Ya elaboran y exploran salidas de transición

Ya elaboran y exploran salidas de transición

La “rara avis” de CAMBIEMOS Mar del Plata ha tenido una capacidad de autodestrucción que celebra una oposición que existe precisamente por la torpeza oficialista. La entente del PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el partido FE (Momo Venegas) debieron servirse de Agrupación Atlántica, minúscula estructura vecinal dueña de los votos.

El producto fue la elección de Arroyo y las consecuencias rondan entre lo impredecible e imprevisible. Lejos de afianzarse el gobierno municipal fue capaz de ir sucediendo errores de decisión, de gestión y de política. Consolidó todos los frentes del adversario, el multimedios que lideró el sciolismo, el gremialismo encarnado en el sindicato municipal, la servil UCIP cobrando protagonismo, organizaciones vecinales y movimientos sociales, han ido minando una administración que sólo apareció en dosis homeopáticas. Estos excesos en política se pagan caros, esto ya sucede y se desconoce cuál será el costo final.

“Un hombre de consenso y que no sea candidato en 2019” son algunas de las condiciones que ya se han comenzado a definir, en busca de una salida a un posible agravamiento de la crisis que vive Mar del Plata. La debilidad política en la que se ha sumido a la ciudad más importante del interior país, acelera mecanismos de reacción que hay que tener a disposición, en caso de que alguien deba calzarse de apuro el traje de bombero.

Esa garantía de solución local, se le pretende brindar a la gobernadora, sino se logra domesticar una situación delicada, que no acierta con las respuestas rápidas ante las graves exigencias que requiere el momento. La caída de Arroyo ya no sabe de mesetas, sino que es vertical y tampoco se conoce su piso, según las encuestas que manejan en la Casa Rosada y en la capital de la provincia, donde ya descartan un rebote.

El tema ha ganado los títulos de agencias de noticias nacionales y los grandes matutinos porteños, y cuando esto ocurre, generalmente es porque el proceso de los acontecimientos tiende a más involución. La preocupación oficial es que el PRO es un desierto de interlocutores “El hombre era Giri, pero está destrozado”, reflexionó un protagonista y testigo de lujo del momento actual. Giri, no borró las huellas de sus averías con el sobreseimiento en un delito, sino que desnudó la impotencia del PRO y su urgencia en ganar territorialidad, el desprestigio no es la mejor tarjeta de presentación, cuando se pretende gobernar desde la verdad como lo pregona el presidente de la Nación, Mauricio Macri. “Emiliano parece que no entiende, no hay retorno posible”, deslizó quien todavía lo cruza en los pasillos de los tribunales de La Plata.

“Estamos trabajando mucho, porque sabemos que hay dificultades”, calificado vocero de la gobernación bonaerense, hizo una somera descripción, cuidando los términos debido al delicado cuadro de situación que vive Mar del Plata, en relación a la inestabilidad política que domina al gobierno de CAMBIEMOS, en manos en este caso del intendente Carlos Fernando Arroyo.

Fuerzas federales para sumarse a la policía bonaerense y la policía local, casi un operativo de saturación, porque las señales que se reciben más los informes de inteligencia, ubican a nuestra ciudad como objetivo de desmanes y desbordes sociales. También Mar del Plata está en otra foto indeseable, se encuentran casos de desnutrición en el cordón frutihortícola de Batán y Sierra de Los Padres.

La gobernadora María Eugenia Vidal, ante el avance de la complejidad que ya afecta aspectos de la institucionalidad, ha comenzado a trazar una estrategia propia con el objetivo de evitar que la improvisación la sorprenda y la situación se le escape de las manos. Ha comenzado a calar la preocupación política. La gestión municipal esmeriló tanto al presidente de la Nación, como a su propia figura que sin embargo en su caso no cae del 60 % como aprobación de gestión e imagen positiva, la gobernadora no es amiga de gastar a cuenta y debe tomar sus previsiones aun cuando agota todas las instancias posibles.

A un año de las elecciones legislativas generales, sería impropio dejar caer a General Pueyrredon sin defender esta fórmula que dio el batacazo electoral del 2015, al vencer al colosal aparato kirchnerista por más de 20 puntos hace sólo un año. Mar del Plata fue el eje de la campaña Scioli Presidente en la Costa Atlántica y la Quinta Sección Electoral. El ex gobernador jugaba de local, con todos los medios a favor y un colosal aparato de campaña que hoy está bajo la investigación de la justicia.

Ese enorme crédito que los ciudadanos le dieron a CAMBIEMOS está siendo dilapidado. El PRO y su socio el intendente que proviene del partido vecinal Agrupación Atlántica, son un cúmulo de desaciertos encadenados, gestión deficitaria, sin territorialidad y funcionarios que desaparecen cuando afloran los problemas. Las divisiones internas de la UCR tampoco aportaron o si lo hicieron fue insuficiente, extrañamente (o tal vez no) privilegiaron la ocupación de confortable espacios rentados, contabilizándose familias enteras, como en una simbiosis en los nombramientos que aplicó el propio jefe comunal. En ese sentido le dieron pasto a las fieras y un efecto derrame ha causado enorme decepción entre quienes lo votaron considerándolo ajeno hacia el abuso en ese tipo de cometidos. La defraudación ha conmovido a miles y se refleja en las mediciones de consultoras de prestigio.

Cuando la gobernadora habla de un equipo que integran Macri, ella misma y el intendente Arroyo, no debería pasar desapercibido que si hay un jugador que se hace un gol en contra por partido, en el equipo deben pensar o en sacar al jugador o cambiarle su ubicación en la cancha.

Ya tuvo plena confirmación el adelanto de mdphoy.com en función de ir rodeándole la manzana con nombramientos propios, que no concluirán con la llegada de Gabriela Magnoler a la presidencia del EMTUR. Pero digamos que también el equipo no transmite entusiasmo y la reciprocidad tampoco se visualiza como devolución desde la tribuna. Hay una tarea de ajuste que se ciñe como en una operación de pinzas, es inevitable que ello ocurra, cuando se gastan $ 50.000.000 mensuales de lo que se recauda.

Ya los fondos afectados son tomados como parte del físico (dinero) necesario junto al giro en descubierto para cumplir con el pago de una masa salarial insostenible.

El intendente Arroyo no entendió nunca desde que asumió que ya graciosamente no bajarían fondos desde Nación y Provincia para afrontar gastos corrientes, sueldos municipales y planta política. Echó barraca en ese sentido, y lo que no se da por derecho se da por hecho. El chorro de la canilla se ha ido cerrando o le pisan la manguera.

El propio presidente de la Nación Mauricio Macri en el encuentro (al que no asistió Arroyo), dijo ante 1.873 intendentes de todo el país, que “podían pedir fondos para pagar sueldos un mes, o dos, a lo sumo tres pero…”. Precisamente ese es el caso de Mar del Plata, que lleva ya 10 meses de gobierno y no recauda lo que gasta, lo cual vuelve al déficit con carácter crónico.

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