Más denuncias contra un funcionario por violencia laboral

Más denuncias contra un funcionario por violencia laboral

Unos días antes a que se conociera la carta que elevaron trabajadores de Obras Públicas al intendente Hernán Bertellys repudiando “violencia laboral” por parte de Gustavo Lorusso -director de Turismo y Medio Ambiente- sobre una trabajadora, otras notas llegaron al jefe comunal en el mismo sentido.

Una de ellas es de la arquitecta Alicia Lapenta quien, entre muchas otras cosas, aseguró que el trato de ese funcionario para con los trabajadores es “altanero, arrogante, despectivo”, además de considerarlo no idóneo para el cargo. Por su parte, Marina Rodríguez -la trabajadora en cuestión- también se dirigió al mandatario informándole que fue “grave” el accionar de Lorusso para con ella. Otro que sumó su experiencia es el técnico en Medio Ambiente, Carlos Álvarez, quien debió pedir el traslado de área por problemas con ese funcionario.

Desde que el último jueves, trabajadores municipales del área de Obras Públicas denunciaran al director de Turismo y Medio Ambiente, Gustavo Lorusso, por ejercer violencia laboral contra una empleada, otros casos se han comenzado a conocer. Días antes de que esos trabajadores le enviaran al intendente Hernán Bertellys una nota repudiando lo sucedido y pidiéndole que tome cartas en el asunto, la arquitecta Alicia Lapenta -que trabaja en el área de Lorusso- también se había dirigido al jefe comunal denunciando situaciones reiteradas de violencia laboral por parte de ese funcionario y pidiendo el traslado de área porque, entre otras muchas cosas, sostuvo que no hay respuestas a los proyectos presentados ni a las gestiones solicitadas, como tampoco existe un plan de trabajo en la Dirección a cargo de Lorusso. Como si eso fuera poco, aseguró que “el trato que recibimos es altanero, arrogante, despectivo”.

Algo similar, vivió el técnico en Medio Ambiente Carlos Rodríguez, quien trabajaba en el relleno sanitario y por problemas con Lorusso tuvo que pedir el pase a otro sector. Hoy desarrolla sus tareas en Servicios Públicos. Al hablar con este diario ayer, sostuvo que el funcionario de Bertellys no está capacitado para la función que ejerce y apuntó que “este personaje (así lo definió) abusó de sus atribuciones y poder como funcionario público”.

También Marina Rodríguez -la empleada municipal protagonista de los hechos del lunes 6 de mayo que originaron la carta de sus compañeros de trabajo-, elevó una nota a Bertellys en la que narró lo sucedido y le informó que en la dirección de Lorusso “no tenía asignada ninguna tarea”. Además, consideró que “fue grave lo sucedido el viernes a partir del mal trato, innecesario, sufrido por un funcionario municipal”.

A todo esto se suma, como este diario ya informó en su edición del viernes, la nota que casi la totalidad de los trabajadores de Obras Públicas -sólo uno no lo hizo- firmó el jueves pasado repudiando lo sucedido y solicitándole a Bertellys “que tome cartas en el asunto para evitar que vuelva a ocurrir algo similar… esperando un pronta respuesta en la decisión que va a tomar al respecto porque si en algo estamos de acuerdo es que la función pública no es para cualquiera”.

“Situaciones reiteradas de violencia laboral”

La nota elevada por Lapenta al intendente Hernán Bertellys -a la que este diario tuvo acceso y cuyo ingreso al municipio se registró como L-116/16- está fechada el 9 de mayo pasado. En un principio, la arquitecta le solicita el cambio de área de trabajo ya que en la dirección que está a cargo de Lorusso, su tarea es muy difícil de llevar adelante.

Es por esto que requiere su traslado a la Dirección de Desarrollo Económico ya que, según expone, los trabajos que lleva adelante desde hace ya mucho tiempo -reconocidos proyectos de desarrollo endógeno y sustentable- se apoyan en la interacción con Desarrollo Territorial, Desarrollo Económico y la Dirección de Cultura, para detectar potenciales atractivos y el diseño de productos turísticos.

En este punto, advierte que ese trabajo es “muy difícil de concretar satisfactoriamente bajo la actual Dirección de Turismo y Medio Ambiente”.

En el párrafo siguiente, advierte que “en simultáneo deseo dejar asentado situaciones reiteradas de violencia laboral (mobbing o acoso psicológico) que he sufrido”.

Añade que “trabajar con el actual director del área me ha suscitado problemas, en los términos del artículo 2 de la ley 13.168” -de violencia laboral- que establece que “se entiende por violencia laboral el accionar de los funcionarios y/o empleados públicos, que valiéndose de su posición jerárquica o de circunstancias vinculadas con su función, incurran en conductas que atenten contra la dignidad, integridad física, sexual, psicológica y/o social del trabajador o trabajadora, manifestando un abuso de poder llevado a cabo mediante amenaza, intimidación, amedrentamiento, inequidad salarial, acoso, maltrato físico, psicológico y/o social”.

“Maltrato psíquico y social”

Posteriormente, Lapenta apela al artículo 5° de la ley de violencia laboral -que define una serie de acciones de maltrato psíquico y social (ver aparte)- y puntualiza en algunos hechos que tienen a Lorusso como protagonista.

– “Desconocimiento y negación de la necesidad de interacción de áreas que involucran otras direcciones y subsecretarías, lo que produce un disvalor al trabajo en equipo que garantiza la eficiencia y eficacia de políticas públicas. Es imposible llevar a buen término ningún proyecto, ninguna política pública desde una única área a solas, y en el desconocimiento compartido que transmite su director al personal de la misión, objetivos y estrategias procedimentales de la Dirección”.

En este punto, basada entonces en ese artículo, indica que el funcionario intentó bloquear constantemente las iniciativas de interacción generando el aislamiento del trabajador; obstaculizar y/o imposibilitar la ejecución de una actividad u ocultar las herramientas necesarias para realizar una tarea atinente a su puesto; y asignar misiones innecesarias o sin sentido con la intención de humillar.

– “Por su falta de presencia y un compromiso que no puede lograrse a la distancia y por teléfono, propone que no se realicen o, eventualmente, continúen los trabajos hasta que él esté debidamente compenetrado de los mismos y autorice lo que considere conveniente. A ello sumo que pese a presentarlos muchos de ellos por escrito, no tenemos respuesta de ningún proyecto presentado, de ninguna gestión solicitada, ni tampoco recibimos un plan de trabajo alternativo y superador a lo que estamos haciendo en la actualidad, y en base a nuestro profesionalismo”.

– “Nos parece insuficiente en la optimización de las acciones de trabajo la innumerable cantidad de gestiones políticas que se atribuye estar gestando, cuando conocemos perfectamente el desconocimiento de todas las gestiones antecedentes y que validarían las actuales, sumado a ello, la exhibición pública de desconocimiento temático”.

En ambos puntos, sostiene que el objetivo de Lorusso fue obstaculizar y/o imposibilitar la ejecución de una actividad, u ocultar las herramientas necesarias para realizar una tarea atinente a su puesto.

“El trato es altanero, arrogante, despectivo”

Luego, la arquitecta remarca que “el trato que recibimos es altanero, arrogante, despectivo y, en muchas oportunidades, maltrato explícito de conocimiento generalizado”.

Y a continuación, en la nota elevada al Intendente, comenta un hecho puntual. En ese marco, señala que el funcionario “ha tenido la falta de ética de decir en una nota en televisión que está trabajando en el camino interserrano. Le preguntan si está hablando del proyecto de Alicia Lapenta, dice que si pero que están evaluando hacerle algunas modificaciones. Cuando le preguntan cuáles, responde que quieren actualizarlo con algunas cosas que desea el Intendente y cuando le piden más especificaciones, no lo hace. Al respecto, considero humillante que anuncie cambios a un proyecto que decididamente no conoce, sin comunicarme ni intercambiar conmigo, que no sólo soy su autora sino que lo estoy llevando adelante con su conocimiento y conocimiento público, en asociación con otro municipio y el INTA”.

Acá también apela al artículo antes mencionado y asegura que Lorusso intentó privarla de información útil para desempeñar su tarea y/o ejercer sus derechos; y juzgó de manera ofensiva su desempeño.

Cambio de área

En otro de los párrafos, Alicia Lapenta consigna que “sin animo alguno de generar dificultades ni deformaciones públicas de lo expresado, referente particularmente al director de Turismo y Medio Ambiente, en la comprensión de que muchas veces problemas de índole personal, sumado a la falta de idoneidad para un cargo, pueden generar estas situaciones sin premeditación ni propósito de daño, es que me reservo provisoriamente el derecho de denunciar episodios de violencia laboral y pedir el inicio de una actuación administrativa (Ley de Violencia Laboral 13.168)”.

Por último, añade que “seguramente usted ya conocerá que hay numerosos testigos directos e indirectos. De momento tan sólo le solicito se me autorice a trabajar en el área de Desarrollo Económico -medida de protección que impone la Ley- desde donde se podrán llevar adelante los trabajos de desarrollo sustentable en los que estoy abocada, en conjunto con otros profesionales de las áreas mencionadas antecedentemente. Y por cierto, donde humana y profesionalmente me siento mucho mejor”.

Sobre Lorusso

¿Quién es Gustavo Lorusso?. Como ya se dijo, mucho no se lo conoce porque no es ni vive en Azul y poco viene a la ciudad. Según puede leerse en un perfil de YouTube donde el funcionario sube videos cantando, nació en Morón, se crió en Las Flores y reside en La Plata. A la función en el gabinete de Bertellys llegó de la mano del secretario de Gobierno, Alejandro Vieyra.

Sólo dos días por semana -como máximo- aparece por Azul, pese al cargo de funcionario público que tiene. Como al resto del plantel político de Bertellys que no es de Azul, a Lorusso el Ejecutivo le estaría pagando viáticos y el alojamiento en un hotel de la ciudad -los dos días que por semana se hace presente-, lo que generó que desde el Concejo Deliberante se pida información al jefe comunal -no por este funcionario en concreto, sino por todos a los que se está pagando con dinero de la comunidad, además de sus sueldos, los traslados, hospedajes y demás-.

En cuanto a su formación, sólo se sabe que estudió Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política.

Por otra parte, hasta ayer el intendente Bertellys hizo silencio de radio. Aún se desconoce cuál es su posición y si instruyó que se inicie alguna investigación interna para determinar qué está pasando.

Y resulta preocupante esto porque historias como las que acá se reflejan ya sucedieron en el ámbito municipal, cuando José Inza acumulaba denuncias contra sus funcionarios por ejercer violencia laboral en sus más variadas formas contra aquellos que no eran “adeptos” a su gobierno. Y nada hizo… Hasta ahora, con nuevo Intendente y muchas voces apuntando a lo mismo, parece que la historia se repite y que los trabajadores municipales vuelven a no ser escuchados.

VIOLENCIA LABORAL

La Ley 13.168 fue sancionada a fines de diciembre de 2003 por ambos cuerpos legislativos de la provincia de Buenos Aires. Define y entiende por violencia laboral al accionar de un funcionario y/o empleado público que, valiéndose de su posición jerárquica o de circunstancias vinculadas a su función incurran en conductas que atenten contra la dignidad, integridad física, sexual, psicológica o social del trabajador /a manifestando un abuso de poder llevado a cabo mediante el amedrentamiento, amenaza, inequidad salarial, acoso, maltrato físico, psicológico y/o social.

La arquitecta Alicia Lapenta, en la nota que le elevó al intendente Hernán Bertellys, hace foco en el artículo 5° de esta normativa que textualmente establece: “Se define con carácter enunciativo como maltrato psíquico y social a las siguientes acciones:

– Obligar a ejecutar tareas denigrantes para la dignidad humana.

– Asignar misiones innecesarias o sin sentido con la intención de humillar.

– Juzgar de manera ofensiva su desempeño en la organización.

– Cambiarlo de oficina, lugar habitual de trabajo con ánimo de separarlo de sus compañeros o colaboradores más cercanos.

– Bloquear constantemente sus iniciativas de interacción generando el aislamiento del mismo.

– Prohibir a los empleados que hablen con él o mantenerlos incomunicados, aislados.

– Encargar trabajo imposible de realizar.

– Obstaculizar y/o imposibilitar la ejecución de una actividad, u ocultar las herramientas necesarias para realizar una tarea atinente a su puesto.

– Promover el hostigamiento psicológico a manera de complot sobre un subordinado.

– Efectuar amenazas reiteradas de despido infundado.

– Privar al trabajador de información útil para desempeñar su tarea y/o ejercer sus derechos.

OTRA FORMA DE VIOLENCIA

En la misma nota enviada al Intendente, Alicia Lapenta lo pone al corriente de que paralelamente a lo narrado, desde la Dirección de Recursos Humanos municipal están “exigiéndome que pida el cese en mi cargo como profesional de la Municipalidad de Azul. Entiendo que esa conducta obedece a la misma violencia laboral desplegada, que evidentemente no tiene contención institucional hasta el momento”.

Luego aclara que no tiene los años de antigüedad necesarios para jubilarse ya que durante los años que se desempeñé en Cuba tuvo licencia sin goce de haberes y sin cómputo de años a los efectos jubilatorios. Además indica que durante la pasada gestión de Inza, a raíz de la persecución que sufrió, gestionó el reconocimiento de servicios anteriores en Anses, pero le fue rechazado.

“En suma, tengo el derecho de continuar en el desempeño hasta obtener una jubilación ordinaria en el cargo que revisto actualmente -lo que supone alcanzar la antigüedad al respecto-, y me resulta incomprensible que luego de trabajar juntos con respeto y armonía mientras usted era Secretario, ahora tenga que sufrir esto, motivado por razones que no alcanzo a comprender”.

“ESTE PERSONAJE ABUSÓ DE SUS ATRIBUCIONES COMO FUNCIONARIO”

La situación de Alicia Lapenta no es la única. Desde que se hizo pública la carta de trabajadores de Obras Públicas repudiando el maltrato de Lorusso para con una empleada, comenzaron a conocerse otros hechos que tienen siempre como protagonista a ese funcionario.

Uno de ellos es el de Carlos Álvarez, un técnico en Medio Ambiente que desarrollaba su trabajo en el ex relleno sanitario EcoAzul, hoy basural a cielo abierto.

Álvarez, según comentó al hablar con este diario, también fue objeto de malos tratos y “abuso de poder” de Lorusso, al punto de solicitar también el traslado de área porque la situación era insostenible.

“Hace ya unos meses tuvimos una discusión muy fuerte por el relleno sanitario, lugar en el que yo trabajaba. Este personaje (por Lorusso) abusó de sus atribuciones y poder como funcionario público”, remarcó.

La cuestión se volvió tan áspera que pidió un tiempo después el pase a Servicios Público, que no se le querían dar pero finalmente terminaron otorgándoselo.

Al igual que Lapenta, Álvarez sostuvo que el director de Turismo y Medio Ambiente no es idóneo para el cargo que está ejerciendo, “no tiene conocimiento en la materia, no está capacitado para la función y sin embargo pretende evaluar el desempeño de todos e imponer cosas absurdas, haciendo abuso de poder”.

Álvarez no inició ningún expediente porque quiso terminar con el tema una vez obtuvo el cambio de área, sin embargo dio a conocer su situación y apoya manifiestamente a los trabajadores de Obras Públicas que en defensa de una compañera de trabajo decidieron enviarle una nota al Intendente. También a la propia trabajadora, Marina Rodríguez y a Alicia Lapenta, porque conoce y entiende las situaciones por ellas vividas.

Por esto fue que advirtió que “no hay que dejar pasar estas cosas, no podemos permitir las mismas situaciones que vivimos con la gestión pasada. Hay que decir las cosas como son y si un personaje como este no está capacitado y reacciona como lo hace, hay que hacerlo saber a la comunidad entera”.

Por último, mostró su satisfacción porque “el colectivo hizo algo con estos personajes. Muchas veces los gremios y el propio Ejecutivo nos dejan desprotegidos a los empleados, por eso es muy bueno que nos juntemos y decidamos hacer cosas en conjunto”.

“ME INCREPÓ DURAMENTE”

Marina Rodríguez, la trabajadora a la que sus compañeros apoyaron enviándole una nota al intendente Bertellys el jueves pasado, también le elevó una carta en la que le informa el “lamentable incidente laboral sufrido el pasado viernes 6 de mayo, por accionar del director de Turismo y Medio Ambiente, Gustavo Lorusso”.

La nota ingresó el lunes 9 por Mesa de Entrada del municipio bajo número R-268/16. En ella detalla que desde 2001 desempeñó funciones inherentes a su formación como técnico Superior en Turismo en la Oficina de Turismo.

No obstante, a pedido del subsecretario de Producción, Empleo y Turismo, Juan Arruti, desde el lunes 2 de mayo presta servicios en la Subdirección de Planeamiento para, de manera conjunta, desarrollar tareas de recopilación de Información Turística, Histórica y Patrimonial y generar nuevos contenidos de promoción.

Al ir al relato de los hechos, le comenta al Intendente que el viernes 6 al mediodía “estando desarrollando mis tareas con normalidad en mi nuevo lugar de trabajo, ingresó al lugar el señor Lorusso y de muy mal modo, delante de mis compañeros, me increpó duramente exigiendo explicaciones sobre por qué estaba en ese lugar y no en la Oficina de Turismo”.

Según indica en la nota, “le expliqué que estaba cumpliendo funciones a partir de lo dispuesto por el subsecretario del área a la que pertenezco, dando por entendido que la directiva había sido consensuada con el director de Turismo, de quien depende según el Organigrama Municipal. Todo en el marco de una situación tensa, desagradable y evitable”.

Es más, le indica al Intendente que en la Oficina de Turismo “no tenía asignada ninguna tarea en particular más allá de lo propuesto personalmente al director, lo cual me llevó a pensar en cambiar de área siempre dentro de mis conocimientos y aptitudes, razón por lo cual analicé propuestas de cambio acercadas por distintos funcionarios, como Carlos Caputo, Carlos Montagna y Juan Arruti, accediendo entonces a lo propuesto por éste último”.

De acuerdo a lo que indica, “de cada una de estas situaciones fue informado el Sr. Gustavo Lorusso, desestimando cada una de ellas sin fundamentar la negativa y sin asignarme tareas específicas como relaté con anterioridad. Todo hacía suponer una conducta antojadiza, encontrándome a esa altura sin estímulos y motivación, conforme mi formación para seguir en dicho lugar”.

En otro párrafo añade que “fue a mi entender grave lo sucedido el viernes a partir del mal trato, delante de mis compañeros de trabajo, innecesario, sufrido por un funcionario municipal que se supone debe tener determinadas aptitudes y cualidades referente al vínculo con los empleados del municipio. Usted me conoce, personal y laboralmente, pues compartimos tareas cuando se desempeñó al frente de Turismo, y por consiguiente sabe que sería incapaz de promover una situación de tales características”.

Por último, Rodríguez expone que “deseo expresar mi deseo e intención de continuar trabajando en el lugar donde me estoy desempeñando actualmente y transmitirle lo ocurrido para que Usted adopte las medidas que considere”.

 

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