CGT: disidentes unen fuerzas para bloquear jefatura de triunvirato

CGT: disidentes unen fuerzas para bloquear jefatura de triunvirato

Los sectores marginados de las negociaciones por la unidad de la central obrera se reunirán esta semana. No descartan crear un nuevo sello.

La disidencia de la CGT tendrá su propia cumbre esta semana para impugnar la decisión de los sectores mayoritarios de montar un triunvirato para la futura conducción de la central una vez unificada, a partir del 22 de agosto. El rural Gerónimo Venegas, aliado del Gobierno, y el taxista Omar Viviani unirán fuerzas para oponerse al conglomerado que integran Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Antonio Caló, los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes", resueltos a llevar adelante bajo sus términos la fusión de la central obrera. 

La reunión, prevista inicialmente para mañana, representará un principio de entendimiento entre sectores a priori enfrentados políticamente: por un lado, Venegas se recuesta sobre el amparo de Mauricio Macri y suma aliados entre dirigentes que impulsaban para la CGT a Pablo Moyano, hijo mayor de Hugo y su número dos en Camioneros, y que objetan el triunvirato. Por otro, Viviani encabeza el Movimiento de Acción Sindical (MASA), que declara contar con medio centenar de sindicatos, entre los que se destacan los mecánicos del SMATA, la Unión Ferroviaria y Luz y Fuerza, y que hoy tienen representación parlamentaria en el Bloque Justicialista. 

En rigor, el único vector que los une es haber quedado al margen de las negociaciones de la denominada "mesa chica" de la CGT, que negocia la jefatura a cargo de un trío y el resto de los cargos en el futuro Consejo Directivo. En público tanto Venegas como Viviani alegan que no romperán la central obrera, pero en reserva, en ambos sectores admiten que la creación de un sello paralelo es una posibilidad en caso de no haber apertura de las discusiones. 

Por lo pronto, el taxista le dijo ayer a este diario que en las actuales condiciones "el MASA y otros sectores sindicales no participarán del congreso" de unidad pautado para el 22 de agosto. Ese núcleo ya proclamó como candidato a secretario general de la CGT al ferroviario Sergio Sasia. "Creemos que debe haber un solo líder", añadió Viviani. 

El mismo reclamo sostiene Venegas, que ayer volvió a rodearse de gremialistas opuestos al triunvirato integrado por Héctor Daer (Sanidad), Juan Carlos Schmid (portuarios) y Carlos Acuña (estaciones de servicio). Asistió a una cena en el sindicato de conductores de taxis con una veintena de gremios de la CGT Azopardo entre los que figuraban el de espectáculos públicos (SUTEP), personal del gas, trabajadores de entidades deportivas (UTEDYC), aguas gaseosas (FATAGA), frigoríficos, estaciones de servicio del interior (Fitesgra), docentes bonaerenses (UDOCBA), obreros del caucho, empleados textiles y del hielo. 

"La conducción debe quedar a cargo de un secretario general. Ya hubo experiencias de más de uno (la más reciente, un triunvirato en 2004) y no resultaron. Además, como está planteada la jefatura de tres pareciera que se le va a ceder parte de la CGT a Sergio Massa", advirtió Venegas anoche a este diario. Se refirió así a la condición de legisladores del Frente Renovador de Daer (diputado nacional) y Acuña (bonaerense). 

El líder de los peones rurales (UATRE) multiplicó sus actividades desde la semana pasada, cuando resolvió pujar por la jefatura de la CGT en soledad. Además de haber encabezado un almuerzo en la sede de las 62 Organizaciones con varios de los gremialistas de Azopardo, montó una suerte de comando de campaña en La Matera, el stand del sindicato en la exposición de la Sociedad Rural, en el predio de Palermo. Allí se mostró en los últimos días rodeado de gremialistas afines y de funcionarios como Ezequiel Sabor, el viceministro de Trabajo y principal respaldo desde el Ejecutivo del dirigente en la interna de la CGT. 

Es que el Gobierno analiza con preocupación el tono cada vez más confrontativo que asumieron los gremialistas involucrados en las gestiones de unidad, que incluso comenzaron a amagar con la posibilidad de disponer paros nacionales contra la inflación, los tarifazos y la oleada de despidos que se produjo en lo que va del año.

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