Desempleo: un problema estructural

Un estudio realizado por un organismo bonaerense concluye que en Argentina será difícil llegar al pleno empleo si no se cambia la matriz productiva. Las cifras de cada gobierno y la discusión sobre cómo salir.

Un pormenorizado informe del Instituto Provincial de Formación Laboral, en base a datos suministrados por el INDEC, concluye que gran parte de la desocupación en la Argentina tiene un carácter estructural, que obligará a los próximos gobiernos a revertir la matriz productiva tanto como la educativa, para preparar a las futuras generaciones para un mercado laboral diferente.

Las crisis nacionales e internacionales impactan de lleno sobre el trabajo, pero en períodos de estabilidad, tampoco se logra perforar un piso de desocupación que nunca estuvo por debajo del que había en la reanudación de la democracia, hace más de 35 años.

El presidente Raúl Alfonsín finalizó su mandato, en 1989, en medio de una desquiciada hiperinflación, con una tasa de desempleo del 8.1 por ciento. Desde entonces, los promedios de todos los mandatos no pudieron perforar ese piso, ni aun en épocas de oro de la soja o con los datos del INDEC “retocados”. De hecho, ese instituto aclara que “las estadísticas publicadas con posterioridad a enero de 2007 hasta diciembre de 2015 deben ser consideradas con reservas”.

Durante el período kirchnerista se registraron bajas en la tasa de desempleo que rondaron entre el 6 y el 8 por ciento respecto de la recuperación que tuvo el trabajo, empujada por el precio de los commodities.

Aun así, en los 12 años K, el promedio de gente sin poder acceder al mercado laboral fue del 8.85 por ciento, según indica el informe al que accedió La Tecla.

En las conclusiones, el trabajo detalla que se puede hablar de dos tipos de desempleo. Uno es coyuntural o cíclico, vinculado a los ciclos económicos de corto plazo (recurrentes crisis cada una década). Y otro es estructural, de largo plazo, “que no es posible disminuir con políticas de expansión de la demanda agregada (aumento del consumo, mayores inversiones, incremento del gasto público y de las exportaciones, etcétera).

Está asociado a rigideces en los mercados de trabajo y de bienes”, sostiene el documento.

Entre los factores que perjudican a la generación de trabajo se detalla que Argentina tiene un sistema productivo “diversificado, heterogéneo, desequilibrado y de productividad relativamente baja”. Por caso, los sectores vinculados a la explotación de recursos naturales, como el agrícola-ganadero y el minero, que no agregan valor e incorporan poca mano de obra.

Además señala a “segmentos industriales especializados en productos de gamas bajas y de menor calidad, que compiten vía precios y costos de la mano de obra”; y a productores de bienes y servicios que “explotan su posición de mercado, generando y apropiándose de rentas monopólicas”.

Si bien nada establece el documento al que accedió este medio, en la idea de Cambiemos, en caso de alcanzar un segundo mandato a nivel nacional, está llevar adelante una reforma laboral. Pero, de acuerdo a miembros del propio Gobierno, “nada se solucionará si a la par no hay una reforma educativa que prepare para los nuevos mercados”.

“En estas condiciones estructurales, el mejor gobierno posible no va a poder bajarla tasa de desocupación a menos del 8 por ciento”, apuntó una fuente del Ministerio de Trabajo bonaerense, que conduce Marcelo Villegas. Se considera que el pleno empleo es cuando hay menos del 4.5 por ciento de la población económicamente activa sin trabajo.

En este sentido, en la cartera provincial aseguran que la nueva matriz productiva tiene que apuntar ocho áreas de generación de trabajo que deben potenciarse para demandar mano de obra calificada. 

8 áreas

En Provincia aseguran que la problemática del empleo debe resolverse con la potenciación de ocho sectores específicos:

1 Sumar valor en la cadena agroindustrial.

2 Construcción.

3 Sistema de conectividad.

4 Software.

5 Energías renovables.

6 Industria textil y del calzado.

7 Gastronomía, hotelería y turismo.

8 Industria metalmecánica.

Datos estadísticos en la provincia de Buenos Aires

Las mediciones de desocupación a nivel provincial, el INDEC las inició en 2003.

En el tercer trimestre de ese año, la tasa de personas sin trabajo en el territorio bonaerense fue del 18.6% (casi un punto arriba del promedio nacional).

Descendió diez puntos, hasta 8.4%, durante el período de Néstor Kirchner como Presidente y Felipe Solá como Gobernador.

En los años de Cristina Fernández y Daniel Scioli, la falta de trabajo en la Provincia osciló entre 9.6% y 6.7%. Mientras que en los tres años de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal se muestra una pequeña variación, entre 10.8% y 11.1%.

El INDEC, sí medía anteriormente a los conglomerados del Conurbano, La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. En el Gran Buenos Aires, las estadísticas marcan que con una desocupación inicial de 3.8% en diciembre de 1983, en el mismo mes de 2018 se registró un porcentaje del 11.2%, con un pico máximo en 2002 del 24.2%, y un promedio del 13.1% en los últimos 35 años.

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