Los empresarios y el Simape llegaron a un acuerdo salarial pero sigue el paro en el puerto

Los empresarios y el Simape llegaron a un acuerdo salarial pero sigue el paro en el puerto
Decidieron un aumento salarial del 22% que se pagará en dos cuotas. La segunda se abonará en julio y no en octubre como estaba previsto. A pesar de destrabar ese punto clave, ahora las negociaciones quedaron estancadas en la redacción del acta que sellaría el acuerdo.
Después de casi cuatro meses de conflicto, el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) y los empresarios llegaron a acordar un aumento salarial del 22% que se pagará en dos veces. Pero a pesar de eso, el paro en el puerto continúa y las negociaciones seguirán hoy.

Según trascendió, la decisión de levantar el paro estaba relacionada con el acta en que quedará sellado el acuerdo.

El Ministerio de Trabajo de la Nación, los empresarios y el SOMU estarían de acuerdo en que se redacte que la suba salarial es para todos los marineros sin especificar gremio. Pero el Simape busca que queda estampada la firma de sus representantes para así empezar a conseguir el reconocimiento de representatividad que viene reclamando hace años.

Fuentes que participaron en las negociaciones le confiaron a LA CAPITAL que hasta ayer pasadas las 22.30, el Ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada siguió de cerca las negociaciones y que al no poder llegar a un acuerdo en este punto decidió que el diálogo continúe hoy.

Las charlas para destrabar el conflicto se extendieron ayer durante todo el día. Recién por la noche se conoció que estaba solucionado uno de los dos factores que mantienen el paro en el puerto: el aumento salarial.

Como adelantó ayer LA CAPITAL, marineros y empresarios acordaron un aumento del 22% que se pagará en dos veces. El primer 11% será retroactivo a abril y el segundo 11% a julio y no a octubre como estaba previsto desde un principio. Además habrá una suma compensatoria que figuraría como garantizado e incluiría el mes de julio para que pueda incorporarse el medio aguinaldo.

Pero para que los buques vuelvan a zarpar aún resta definir la forma en la que se redactará el acta para que el Simape quedara encuadrado como representante de la marinería en Mar del Plata. ?Esto es lo que nos tiene trabados", reconoció una fuente consultada.

96 horas, claves

Las negociaciones para intentar destrabar el conflicto se profundizaron en las últimas 96 horas. El intendente Gustavo Pulti tendió varios puentes para que los empresarios y los gremios intentaran llegar a un acuerdo y así los buques puedan volver a zarpar. La intención tuvo el guiño clave del ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada. Pero con una condición: solamente dictaría una resolución si estaba firmada por todas las partes involucradas en Mar del Plata en el conflicto.

A este escenario, se le sumó que el Simape habría recibido el segundo ultimátum en dos meses para terminar con el paro. Sino lo hacían las fuerzas de seguridad ingresarían al puerto para desalojar los muelles y permitir el alistamiento y partida de los barcos. Ese aviso habría salido desde el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Así fue que para destrabar el conflicto se iniciaron gestiones en tres frentes. Se abrieron entonces tres frentes de negociación simultáneos: el secretario de Producción Mariano Pérez Rojas habló con los directivos de las cámaras y empresas pesqueras; personalmente el intendente Pulti lo hizo con la secretaria de Trabajo nacional Noemí Rial y el número dos del Ministerio de Seguridad Sergio Berni; y desde el área local de Gobierno el subsecretario Martín Aiello entabló el diálogo con la conducción del Simape. Todos habrían coincidido el algo: así no se podía seguir porque Mar del Plata no resistía más la crisis.

De estos intercambios surgió la idea de poner el acuerdo en un papel y firmarlo. El texto se redactó en Trabajo y cada parte lo discutió por separado. En líneas generales, el documento estaba basado en la misma cifra de 22% de aumento pagadero en dos tramos de 11% que oportunamente pactaron los empresarios y el SOMU, pero se adelantaría a julio el pago retroactivo de la segunda mitad que inicialmente se había fijado para octubre.

Los empresarios mostraron "voluntad de acuerdo" y también el Simape después de haber debatido el texto con unos 60 delegados. Del SOMU se supo que no surgieron objeciones. Con este panorama, restaba que ayer las partes se pusieran de acuerdo.

La historia de la crisis

El conflicto del puerto escribió su primera página el 15 de marzo cuando el Simape dio el puntapié inicial al anunciar que desde el 1 de abril retendría a la flota fresquera de altura en tierra. Frente a este panorama, el Ministerio de Trabajo dictó el 10 de abril la conciliación obligatoria que, al día siguiente, fue acatada por el sindicato.

El puerto siguió sumergido en paro por discusiones salariales hasta que el viernes 11 de mayo, el SOMU firmó con la Cámara de Armadores y la Cámara de la Industria Pesquera Argentina y el aval del Ministerio de Trabajo de la Nación un aumento del 22% para los marineros.

Tres días después, el Simape rechazó el acuerdo alcanzado por el gremio rival, ratificó la continuidad del paro y bloqueó con piquetes los accesos a las terminales 2 y 3 del puerto impidiendo la movilización de la flota. La situación se tensaba. Y cada vez más: el 15 de mayo fue incendiada la sede de la Cámara de Armadores de Alem al 3200, lo que mereció el inicio de una causa judicial a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola. Ese mismo día hubo una fuerte protesta del Simape en las oficinas locales del Ministerio de Trabajo, en la calle Santiago del Estero.

Un días después, llegó al puerto una importante dotación de efectivos de Gendarmería y Prefectura al mando del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni. El Simape decidió dejar sin efecto el bloqueo de los accesos a los muelles pero ratificó la huelga.

Con la crisis ya instalada, el 17 mayo, en una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación las autoridades y las cámaras le propusieron al Simape que firmara la misma suba de haberes acordada por el SOMU, ya vigente para todos los marineros. El gremio marplatense desechó esa posibilidad y pidió una suba del 25% y un básico de $4.000.

Sin poder llegar a un acuerdo con los empresarios, el 7 de junio el Simape anunció la firma de acuerdos "particulares" con los propietarios de tres buques pesqueros, agregándole algunas mejoras al convenio que ya había sido firmado por el SOMU. La teoría del gremio y de algunos dirigentes políticos locales de que esto generaría un efecto contagio en otros armadores al ofrecer una salida no se cumplió. La mayoría de las empresas y las cámaras rechazaron la posibilidad de firmar estos acuerdos e insistieron en invitar al Simape a aceptar el convenio del SOMU homologado por el Ministerio de Trabajo.

El paro continuó y tuvo que pasar hasta el 21 de junio para reflotar negociaciones cuando el intendente Pulti convocó a una mesa de negociación. El SOMU se negó a sentarse junto al Simape y a pesar de los esfuerzo un nuevo intentó fracasó ante la ausencia de los empresarios.

Con idas, vueltas y declaraciones cruzadas, el paro continúa hasta hoy cuando se espera encontrarle una solución definitiva.

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