Editorial: ¿500 gremios de baja? ¿Cuán responsable es el Ministerio de Trabajo?

Editorial: ¿500 gremios de baja? ¿Cuán responsable es el Ministerio de Trabajo?

Cuando el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, habla de estudiar “rigurosamente” a los gremios constituidos y que tengan su status legal en regla, la pregunta que surge es: “¿La cartera laboral hace su aporte para que los gremios tengan su respectiva legalidad?”.

Cada sindicato debe tener sus papeles en regla, así debe ser y está perfecto que el Ministerio de Trabajo controle a quienes también, controlan que se respeten los derechos de los trabajadores y que las empresas y patrones hagan valer la ley 23.551. Por lo tanto, TODOS deben al momento de mirar para adentro, estar en la misma sintonía. Dentro de la ley todo, fuera, nada.

Ahora bien, qué hace el Ministerio cuando los sindicatos se acercan a Alem 650 a presentar sus certificados de autoridades, modificaciones de los estatutos, balance, memoria y nómina de afiliados una vez cerrado del ejercicio anual; el llamamiento a elecciones de acuerdo al reglamento interno, libros contables, la homologación de las paritarias (la esencia del trabajo de los gremios), etcétera, etcétera. Muchos de estos duermen el sueño de los justos. Muchos están en cajones profundos sin ver la luz durante mucho tiempo. Sin esos papeles, las instituciones sindicales no pueden funcionar y hasta no pueden inspeccionar en las empresas, que muchísimas de esas inspecciones, son en conjunto con los distintos ministerios de trabajo de los diferentes distritos o provincias. Que las autoridades que deben marcar legalidad laboral, no la ejecuten para luego tener la excusa perfecta, es un juego macabro en el que los sindicatos quedan atados de pies y manos en su ámbito de actuación ante la defensa de los trabajadores.

El Ministerio de Trabajo está obligado a controlar, a certificar la legalidad de las entidades gremiales. El sindicato está forzado a estar en regla. En algún momento, Trabajo quiso (y quiere) acortar los mandatos de los secretarios generales….algún sindicalista dijo (en concordancia con muchos), “que los diputados y senadores e intendentes también lo hagan”… ¿Los trabajadores precarizados del Estado? ¿Los médicos privados en negro en prestigiosos hospitales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como el Británico e Italiano? Los gremios tienen que cumplir con la ley…el Estado, también. La balanza no se puede inclinar ni para el Ministerio, ni para el sindicalismo, deben trabajar en conjunto. Es sabido que muchos gremios, en su lucha contra el trabajo en negro, son obligados a informar con mucha antelación, la empresa que van a inspeccionar y la fecha, ¿para qué?; ¿La policía, avisa antes de realizar un allanamiento?

Macri plantea dar de baja aproximadamente 500 gremios por no ser “sindicatos fuertes”, como describió en su discurso en el Centro Cultural Kirchner. ¿Por qué el Ministerio de Trabajo no les da legalidad correspondiente, ante la infinidad de gremios que poseen la presentación de papeles, cumpliendo con todos los requisitos y que desde hace años, esperan por la firma ministerial? Esta clase de “propuestas”, ¿no atentan contra la tan mencionada por Casa Rosada, “Democracia Sindical”? Después de todo, mayor representatividad, mayor democracia. “Puede haber tantos gremios como quieran los trabajadores”, sostuvieron desde la CGT.

Quizás, “dar de baja” suena fuerte (y lo es) para un país con cultura sindical. Una Argentina que ha conseguido inmensidad de logros gracias al aporte de los sindicatos. Dirigentes que presentan proyectos de ley para beneficiar la industria nacional, secretarios generales que se reúnen con los distintos ministros y legisladores para desarrollar la actividad y generar empleos. Empresas que conviven en sintonía con los gremios; en fin, salvaguardar la vida de los sindicatos es continuar en la senda de la defensa legítima de la Constitución Nacional.

Salvo que a alguien no le convenga…

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