¿Por qué el Ejecutivo intenta unificar las cuentas municipales?

¿Por qué el Ejecutivo intenta unificar las cuentas municipales?

El intento del Departamento Ejecutivo por unificar las cuentas de la administración central y los entes descentralizados pareciera haber encallado frente al banco de arena opuesto por la velocidad instantánea de la reacción de las autoridades de SiTOS, que cundió efecto entre los socios políticos del oficialismo.

Un veterano conocedor de los entresijos del Palacio Municipal para explicarnos el móvil del fallido intento, nos narra la parábola de cien hombres que han caído en una enorme ciénaga y se hunden, mientras otro los mira, sin inmutarse.

“¿Cómo haces para no hundirte?”, lo inquiere uno, con el frío lodo cubriendo su mentón.

“Y tu ¿parado sobre quién estás?”, le respondió el otro.

“A Gustavo solo le interesa Gustavo y si en el ansia de salvarse, tiene que pararse sobre OSSE y hundirla con el peso del desequilibrio de las finanzas municipales, no tendrá ningún prurito, como hizo el Gobernador Scioli, cuando metió mano en los fondos del Instituto de Previsión Social para financiar el rojo de las cajas de los trabajadores del Banco Provincia y de la Policía, con el superávit del IPS. Tiene la misma desesperación, se trata de un manotazo de ahogado, y probablemente algunos medios cooptados por la pauta oficial, intenten desviar el eje de la cuestión, batiendo el parche para confundir a la gente, y hacerle creer que la comisión directiva de SiTOS se opone porque no pudo conseguir prebendas”, nos asegura el avezado habitué de los cafés aledaños al Palacio.

También trae a colación que “los números fríos nos dicen que, hace casi ocho años atrás, cuando asumió Pulti, en la administración central había 7.474  agentes municipales y hoy son 10.084, y los cargos políticos treparon de 51 a 178. Mientras que, en el mismo periodo, la planta permanente de OSSE pasó de 658 a 770 agentes. O sea, durante esos ocho años, la ciudad ha se expandido notoriamente, pero la planta de Obras Sanitarias solo ha crecido en 120 personas y está debajo de lo que marca el Banco Interamericano de Desarrollo sobre la cantidad de agentes, que se deberían tener por kilómetro de redes tendidas. Y aun así, con el esfuerzo redoblado de sus trabajadores, sigue brindando un buen servicio. La gente lo ve y reconoce que no es un elefante blanco y por eso prioriza el pago de Obras Sanitarias al de la Tasa de Servicios Urbanos”.

Y por cierto que, más allá de las consideraciones de nuestro interlocutor, a quien apodan “Juan Gotera”, viene a nuestra memoria la infidencia del Secretario de Economía y Hacienda, en la reunión de la Comisión de Educación, el 18 de junio último, cuando el contador Daniel Pérez confesó a los ediles: “Yo no tengo una cajita con la plata separada , tengo una caja con la cual  debo atender una masa salarial, que a todos nos consta,  tanto a los que somos gobierno ahora o como a los que sean en el futuro, es algo insoslayable. Y para mí, desde mis convicciones personales y profesionales, lo primero que voy a atender son los sueldos, después veremos cómo arreglo el resto, más allá de que me exponga a las críticas y ante el incumplimiento que pudiera significar algún cargo por parte del Tribunal de Cuentas. Entonces, lo primero que hacemos es pagar los sueldos, y eso lo tengo clarísimo. Y eso es lo que voy a atender más allá de la crítica política o de algún cargo que me pueda significar el Tribunal de Cuentas. Lo que quiero significar con esto es que lo que yo tenía que recibir 42 millones de pesos de la Provincia y no lo recibí, de algún lado lo tenía que sacar, directa o indirectamente”.

Tampoco es un dato menor el hecho, revelado oportunamente por el edil de Agrupación Atlántica, José Reinaldo Cano, quien difundió las copias de la correspondencia oficial entre el Intendente y el Ministro del Interior y Transporte de la Nación, que prueban que, hace tres meses, nuestro alcalde instó a Florencio Randazzo a que le otorgara “una ayuda económica no reintegrable del Tesoro Nacional de ($ 2.000.000) motiva dicho pedido la situación de desequilibrio financiero por el que atraviesa el municipio a mi cargo”.

“Juan Gotera” aplasta la colilla de cigarrillo, que dejó consumir entre los dedos, y poniéndole el colofón a la relación causa-efecto, que establece entre el desequilibrio de las finanzas y el intento de unificar las cuentas municipales, se levanta de su silla, me estrecha la mano amigablemente, dejándome un acertijo para resolver:

“Si lo acaricias mueve la cola, como un péndulo, pero si lo fastidias puede gruñirte, ladrarte y hasta morderte…”

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