La CGT, entre presiones internas y externas

La CGT, entre presiones internas y externas

Las organizaciones sociales llamaron a "reventar la plaza el 22", el día que se convocó a una movilización gremial. Pero 'Los Gordos' evalúan bajarle las expectativas para evitar ser sobrepasados como sucedió en marzo pasado.

La CGT está enmarañada: no sólo por conflictos internos sino también por presión externa. Por ejemplo ayer uno de los líderes de las organizaciones sociales, Esteban Castro, llamó a "reventar la plaza el 22" de agosto, día para el que convocó a una movilización la Central obrera. Fue en el acto de cierre de ayer en Plaza de Mayo en el que las "Orgas" pidieron por la Emergencia Alimentaria. Este torniquete verbal cayó muy mal en unos cuantos dirigentes, del ala dialoguista y más conservadora.

Por el contrario esos mismos sectores, es decir "Los Gordos" e "Independientes", lejos de estar pensando en una voluminosa marcha para el 22 están apuntando a "bajarle las expectativas". Sobrevuela también la intención de que se podría frenar, pero sería difícil llegar a un acuerdo entre todos los sectores cuando ya fue anunciado.

Justamente de todo esto hablaron esta tarde y noche varios gremios que no huelen a moyanismo. Por ejemplo la UOM y Sanidad por nombrar algunos sindicatos de peso que afilian a decenas de miles de trabajadores. Más lejos está la idea de llamar a un paro: reconocen falencias en la economía que se traduce en suspensiones y despidos y cierto freno en varios sectores, pero "no vemos que no haya una agenda de reclamos que no se haya cumplido".

La CGT sabe que si el 22 se moviliza a la Plaza de Mayo, como se comprometió públicamente, con acto de cierre incluido podría repetirse la figura del 7 marzo cuando los dirigentes fueron corridos por facciones kirchneristas. Las organizaciones sociales querrían escuchar a una CGT endureciéndose con una huelga. "Para ellos es gratis pedir un paro, pero para un trabajador en relación de dependencia es caro", comentan por el sector de "Los Gordos".

El mensaje no es solo para las organizaciones sociales sino también para el moyanismo: es que el triunviro de ese sector, Juan Carlos Schmid, viene arengando no solo la movilización del 22 sino que, en una reunión en la sede de la CTEP el viernes pasado, se animó a decir que la CGT convocará a un paro el día de la marcha del 22. A su vez, su coequiper, Pablo Moyano, viene fogoneando para que, post elecciones, se unifique la CGT en cabeza de un solo conductor.

Para "Los Gordos" es un hecho que el Triunvirato actual, en manos de Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, continúe y consideran a "las actitudes de Pablo Moyano como un atropello".

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