En el lento avance del calendario de paritarias docentes en las provincias, las primeras ofertas oficiales de los gobernadores dispararon más subas del 18% (o menos) ajustables por la inflación -en línea con la senda abierta por la macrista bonaerense María Eugenia Vidal- y cosecharon previsibles rechazos entre los gremios, que exigen aumentos de al menos el 30%.

Ayer transitó por ese carril la gestión de la justicialista Lucía Corpacci (Catamarca), que se llevó la negativa de los sindicatos a una recomposición del 18%, en sintonía con la estimación de inflación nacional. Tampoco logró arribar a un acuerdo la administración del también peronista Gustavo Bordet (Entre Ríos), que blandió un primer aumento del 6% en marzo y dejar la paritaria abierta para rediscutir en julio, en función del costo de vida (en pos de dos incrementos más, hasta llegar a un 18%, actualizable).

"No vamos a hacer anuncios que después no podamos cumplir", argumentó el ministro de Economía, Hugo Ballay.

La postal se da en la antesala del nuevo round paritario que mantendrá mañana la macrista María Eugenia Vidal con los maestros bonaerenses, en un test que es seguido como prueba piloto por muchos gobernadores.

Vidal ya recibió el 6 de febrero la negativa del mayoritario Frente Gremial y de UDOCBA a su propuesta de aumento del 18% en cuatro cuotas fijas, ajustables por la inflación. Mañana hará una contraoferta, que sería sin embargo de tono cosmético y mantendría el tenor del porcentaje.

Otra discusión paritaria, también de Cambiemos, actúa como factor a evaluar: la del radical mendocino Alfredo Cornejo en Mendoza, que ofertó un 17% en dos cuotas (con revisión en el tercer trimestre) y resta una respuesta.

Hoy todas las miradas se dirigirán a Córdoba, donde Juan Schiaretti (Unión por Córdoba) abrirá la pulseada con los maestros locales, que ya anticiparon que no aceptarán el 18% que fogonean varios Ejecutivos y la Casa Rosada.

Mientras tanto, en el grueso de las provincias las negociaciones avanzan sin ofertas oficiales por el momento, pese a que restan poco menos de dos semanas para el inicio del ciclo lectivo del 6 de marzo y crece la amenaza de medidas de fuerza.

La dilación se apoya en la decisión del Gobierno de Mauricio Macri de vaciar la paritaria docente federal y de calmar el reclamo de los distritos en pos de un incremento de los fondos para hacer frente a los aumentos a los docentes.

La postura dura de Nación quedó confirmada en el último encuentro de ministros de Economía de las provincias con el Gobierno nacional, donde el ministro de Educación Esteban Bullrich confirmó que el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) no será actualizado, y que el Fondo Compensador -que auxilia a siete provincias- sufrirá una reducción del 25%.

En este marco, ayer el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, enfatizó que "es necesario que el Presidente cumpla con la Ley de Financiamiento Educativo y convoque a paritarias nacionales para establecer un piso salarial".

Ante el cierre de los grifos federales, los Ejecutivos provinciales ya reconocen que las ofertas a los maestros serán necesariamente de una magnitud menor.