Por una energía limpia

Por una energía limpia

El Gobierno de Córdoba, con buen tino, aspira a que en un plazo razonable la mitad de la energía que se destina al calentamiento de agua en toda la provincia provenga de esta fuente.

 

Una ley provincial, aprobada hace poco, establece beneficios fiscales y financieros para quienes instalen termotanques solares. Es una buena manera de favorecer la adopción de fuentes renovables de energía.

No sólo no contaminan el medio ambiente; además, resultan económicas en el mediano y largo plazo. La inversión inicial puede resultar alta, pero se recupera en un plazo de entre dos y cinco años. Si se tiene en cuenta que su vida útil puede superar los 15 años, la diferencia es grande.

El Gobierno de Córdoba, con buen tino, aspira a que en un plazo razonable la mitad de la energía que se destina al calentamiento de agua en toda la provincia provenga de esta fuente.

Fuertes incentivos por ley para el uso de termotanques solares

En consecuencia, el plan contempla que los nuevos edificios públicos y los planes de viviendas que se habiliten a futuro dispongan de termotanques solares, al menos en un 50 por ciento de los casos. Para los ya existentes, la reglamentación de la ley deberá fijar un cronograma de adecuación. La cuota del 50 por ciento como piso también regirá para emprendimientos privados no residenciales. Por ejemplo: hoteles, gimnasios, clínicas, lavanderías y establecimientos gastronómicos.

Para favorecer la consecución del objetivo, se propusieron los incentivos fiscales y unos préstamos blandos a cargo del Banco de Córdoba, que creó una línea especial de créditos para este fin hace un par de años.

Como el programa es tan interesante y tendrá un impacto ambiental positivo, vale pedirle al Gobierno que reglamente la ley lo antes posible. Los plazos fijados le permiten estirarse hasta mayo del año próximo.

Con un importante consenso para la confección y aprobación de la ley, con el apoyo del Consejo Asesor de Políticas Energéticas, lo lógico sería que la reglamentación demande poco tiempo. Hubo un suficiente y enriquecedor debate previo.

A modo de contraejemplo, vale recordar que el Gobierno provincial aún le debe a la sociedad el marco legal específico requerido por la generación de energía distribuida para que los consumidores que lo deseen, tras la instalación de paneles solares, puedan convertirse en productores.

El país cuenta con una ley nacional desde 2017. El mecanismo ya funciona en varias partes del mundo: requiere de un medidor de “doble vía”, para registrar lo que se consume y el excedente que cada productor particular vuelca en el sistema público.

Todo parece indicar que el alto número de cooperativas eléctricas que operan en el interior provincial son la principal traba. Pero la ley es necesaria por los mismos motivos por los que ahora se promueve el uso de los termotanques solares. Entonces, cuanto antes sea reglamentada, mejor para todos.

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