Los despedidos de la UEP encabezaron una multitudinaria marcha a Casa de Gobierno

Los despedidos de la UEP encabezaron una multitudinaria marcha a Casa de Gobierno

Recorrieron todo el centro de La Plata exigiéndole a la gobernadora María Eugenia Vidal y al ministro de Educación Gabriel Sánchez Zinny la reincorporación de los más de 100 despedidos en la disuelta Unidad Ejecutora Provincial. 

 

La medida surgió tras un plenario regional de ATE La Plata, Berisso y Ensenada. "Reclamamos el cese de los despidos y la reincorporación, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino también de los municipales y nacionales. La UEP es un lugar emblemático en la provincia por dos razones: la cantidad de despidos y la mano de obra calificada, que implica una contradicción en el discurso de la gobernadora", sentenció a REALPOLITIK Oscar "Colo" de Isasi, secretario general de ATE Buenos Aires.

Según el dirigente gremial, "Vidal plantea que parte del fondo del Conurbano estará destinado a reparar y construir escuelas, sin embargo echa mano de obra calificada en ese sentido. Un arquitecto hospitalario tiene orientación en eso, lo mismo un arquitecto de escuelas; se forman para eso. No es lo mismo construir un departamento. Sin embargo, aquí se han despedido arquitectos y maestros mayores de obra con ese perfil. No es sólo por la fuente laboral que estamos reclamando, sino también porque se está lesionando cualquier política educativa que tienda a mejorar la infraestructura de las escuelas". 

Hoy se cumplen 14 días de aquel 29 de diciembre, cuando los 380 trabajadores de la UEP -todos bajo la modalidad de contrato- fueron notificados vía mail de la disolución del organismo. 180 de ellos, además, fueron cesanteados con el mismo método. Desde ese día realizan una toma pacífica del edificio, acompañada por diversos festivales y actividades artísticas para visibilizar la situación.

Gerónimo Mártire, dirigente de ATE Educación, comentó que "en el ida y vuelta que hemos tenido con Negociaciones Colectivas del ministerio de Educación, no hemos llegado a ningún acuerdo. Ellos quieren que nos vayamos, dicen que ya reincorporaron a la cantidad de trabajadores que a ellos les parece suficiente. Pero como quedan más de 100 compañeros afuera, la pelea continúa". 

Es que, de los 180 despedidos inicialmente, 70 fueron reincorporados a la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), siguiendo la lógica de "goteo" impulsada por el Ejecutivo: echar a una determinada cantidad de trabajadores e ir reincorporando de a poco para desgastar la lucha colectiva.

"Los reincorporados ya firmaron su contrato, algunos estarán en la Torre 1, otros en la Dirección Provincial de Infraestructura (DPIE) y otros en la dependencia del ministerio de 13 y 56", comentó Mártire, y recalcó que todos los reincorporados estarán bajo un contrato que no reconoce antigüedad, vacaciones ni aguinaldo. 

"Todos los funcionarios nos dicen que están de vacaciones. Para nosotros es un momento muy grave, la gente está quedándose sin trabajo y la excusa es que están de vacaciones, o te ponen una reunión y después la levantan. Nos parece una falta de respeto. El gobierno está jugando al desgaste pero acá hay un pueblo que no se cansa de pelear", ratificó el dirigente. 

La marcha partió desde el edificio de la UEP, ubicado en 8 entre 46 y 47, y llegó hasta la DGCyE, para después retornar hacia Casa de Gobierno. Los ex trabajadores de la UEP encabezaron la marcha con globos negros y estuvieron acompañados por amigos, familiares, gremios y numerosas agrupaciones políticas. 

DESPEDIDOS EN AÑO NUEVO: "NOS MINTIERON HASTA EL ÚLTIMO DÍA"

Álvaro Joaquín Alegre trabajó en la UEP por cinco años, en la mesa de entrada de Plan de Mejoras: "Estaba encargado de los insumos; equipamiento de laboratorios, bibliografía, equipamiento para bibliotecas, ampliaciones de escuelas. Trabajábamos con escuelas agrarias, técnicas, centros de formación profesional, institutos de formación docente y técnica. Obviamente todo eso quedó frenado. Desde el momento en que nos mandaron el mail en diciembre, toda la documentación que había ingresado quedó frenada", contó el joven a este medio.

Él estaba subido a un micro, viajando a la Costa con su mamá para pasar Año Nuevo, cuando vio por celular que estaba despedido. "Decían que prescindían de mis tareas a partir del 1 de enero, y que tenía que llamar a un teléfono para hablar por una compensación, en caso de corresponder", contó. 

El 28, el asesor del otrora director de la UEP Diego TaurizanoPablo Villarreal, había calmado los ánimos y prometido que todos conservarían su trabajo. "Nos mintieron hasta el último día", resumió Alegre: "Intuíamos que iba a haber despidos, pero jamás imaginamos que iban a cerrar un organismo como la Unidad Ejecutora que se encarga de hacer escuelas en la provincia desde hace más de 22 años". 

También destacó el carácter discrecional de los despidos: "Echaron a personas que tenían 22 años de antigüedad, gente con problemas de salud, que está haciendo tratamientos oncológicos. Y mandaron mails a personas que no estaban trabajando en el lugar hacía dos años. No saben ni quiénes somos, no somos nadie para ellos".

"ESTA GESTIÓN HIZO UN JUEGO PERVERSO"

Julián Morales era trabajador de la UEP y además delegado por la lista Marrón de ATE, ligada al PTS. "Fui notificado de mi despido vía mail, al igual que todos mis compañeros. Las autoridades no nos reciben hace meses, hacen oídos sordos a nuestros planteos. Sabíamos de la existencia de una lista de despidos, pero no imaginábamos la disolución de la UEP", relató a este medio.

Y aseguró que "lo que hizo esta gestión fue un juego perverso, en el cual se ninguneó a la representación gremial de todos los trabajadores. Si no les importa la ilegalidad de tener gente contratada durante 20 años, ¿cómo les va a importar despedir un delegado?". 

Ciertamente, Morales no es el primer delegado despedido; según pudo saber REALPOLITIK también hubo casos similares en Acción Cooperativa, dependiente del ministerio de Producción, y en el Centro de Protección a la Víctima (CPV), del ministerio de Justicia. La UEP, sin embargo, fue el único lugar donde se definió realizar una toma. Los trabajadores incluso pasaron año nuevo en el establecimiento y brindaron con familiares y amigos.

"La permanencia pacífica, lo que hicimos en el brindis, fue algo muy importante con respecto a la unidad de los compañeros. Hay que recalcarlo, porque sin la unidad de los que están adentro (reincorporados) y afuera, no podríamos seguir manteniendo las medidas. Nos ayudó mucho para ser más compañeros, conocernos más; eso es lo que está demostrando la fortaleza de este conflicto". 

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