El endeudamiento tensó las relaciones

El endeudamiento tensó las relaciones

La demora en la votación del endeudamiento volvió a poner en máxima tensión al Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Las razones por la falta de acuerdo, el conflicto por el FIM que ya se votó pero no se ejecutó y por qué el oficialismo dicen que le corren el arco. Otermín dice que “están atentando contra sus intendentes”, Abad retruca que no firmarán un cheque en blanco. También hablan Tignanelli, Carusso y Lipovetzky

 

La relación entre el oficialismo y la oposición bonaerense se tensó en las últimas semanas por la demora en el tratamiento de la ley de endeudamiento que envió el Ejecutivo a la Legislatura y que Juntos por el Cambio demora en acompañar. Los antecedentes indican que cada una de las negociaciones se estira al punto de que la cuerda puede cortarse en cualquier momento, pero que siempre, después, la tensión se aflojó y se llegó al acuerdo.

Ese elástico que va y viene se estiró a su máxima capacidad el pasado miércoles por la noche, antes de la sesión prevista para el jueves y en la que el oficialismo esperaba contar con el proyecto  aprobado. Axel Kicillof se enojó y mandó la orden que no se hiciera ningún cambio al texto que había enviado. La reacción opositora no se hizo esperar y las charlas quedaron en stand by, hasta que se volvieron a distender las cosas el jueves al mediodía, y quizá terminen de resolverse mañana, cuando a las 17.30 se reúnan en conjunto las comisiones de Presupuesto y de Legislación General de la Cámara de Diputados.

“Esto, a las 10 de la mañana estaba todo explotado, después se tendieron algunos canales de diálogo y las cosas comenzaron a reencauzar. Se pusieron caprichosos de los dos lados, por un lado el Gobernador no queriendo ceder nada y por el otro Juntos por el Cambio con la intención de estirar la decisión porque también tienen que solucionar cosas de la política hacia adentro”,  le dijo a La Tecla un legislador que está al tanto de las conversaciones.

Lo cierto es que en la sesión de Diputados (el Senado directamente levantó la convocatoria) no hubo asuntos importantes que tratar, pero eso tampoco evitó fuertes cruces que se dieron, tanto antes del uso de los cinco minutos para hablar del proyecto de endeudamiento frustrado como cuando se tocó el tema en particular. De todos modos, desde la presidencia de la Cámara, como desde la comandancia de la bancada opositora mayoritaria pusieron paños fríos y se mostraron optimistas en que la ley vea la luz en los próximos días.

Ahora bien ¿qué es lo que demora el tratamiento? Sin dudas, lo que se dice en público es mucho menor de lo que realmente se discute en privado. Y si bien es cierto que desde la oposición se pide más información acerca del destino que se le dará al dinero ingresado por los empréstitos, no son esos los principales inconvenientes que atraviesa la búsqueda del acuerdo. En rigor son cuatro circunstancias las que obturan el consenso, con una quinta pata que existe pero la oposición quiere esconder: los nombramientos en directorios y órganos de control que siguen vacantes. 

“No están en discusión los cargos, nos corresponden pero no los metemos en medio de esto”, dicen en on los dirigentes de Juntos por el Cambio. “Si nunca se va a hablar de los cargos cada vez va a ser más difícil llegar a puntos en común por leyes como esta”, aseguran en off lo operadores y del espacio. Como fuere, ese es un punto que siempre aparece cuando se tratan este tipo de iniciativas que el Ejecutivo requiere, pero son varios los puntos de la ley en sí que cuesta cerrar.

Los cuatro temas en discusión concernientes estrictamente al texto de la ley, y que pide la oposición, son los siguientes:

1.- Incrementar el fondo de obras para los municipios.

2.- Condonar los créditos que la Provincia les dio a las comunas durante la Pandemia.

3.- Que se determine de qué obras se van a sacar los recursos que se van a reasignar para atender temas concernientes a la salud.

4.- Que se informe cuáles son las obras y los montos que se realizarán con los 500 millones de dólares que se pedirán a los organismos multilaterales de crédito.

Más FIM y el reclamo por el anterior

“Pensamos que nos iban a poner a los intendentes en contra y ahí estábamos jugados”, le dijo a La Tecla un senador de Juntos por el Cambio, que de esta manera celebró cierta falta de acción política por parte del gobierno provincial. Es que hasta ahora, los jefes comunales, en su buena sintonía con el Ejecutivo bonaerense jugaron un rol clave para que se aprobaran algunas leyes, que si fuera por el ala política que conduce a la oposición pero no tiene cargo hubiese demorado más. 

“No nos tiran un centro y los intendentes dieron el ok para que nos pusiéramos más duros”, dijo el mismo legislador, que celebró esta jugada. ¿Se quebró algo entre los jefes comunales y el ejecutivo? Todavía no, pero los alcaldes reclaman, a través de los legisladores, el cumplimiento de un compromiso anterior.

Una de las cuestiones que dilató el tratamiento proyecto  es que no se liberaron los 2.000 millones de pesos que el Gobierno se había comprometido a destinar al Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), cuando se consensuó en la Legislatura la ampliación del Presupuesto 2019 con la autorización para endeudarse por 66.000 millones de pesos. El Ejecutivo aduce que no hubo tal reparto porque esos créditos no se tomaron, por el alto costo de las tasas de interés; y que por tal motivo tampoco tomó los 2.000 millones que debieran ir a los municipios.

“Ellos dicen que como no tomaron deuda el FIM de 2.000 millones no corre, y nosotros decimos que ese FIM fue en el marco de que le dimos el endeudamiento y le dimos la Ley Fiscal Impositiva”, se quejó un legislador de Juntos por el Cambio.

La discusión por esos recursos se coló en la negociación: el bloque amarillo pide que se respete aquel acuerdo y que , además, se agregue una nueva partida para el Fondo de Infraestructura con el nuevo endeudamiento. El oficialismo, en tanto, desestima ese reclamo y ofrece otra vez 2.000 millones, a salir de los fondos que se adquieran mediante la nueva autorización. En Juntos por el Cambio insisten en que son dos cosas distintas, y que por la nueva ley se debe agregar dinero a ese monto de 2.000 millones, aunque todavía ni siquiera se abrió la discusión de qué porcentaje de la toma sería destinada a ese fin.

Deuda condonada

El dinero que la Provincia le prestó a los municipios durante la crisis sanitaria por el coronavirus es otro de los puntos de conflicto. En el proyecto de endeudamiento, el Ejecutivo extiende el plazo para la devolución de esos recursos, que antes era de un año y el nuevo texto propone que sean pagaderos en 18 cuotas desde el 1 de enero de 2021. Pero en Juntos por el Cambio piden que directamente se condone esa deuda. 

La oposición dice que “el Gobernador recibió plata del gobierno nacional sin devolución y se la dio a los municipios en créditos”, por lo tanto la propuesta es que esa plata quede girada como si fuera un Adelanto del Tesoro Provincial (ATP), que no tiene devolución.

Ante esa petición el Frente de Todos hizo una contraoferta: que en el texto de la ley quede como vino redactado, es decir con un plazo de devolución de 18 meses, y que cuando se discuta el Presupuesto 2021 se vea la posibilidad de efectuar la condonación total. Es un punto en el que el acuerdo parece más cercano.

Reasignaciones y obras en carpeta

En el articulado de la nueva normativa, el Ejecutivo pide facultades para reasignar partidas destinadas a diferentes obras en ejecución y con ellas atender cuestiones relacionadas a la pandemia. En este aspecto, la oposición solicita información sobre cuáles serán los proyectos que se verán afectados y hacia dónde irá el dinero que les sacará. 

Por caso, se sabe que habrá parte de los fondos del dragado y saneamiento del Río salado que se destinará a la construcción de viviendas, pero no se les ha informado a los legisladores cuántas son las casas que se van a construir y dónde.

Por otra parte, desde Juntos por el Cambio y Cambio Federal piden un detalle de las obras que se harán con los 500 millones de dólares que se solicitarán a los organismos crediticios, que en este caso sólo liberan el dinero contra el proyecto que van a financiar. Desde ese punto, en el Frente de Todos se defienden con un argumento válido ante los embates opositores de que no darán un cheque en blanco. “El dinero que llega por esta vía está afectado a obras y no se puede reasignar a otro destino”, dicen en el oficialismo.

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