La sesión preparatoria de mañana en Diputados no sólo dejará delineado el nuevo mapa de la Cámara baja. También puede ser escenario para el relanzamiento de las disputas entre el Frente para la Victoria (FPV) y Cambiemos. La pelea esta vez será por la vicepresidencia primera del cuerpo, un lugar que tiene hoy el kirchnerismo y que el oficialismo planea arrebatarle.

Los preparativos para la batalla comenzaron. El interbloque que preside Mario Negri está decidido a reclamar el cargo para un diputado radical. Se barajan los nombres del mendocino Luis Petri y de la jujeña Gabriela Burgos, que responden a los gobernadores Alfredo Cornejo y Gerardo Morales, respectivamente. Hoy a cargo del peronista José Luis Gioja (FPV), la vicepresidencia primera de la Cámara está en el organigrama justo debajo de la presidencia, que seguirá al mando de Emilio Monzó. El viceprimero se encarga de presidir las sesiones cuando no está el presidente. El oficialismo argumentará que, a diferencia de lo que pasaba en 2015, Cambiemos tiene hoy el interbloque más numeroso.

El kirchnerismo ya advirtió que va a resistir. Sostiene que mantiene el bloque con más miembros y que los interbloques no tienen valor reglamentario. El elegido para el cargo sigue siendo Gioja, que se mantuvo en la bancada del FPV en contra de los deseos del gobernador de su provincia, Sergio Uñac.

Si no hay acuerdo, lo más probable es que el oficialismo termine reuniendo mayoría para imponer su postura. En ese caso, Gioja quedaría como vicepresidente segundo, en reemplazo de la mendocina Patricia Giménez (Cambiemos). En el entorno de Monzó aseguraron, sin embargo, que hará una última gestión para convencer al kirchnerismo. Quiere que todos los cargos queden definidos por unanimidad.

Al margen de cómo se salde esa disputa, en el organigrama habrá otro cambio que simbolizará la nueva etapa. La vicepresidencia tercera, hoy a cargo del massista Felipe Solá, pasaría a manos del interbloque que forme el Bloque Justicialista, la bancada más cercana a los gobernadores del PJ. Estará presidida por el salteño Pablo Kosiner y arranca con un piso de 19 diputados, frente a 17 del Frente Renovador. El tamaño definitivo del Bloque Justicialista dependerá de acuerdos que se están negociando en estas horas. La intención de Kosiner, Diego Bossio y compañía es conformar un interbloque con los diputados que responden a los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti, y de Misiones, Hugo Passalacqua. Si avanzara ese armado, el espacio tendría un piso de 29 diputados. El nombre para la vicepresidencia tercera está supeditado al resultado de esas negociaciones. Los gobernadores se erigirían así como nuevo árbitro de Diputados.