Empleados de una Estación de Servicio evitaron el cierre a través de una cooperativa

Empleados de una Estación de Servicio evitaron el cierre a través de una cooperativa

El dueño de una expendedora de la provincia de Santa Fe, decidió dejar su negocio luego de 30 años de actividad, pero en lugar de despedir e indemnizar a los trabajadores, acordó un convenio judicial para que ellos se hagan cargo del comercio.

Una histórica expendedora blanca ubicada en la localidad de Correa a pocos metros de la Ruta Nacional 9, conocida por los viajantes y vecinos desde hace varias décadas como “El Canducho”, no satisfacía en los últimos tiempos las expectativas de su histórico dueño, un empresario del rubro agropecuario.

“Con la crisis de ventas y la inflación, el patrón había decidido cerrar”, explicó a surtidores.com.ar, la encargada del bar del predio, de nombre Romina. La empleada dijo que “sin embargo, nunca dejamos de atender al público porque arreglamos con el dueño un acuerdo judicial para explotar el minimercado, entre los cinco compañeros que decidimos seguir trabajando”.

Salas, su titular, dejó la empresa el 30 de octubre y el primer día de noviembre pasado, ya se habían hecho cargo del negocio los empleados, ahora en carácter de socios cooperativos, con el visto bueno de ambas partes, del Ministerio de Trabajo y de la Justicia comercial.

En principio, solamente aceptaron quedarse con la tienda de conveniencia y por otro parte, el empresario Alberto Cavallone adquirió el sector de venta de hidrocarburos y atención de los automovilistas.

“Por suerte nos está yendo muy bien, porque atendemos a la gente del pueblo, a muchos turistas que usan la Ruta y camioneros que ya nos adoptaron como punto de refrigerio y descanso para seguir el viaje”, compartió la entrevistada.

Por su parte, en diálogo con una radio de la zona, Cavallone quien tiene una vasta experiencia en el rubro desde más de 30 años en otras áreas de la provincia, destacó que “siempre le pusimos coraje a las Estaciones de Servicio y así pudimos sacar adelante otra expendedora en Entre Ríos que estaba en muy malas condiciones”.

Agregó que “es un desafío que nos gusta encarar y como hace tiempo que nos conocíamos con el anterior dueño, cerramos la decisión en una semana. La gente del lugar es buena y la localidad es realmente muy hermosa”, finalizó.

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