terrenos por parte de la comuna como se hizo con el Portal del Norte”, denunció la fuente a El Diario de Catamarca.

Por lo pronto, se espera que en los próximos días se avance en los pedidos de informe al Ejecutivo Municipal desde la comisión de Gobierno del CD por las irregularidades que tienen que ver con la seguridad territorial, las propiedades y la parcelación de los lotes.

“Es un modo operandis que se viene dando hace varios años en la gestión del intendente, utilizando sectores de terratenientes para generar una intervención un poco acomodada y apalabrada entre quienes tienen necesidades de una vivienda y quienes tienen necesidades de vender sus tierras, actuando la comuna como una inmobiliaria. Esto genera que presentada la propuesta se soliciten fondos nacionales para la compra o urbanización de los terrenos, como se hizo en el barrio La Esperanza y Magisterio, donde la licitación fue adjudicada al esposo de Silvia Jalil, hermana y cuñado del intendente”, denunciaron ante este medio.