El empleo lleva cuatro meses estancado

El empleo lleva cuatro meses estancado

Se hunde la expectativa de creación de puestos de trabajo

 

El empleo formal siguió sin variaciones en abril y de esta manera finalizó el primer cuatrimestre estancado, informó ayer el ministerio de Trabajo. En ese marco, el escenario recesivo que surgió a raíz de la corrida cambiaria ya impacto en las expectativas de los empresarios a la hora de tomar nuevos trabajadores, y se ubicó en niveles de hace dos años, según la encuesta que realiza mensualmente la cartera conducida por Jorge Triaca.

De acuerdo a los datos oficiales, en el cuarto mes del año había 12.308.000 empleos registrados, un 1,7% más frente a igual período de 2017. Sin embargo, frente a marzo el indicador no sufrió modificaciones, como viene ocurriendo desde enero, en tanto en la serie sin desestacionalizar mostró una baja de 28.600 y de 94.400 en el acumulado de lo que va de 2018, llegando a 12.274.000 contra los 12.347.000 de principios de año.

Por otro lado, el ministerio difundió la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) correspondiente a mayo, la cual mostró una suba interanual del 0,7% en el empleo, pero una baja del 0,2% frente a abril. En la medición mensual, sólo el aglomerado de Gran Resistencia registró un crecimiento, lo que muestra que ya hay una desaceleración en la creación de puestos de trabajo que continuará durante estos meses, producto de una economía que en abril descendió 0,9%.

En ese sentido, las expectativas netas para tomar nuevos empleados se derrumbaron hasta llegar a unos tres puntos y así se retrotrajeron a los niveles observados en la recesión de 2016, mientras que en los últimos meses se habían mantenido entre los 5 y 6 puntos.

"Por ahora no vemos ni despidos ni suspensiones", evaluaron los funcionarios de la cartera durante el encuentro con periodistas en el que presentaron los datos, aunque reconocieron que "la incertidumbre es cuándo va a empezar la reactivación", motivo por el cual los empresarios prefieren frenar las incorporaciones en lugar de comenzar a deshacerse de trabajadores. Eso se observó en la tasa de entrada de mayo que fue del 2,1% frente al 2,3% de abril. Por su parte, la tasa de salida pasó del 2,2% al 2,3% en un mes.

En Trabajo estimaron que la baja anualizada del empleo entre febrero y mayo fue de 1,7%, la misma cifra observada en la recesión que siguió a la implementación del cepo, y mayor que la de 1,4% de la de 2016 y la de 0,5% de la de la contracción que siguió a la devaluación de 2014.

¿Se apaga un motor?

Entre los puestos de trabajo formales, los monotributistas cayeron en 2.000 en las dos mediciones mensuales, una baja equivalente al 0,1%. Respecto a abril del año pasado subieron 45.300 ó 3% interanual. El empleo público aumentó 1% anual, al incorporar 31.500 trabajadores, y sumó 4.000 vacantes respecto a marzo en la serie desestacionalizada (16.200 en la original).

En el sector asalariado hubo una suba del 1,4% interanual con 84.800 nuevos puestos, pero frente a marzo el alza fue de 2.600 en términos desestacionalizados (contracción de 39.800 en la serie original).

Lo llamativo es el frenazo en la construcción que no sumó ningún empleo frente a marzo, un sector que venía siendo el principal motor en la incorporación de asalariados.

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