Deuda: el FMI avala la nueva propuesta de Argentina y ve "margen limitado" para pagar más a los acreedores

Deuda: el FMI avala la nueva propuesta de Argentina y ve

El Fondo Monetario Internacional respaldó la última oferta de la Argentina, del 26 de mayo, y remarcó que por encima de un Valor Presente Neto de 50 dólares se complicará la sostenibilidad.

 

El personal técnico (staff) del Fondo Monetario Internacional (FMI) determinó que la última oferta de reestructuración de la deuda externa de la Argentina para con sus acreedores, presentada el pasado martes 26 de mayo, "sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad".

Sin embargo, el análisis del staff sugirió que "existe solo un margen limitado para incrementar pagos a los acreedores privados y al mismo tiempo cumplir con los umbrales de deuda y servicio de la deuda" estimados por el personal técnico del Fondo.

Es decir, que queda un pequeño espacio para que el Gobierno y los bonistas puedan negociar mejoras que impliquen más desembolsos futuros para el país.

En concreto, una oferta por encima de un 50% de Valor Presente Neto (VPN o NPV, por sus siglas en inglés), calculado a una exit yield (tasa de salida) del 10%, se alejaría del marco de sostenibilidad que procura el ministro de Economía, Martín Guzmán , con el aval del FMI.

 Así lo expresó una fuente con conocimiento directo de la posición del Fondo Monetario Internacional: "Es difícil ver como una reestructuración con una recuperación en valor presente neto de la deuda por encima del 50 por ciento (asumiendo una tasa de descuento del 10 por ciento) puede ser consistente con restaurar la sostenibilidad de la deuda".

La actual oferta de la Argentina se acercaba a los 47 dólares por cada 100, mientras que los grupos de los grandes fondos de inversión buscaban cerrar un acuerdo en torno a los 53.

Desde Washington DC, Estados Unidos, el organismo internacional avisó que el informe fue a pedido de las autoridades argentinas, comandadas en el área de Economía por Guzmán.

 El análisis fue conducido por los encargados del caso argentino del FMI: la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, la estadounidense Julie Kozack (que trabaja con el mexicano Alejandro Werner), y el jefe de Misión para la Argentina, el venezolano Luis Cubeddu, quien reemplazó al italiano Roberto Cardarelli. Desde Buenos Aires, el equipo está liderado por el jamaiquino Trevor Alleyne, representante del Fondo en el país.

Trabajo en conjunto

El funcionario remarcó en una decena de ocasiones que la propuesta oficial a los bonistas sobre la reestructuración de la deuda bajo ley extranjera debería cumplir con los principios de "sostenibilidad", para que dentro de unos años no se vuelva a complicar el frente externo.

En febrero, Guzmán había logrado un triunfo cuando el FMI determinó que la estructura actual de la deuda de la Argentina había dejado de ser sostenible. Y el 20 de marzo, en una Nota Técnica, la institución financiera reprodujo distintos escenarios para encauzar la reestructuración.

Ahora, el Fondo repitió que "restablecer la sostenibilidad de la deuda pública con alta probabilidad es esencial para que Argentina regrese a un crecimiento económico sostenible e inclusivo". Y esta nueva propuesta, presentada la semana pasada mientras regían los Acuerdos de Confidencialidad (NDA) entraría en esas condiciones.

"El personal considera que la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades del 26 de mayo sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad bajo los supuestos macroeconómicos de la Nota Técnica del 20 de marzo y los supuestos de financiamiento de las autoridades contenidos en su propuesta revisada", informó el FMI.

Todavía no se habla ni hay negociaciones sobre un nuevo programa que reemplace al stand-by vigente y suscripto bajo la administración de Mauricio Macri.

Diferencias

El organismo estableció diferencias en base a los criterios técnicos para revisar la última propuesta

Bajo el marco macroeconómico y los supuestos de financiamiento contenidos en la Nota Técnica de marzo, "la propuesta revisada de reestructuración de deuda de las autoridades del 26 de mayo daría como resultado necesidades brutas de financiamiento y servicio de deuda denominado en moneda extranjera que exceden los umbrales de mediano plazo del 5% del Producto Bruto Interno (PBI) y del 3% del PBI, respectivamente, que el personal considera necesario para restablecer la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad".Al mismo tiempo, se cumplirían otras condiciones importantes identificadas en la Nota Técnica de marzo: el cociente deuda / PBI se mantendría estable más allá de 2030; las necesidades brutas de financiamiento y el servicio de deuda en moneda extranjera seguiría siendo manejable después de 2030; y el servicio de la deuda a los acreedores privados en 2020-24 sería lo suficientemente bajo como para mitigar los riesgos de refinanciamiento a corto plazo.Utilizando los supuestos macroeconómicos del personal contenidos en la Nota Técnica de marzo, pero los supuestos de financiamiento de las autoridades, la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades del 26 de mayo daría como resultado necesidades brutas de financiamiento y servicio de deuda denominado en moneda extranjera que caen marginalmente por debajo de los umbrales de mediano plazo del 55% y del 3% del PBI, respectivamente, que se considera necesario para restablecer la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad. Además, el cociente deuda / PBI se mantendría estable más allá de 2030; las necesidades brutas de financiamiento y el servicio de deuda en moneda extranjera seguirían siendo manejable después de 2030; y el servicio de la deuda a los acreedores privados en 2020-24 sería lo suficientemente bajo como para mitigar los riesgos de refinanciamiento a corto plazo.

Es que en el escenario más optimista de la Nota Técnica del 20 de marzo, donde los niveles de financiamiento eran más generosos, se suponía un refinanciamiento a tasas del 5% y un plazo promedio de 7 años, mientras que la propuesta de la Argentina supone un tasa promedio de 3,5% y a un promedio de 8,8 años.

 

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