Doble trocha Madryn Trelew; inconclusa y millonaria ¿Macri se la terminará dando a su amigo Cristóbal López?

Doble trocha Madryn Trelew; inconclusa y millonaria ¿Macri se la terminará dando a su amigo Cristóbal López?

Si la autovía Caleta-Comodoro fue una vergüenza nacional en manos del kirchnerismo, la cual tuvo un epílogo no menos vergonzoso cuando le fue otorgada su terminación a un defraudador del Estado a través de su empresa CPC, la “Doble trocha”, entre Puerto Madryn y Trelew no se queda atrás. Ejecutada por Báez durante el kirchnerismo cayó en manos de Corsán Corviam por elección de Macri.

La empresa española entró en Concurso, la obra sigue sin hacerse y hace más de 1 año y medio que Iguacel prometió devolver la tranquilidad a la región y expulsar la corrupción de las rutas.

Cuando Cambiemos se hizo cargo del gobierno y el titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, puso manos en la obra pública, comenzaron a saltar los escándalos. Uno de ellos fue la autovía Comodoro-Caleta por la cual Austral Construcciones facturó 800 millones de pesos y en 10 años solo hizo el 25% de la obra. Entonces Macri para dar una lección de honestidad y transparencia, sacó el tramo a licitación y se la otorgó a CPC, la empresa constructora kirchnerista de Cristóbal López, un defraudador serial del Estado que estafó a todos los argentinos en más de 8 mil millones de pesos y en más de 350 millones a la AFIP.

En aquel momento, cuando le preguntaron públicamente a Iguacel los motivos por el cual le daba a CPC la terminación de una obra como esa, el funcionario dijo que CPC era una de las pocas empresas del Grupo Indalo que no tenía problemas judiciales y por lo tanto no existían razones para no dejarla participar de los pliegos. Se equivocó. Hoy se sabe que es una de las empresas más comprometidas de Cristóbal López en toda la trama de evasión y sobreprecios.

Pero ahora también tenemos a la denominada “Doble trocha”, ruta de cuatro manos que se extiende entre Puerto Madryn y Trelew, la cual fue iniciada y abandonada por Báez, nunca terminada pero siempre cobrada y que Mauricio Macri se la terminó dando a la empresa española Corsán Corviam, una pantalla de la constructora de la usina de Río Turbio Isolux Corsán, cuya casa matriz en España descabezó a toda la dirigencia en Argentina, entre ellos a Juan Carlos Goycochea, Gerente General de Isolux Corsán en Argentina y representante legal de Corsán Corviam. A pesar de estar concursada la empresa, Javier Iguacel, responsable de Macri en Vialidad Nacional, según destaca el diario Jornada en el mes de mayo de este año (hace poco menos de un mes) entrevistado por la emisora LU 20 Radio Chubut, aseguró que “la empresa a la que se le adjudicó la obra (Corsán Corviam) no tiene problemas en Argentina”. Es decir, que Iguacel repitió el mismo error que con CPC. Para él, las empresas son transparentes; aunque en la realidad, no lo son.

Esto repercutió de una sola manera, la esperada: la obra sigue sin terminar a pesar del año y medio que lleva este gobierno en el poder. El 7 de marzo de 2017 Iguacel y el gobernador Mario Das Neves se regodearon del paso histórico que daban, con la firma de un acuerdo de terminación de obra. Había estipulado un plazo de 20 meses. Se iba a empezar en marzo, luego en abril y después en mayo. Hoy, 21 de junio, la “Doble trocha” está como la dejó Lázaro Baéz.

A Corsán Corviam le fue otorgado un contrato por 580 millones de pesos, de parte del gobierno nacional a través de Vialidad Nacional, sin que se haya (siquiera) pintado un metro de franja reflectante sobre los tramos asfaltados y sin señalización.

La incógnita de cómo sigue esta historia, es muy grande. Todo indica que hay un final abierto en esta carrera por la transparencia que lleva adelante Cambiemos y particularmente Javier Iguacel. Lo único que esperamos es que Macri no recurra a su amigo Cristóbal López, para que le saque las papas del fuego.

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