La diáspora de la CGT y un paro general que se aleja tranquilizan al Gobierno

La diáspora de la CGT y un paro general que se aleja tranquilizan al Gobierno

Divididos al máximo, los sindicatos buscan negociar con mayor energía ante la Casa Rosda

 

La baja de temperatura y potencia hacia la huelga nacional que emana de la CGT infiere para el Gobierno algo más que un triunfo de pulseada, si bien avizora costos. Ratifica el escenario donde jugó fuerte para alejar a dos funcionarios con buena relación sindical, minutos después de la marcha del 22/8. Si bien protocolarmente el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aclaró que la decisión de la central obrera le pertenece per se a la central de Azopardo, el tablero sindical está dividido y con menú a la carta del paladar de Cambiemos.

Ley de Contrato de Trabajo, modelo sindical, convenios y seguridad social son intocables

"Es un tema que le corresponde a los dirigentes sindicales, consideramos que no es un momento oportuno para eso", resumió acentuando las últimas palabras de su reflexión el jefe de la cartera laboral en declaraciones a Radio Nacional.

Los más prudentes secretarios generales consideran que hay cuatro ejes básicos que son "no negociables" y los enumeran vislumbrando que al Gobierno le urge "hacer política en serio".

Allí enumeran la Ley de Contrato de Trabajo, los convenios colectivos, la seguridad social de los trabajadores y el modelo sindical criollo.

El sector dialoguista de la CGT apenas pudo digerar en su dispersión de ubicación respecto al palco de la concentración en la histórica plaza, cuando el triunviro Juan Schmid le puso fecha al Confederal del 25 del corriente. Divide y reinarás es un tópico que se suma a las estrofas del Martín Fierro, con solo cambiar el sustantivo "hermanos" por "secretarios generales" a la hora de aconsejar la unidad, para evitar ser devorados por los de afuera.

Y es división de la división, porque a "Las 62", y el Movimiento de Acción Sindical (MASA) se suman las grietas de la Corriente Federal (CFT), cada vez más complicadas de disimular, por lo que no urge ser un analista de marras para considerarlo. Se había escrito en este diario que el apellido Moyano juega con preoponderancia en esta ecuación cegetista, incluso en el juego de pinzas que por un lado se ciernen desde la muñeca de Hugo Moyano, para reunirse con funcionarios nacionales y sindicatos de energía el pasado 22/8, mientras que su hijo Pablo insiste en reforzar la consideración de que este Gobierno "no quiere, considera ni respeta" a los trabajadores.

El jefe de UPCN, Andrés Rodríguez, rubricó su consideración sobre lo inconveniente del paro general, como también lo refrendó el triunviro Héctor Daer en las últimas horas. Incluso el sector que recomendó "desencillar hasta que aclare" desde la convocatoria del 29 de abril de 2016, mechada con reclamos cita a Schmid para considerar de que hay mayoría, expresa o no a apostar al diálogo. Habrá que reconocer que el sindicalismo argentino si algo pondera es a quien valore el poder en turno democrático y esa circunstancia es casi general a todos los sectores.

Como también anticipó BAE Negocios, la génesis de "otra CGT" también está en marcha. Lo admitieron en las últimas horas jefes gremiales de relevancia, que por el momento prefieren decirlo lejos de micrófonos y cámaras.

En concreto, también lejos de escenarios públicos, jefes sindicales antagónicos, con otros compañeros como testigos de parte, intercambian opiniones y lecturas con algunos colegas con los cuales semanas atrás, ni que hablar en la era kirchnerista, se hubieran sentado a compartir la invitación de un café.

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