Encuentro de IDC en Portugal: Trabajo desigual, desregular, distópico y disruptivo

Encuentro de IDC en Portugal: Trabajo desigual, desregular, distópico y disruptivo

Cuando dividimos el mundo por sus dos líneas imaginarias vemos que el meridiano de Greenwich nos da dos hemisferios el Occidental y el Oriental y el paralelo del Ecuador también nos entregará dos hemisferios, el norte y el sur.

* Por: Walter Castro.

Hace pocos días se realizó la Asamblea del Consejo Internacional de Trabajadores Portuarios,  IDC Por sus siglas en inglés. En solo un día ya se pudo saber la diagnosis de los problemas que cargan los trabajadores portuarios de todo el mundo.

Esos problemas son:  el no poder achicar las brechas, ni las asimetrías que nos provocan quienes más requieren de nuestro trabajo y nuestros recursos.  Ya sean armadoras, agentes, navieras, terminales o constructores navales.  Hoy todos  responden a las élites financieras que tomaron el control de los Estados haciéndolos generar políticas en detrimento del sector trabajador.

Como única meta tienen la de  lograr que el más tiene, más tenga, exponiendo de esta manera obscena, la mayor concentración de capitales  en la menor cantidad de manos. De esa forma  es que han logrado que el trabajo reúna las cuatro D del título, porque a fuerza de quebrar voluntades por la sinrazón o por la billetera, es que naturalizamos lo antinatural.

A un lado de Greenwich pedimos mejores condiciones laborales, mejores convenios colectivos, mayor negociación, mayor reconocimiento. Al otro lado del meridiano piden  que paren con el abuso.  Un dirigente expuso  dos disparos de 9 mm en su pierna producto de una protesta, otro dirigente pidió  dejar de trabajar por US$ 1 por día y el último reclamó terminar con la práctica  de dormir sobre los contenedores hasta volver a ser contratados. Demás está decir que en esa porción oriental se producen los mayores saqueos y hasta matanzas étnicas.

Solo para poner en contexto: el dueño de Amazon gana en un año el equivalente a 10 PBI de Etiopia. Al sur del Ecuador,  el recurso ictícola se le paga al trabajador US$ 0.22 centavos por kilo,

se va en bloques congelados y en el norte del paralelo ese mismo producto llega a las góndolas a 30 euros por kilo. A eso hay que agregarle que no se le puede poner valor agregado ya que en su mayoría el recurso es capturado en buques factorías, los que muchas veces transbordan en alta mar.

Otros compañeros, del sur del Ecuador,  denuncian que viven  la misma situación con los productos derivados de la soja, el cobre, el café, el carbón mineral y el caucho amazónico. Al sur del Ecuador no podemos ni construir los elementos para  la extracción de los recursos  para, al menos,  pensar que el saqueo algo nos deja.

Al norte del Ecuador pelean por no ser mileuristas, el equivalente a US$ 850, al Sur del

Ecuador el sueldo mínimo vital y móvil no llega a US$ 260. Del lado oriental de Greenwich  se hacen acuerdos de pesca con los distintos países o reinados, los cuales no son demasiado beneficiosos para los que permiten el usufructúo de los recursos.

A la parte occidental no le hace falta acuerdos, se instalan filiales que vienen del norte e implantan la figura de “sociedades mixtas” y depredan sin problemas.  Resulta tan

exitosa la fórmula, para ellos,  que hoy la extienden para depredar el Atlántico Sur, creando joint

venture con empresas, bajo un gobierno de ocupación. Eso extendido también  a la industria petrolera.

Por eso decimos que el trabajo es:

Desigual: ya que a un lado del mundo No le dejan ni la dignidad del trabajo.

Desregular: porque a la misma gente que se las saquea sus riquezas y ni siquiera  le

permiten los marcos convencionales correspondientes.

Distópico:  porque la manera en la que se trabaja y se concibe el trabajo, en el mundo de

hoy, está muy alejada de la realidad, casi utópica,  de un trabajador dignificado.

Disruptivo:  el trabajo en este formato,  que imponen los fondos de inversión,  está destinado a tener un abrupto término.

Solo cuando entendamos que se trata de comercio exterior e imposiciones de una pequeña élite habremos aprendido. La única excusa que hoy no podemos esgrimir es la que surge de leer los cuatro puntos cardinales en sentido anti horario N.O.S.E

* Secretario General del SANAM Mar del Plata

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