Someterse a la lapicera de hierro de Cristina de Kirchner o atarse el salvavidas de plomo de Florencio Randazzo. El dilema que enfrentan Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Gabriel Katopodis (San Martín) es cruel y sin salida.
Los intendentes deberán elegir entre el sometimiento a La Cámpora en el armado de listas de los Concejos Deliberantes o subirse a la aventura del ex Ministro de Transporte que está decidido a presentarse en la PASO sin apoyo territorial, estructura propia, ni mediciones alentadoras de intención de voto.
Esta tarde, Randazzo recibirá a Julián Domínguez en sus oficinas del Palacio Raggio, en San San Telmo. Ratificará su postulación y comenzará a dar los primeros trazos en la definición de candidatos. Según pudo averiguar Tres Líneas, le ofrecerá a Bali, Juanchi y Kato un cheque en blanco para el tramo de los Concejos Deliberantes, el único activo que tiene el ex Ministro para intentar evitar la estampida en masa de estos intendentes que temen perder la gobernabilidad en sus municipios.
Martín Insaurralde es el principal puente con Juanchi Zabaleta. Ya le ofreció un sendero de oro para volver al kirchnerismo y le comunicó el indulto de la ex presidente para que se sume a Unidad Ciudadana. Zabaleta viene del riñon ultra K. Capitaneó la resistencia en el Senado como secretario privado de Amado Boudou cuando parecía que el caso Ciccone derribaría al vice de Cristina.
Bali Bucca, como reveló Tres Líneas, fue el primero en ser tentado por Sergio Massa para abandonar a Randazzo y encabezar la boleta de diputados nacionales de 1País. Pero los intendentes le imprimen otra clase de pragmatismo a la elección y, como siempre, repartirán las boletas cortas para ir con todos los candidatos: desde Cristina hasta el postulante de Cambiemos.
En paralelo al encuentro que organiza Randazzo, hoy Espinoza reunirá a todos los titulares de PJ en cada municipio. Busca emitir un gesto contundente de apoyo a Cristina para intentar que Randazzo se baje.
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