Dividir al peronismo y adelantar las elecciones: la estrategia del oficialismo en la provincia

Dividir al peronismo y adelantar las elecciones: la estrategia del oficialismo en la provincia

Desde la llegada de María Eugenia Vidal al gobierno de la provincia, el tratamiento del Presupuesto en la Legislatura siempre tuvo el mismo recorrido, un oficialismo que se abroquelaba junto a sus aliados para intentar aprobarlo a libro cerrado, un peronismo que amenazaba con una unidad inédita para rechazarlo, pero que terminaba con una o varias fracturas en la oposición, lo que siempre favoreció al Ejecutivo.

 

Y a pesar de la opinión de los analistas políticos que se multiplicaron esta semana advirtiendo que por tratarse de la víspera de una año de elecciones ejecutivas el recorrido podría ser distinto, la realidad es que Cambiemos confía en aprobar el proyecto durante una sesión exprés de ambas cámaras que se desarrollará el lunes, en la que se introducirán algunas de las modificaciones que reclamaban los intendentes, es decir, una concesión "idéntica" a la que permitió destrabar las negociaciones anteriores.

Y si bien esto no es una garantía de nuevas fracturas, está claro que el gobierno lograría nuevamente aislar al bloque kirchnerista con el apoyo de Sergio MassaMartín Insaurralde y José Ottavis, principales referentes de los espacios "dialoguistas" de la oposición en la Cámara de Diputados, lo que sería más que suficiente para aprobar incluso la pauta de endeudamiento que necesita de una mayoría especial de dos tercios.

La duda de los armadores del oficialismo en la provincia, incluida la gobernadora, es hasta dónde es estratégicamente conveniente fortalecer al peronismo dialoguista en desmedro del kirchnerismo, sobre todo ante la posibilidad cierta de que se decida desdoblar y adelantar las elecciones 2019. 

El problema es que un desdoblamiento podría hacer desaparecer a Cristina Kirchner de la escena hasta la disputa presidencial, lo que eliminaría el principal factor disruptivo para la unificación del peronismo.

Un sector de Cambiemos cree que si bien una competencia netamente bonaerense podría beneficiar a Vidal y a los intendentes porque no tendrían que cargar con el peso de la mala imagen del presidente Mauricio Macri y la gestión nacional, también podría abrir la puerta a la unidad de los diferentes espacios peronistas, indistintamente de los acuerdos y/o disputas que el kirchnerismo, el massismo y el peronismo alternativo mantengan en otros distritos o a nivel nacional.

De esta manera, algunas negociaciones que comenzaron por cuerda separada en las últimas horas han sido abordadas de manera conjunta obligando al equipo político del oficialismo a recalcular algunas de las estrategias, sobre todo frente a los avances de unidad del peronismo, que en territorio bonaerense está mucho más adelantado que en cualquier parte del país.

Algunos trascendidos afirman que la decisión ya estaría tomada y que el gobierno solo va a esperar el momento ideal para oficializar esta información. De hecho, en las reuniones posteriores al últimos “timbreo de gestión”, se le informó a los funcionarios y dirigentes que el trabajo territorial se retomaría fuertemente en enero, a la espera de los anuncios en materia electoral que llegarían en el segundo mes del año.

Es decir, que Cambiemos estaría dispuesto a cerrar el círculo y echar por tierra de forma definitiva la promesa de reforma política, poniendo en marcha un mecanismo de ingeniería electoral más propio del PJ, con el objetivo de retener el poder en la provincia y desde allí apuntalar la reelección nacional.

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