Después de más de un año de gestión macrista en la conducción del país, a semana pasada en el marco de una reunión del Consejo Directivo, la unificada CGT resolvió realizar una movilización el 7 de marzo próximo al Ministerio de Producción, y un paro con movilización en la segunda quincena de ese mes, en una fecha aún por definir.En esa perspectiva, dirigentes gremiales de la ciudad repasaron en diálogo con EL NORTE las consignas de tales medidas y se despacharon con duras críticas contra el plan económico del gobierno nacional.Uno de ellos fue Julio Cabaleyro, secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca) seccional San Nicolás. “Hay una gran cantidad de empresas que han cerrado sus puertas y cada vez hay más gente sin trabajo. El gobierno aduce que ha creado 180 mil puestos de trabajo, pero no se habla de las 900 mil bajas”, señaló el dirigente camionero, quien advirtió que el gobierno y el empresario “pretenden un escenario de precarización laboral”, aunque subrayó que “sobre las conquistas obtenidas no puede haber flexibilización ni nada por el estilo”. A su vez, Luis Herrera, secretario general de la CGT Regional San Nicolás – Ramallo, observó que la del gobierno nacional “es una política muy desacertada”, al tiempo que consideró que “un gobierno nacional debe tener una actitud mucho más marcada en defensa del trabajo argentino”.Pocas horas de haberse anunciado por parte de la Confederación las medidas previstas para el mes entrante, en su sitio oficial la Unión Obrera Metalúrgica colgó un comunicado dejando en claro que esa organización gremial “adhiere a la decisión de la CGT que ayer definió una movilización para próximo 7 de marzo y convocó a un paro general en la segunda quincena del mismo mes”.Es que entre los metalúrgicos también existe mucho descontento contra las decisiones económicas del gobierno de Macri. Tanto que incluso el gremio de Antonió Caló ya planificó una movilización sectorial para el próximo martes, 14 de febrero.La movida será en rechazo de “suspensiones, despidos y cierres de fábricas”, con una cuarta consigna muy marcada vinculada a la “indiscriminada” apertura de las importaciones.