Antes de la pandemia, los números de la Argentina ya eran preocupantes: el último año, el PBI cayó 2,1 por ciento, y se registró una contracción sostenida del poder adquisitivo y de la industria local. En ese marco, muchos esperaban el anuncio de mayores facilidades para invertir en el sector de la innovación, uno de los que más divisas y empleo de calidad aporta al país.

Sin embargo, las medidas que frenaron la inscripción de las SAS y pusieron en pausa la Ley de Economía del Conocimiento generaron incertidumbre y un descontento entre los referentes del mundo emprendedor. Sobre llovido, mojado: la cuarentena obligatoria paralizó la actividad y promete un 2020 muy duro en términos económicos.

Si bien la Ciudad de Buenos Aires se aboca casi totalmente a la contención de la pandemia, el gobierno de Horario Rodríguez Larreta mantiene sus planes para seguir impulsando su ecosistema. Concretamente, para que proliferen las iniciativas que permitan consolidarla como el gran hub innovador.

Esto se funda en que la Industria del Conocimiento aparece como una clave para la Argentina postcuarentena:

a) Es una gran demandante de empleo de alta calidad, con sueldos y beneficios por encima de la media

b) Es generadora de ingresos en divisa dura por su orientación exportadora, por lo que puede "inmunizarse" contra la coyuntura local

c) Fue el sector que más rápido se movió hacia el home office, por lo que no se paralizará completamente en caso de futuras medidas de aislamiento 

"Emprender en Buenos Aires tiene que ser la mejor opción y ser una referencia local y a nivel regional. Tenemos que mantener el rumbo, a pesar de que las reglas de juego todavía no estén claras", señala Juan Pedro Córica, director de la Dirección General de Emprendedores porteña.

En diálogo con iProUP, el funcionario de la entidad que trabaja bajo la órbita de Horacio Rodríguez Larreta y forma parte del nuevo Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, comandado por José Luis Giusti, revela a iProUP los planes oficiales, los objetivos a consolidar en 2020 y el contexto que rodea la relación con la nueva administración.

El camino del emprendedor consta de varias etapas: desde la concepción de la idea, el primer prototipo, la presentación a posibles inversores hasta la consolidación del negocio. 

Con este trayecto en mente, desde el GCBA buscan asistir en las instancias más embrionarias, porque consideran que el apoyo gubernamental debe aportar valor en los momentos más riesgosos de los emprendimientos.

"No somos el centro del ecosistema sino un actor que busca potenciar a las empresas. Tenemos que ayudar a generar mejores condiciones", explica Córica. Además, destaca que se busca una profunda integración del sistema público-privado.

En este sentido, todo el trabajo de la Dirección General de Emprendedores se articula en tres ejes:

- Formación: incluye programas de orientación, relacionamiento con instituciones educativas y generación de conocimiento emprendedor

- Fortalecimiento: hace hincapié en un trabajo de mentorías, incubación y aceleración de proyectos para asistir en su maduración

- Promoción: fomentan concursos para que las personas se animen a emprender

Para el 2020, los fondos se repartirán de la siguiente forma: 20% en formación, 62% en fortalecimiento y 18% en promoción.

Dentro de cada una de estas aristas habrá distintos programas a los que apuesta el Gobierno porteño para consolidar al sector. Uno de los más destacados va a ser AcademiaBA Emprende. 

Con 11 ediciones consecutivas, su objetivo es apalancar el desarrollo de habilidades emprendedoras a través de clases, en formato virtual y presencial.

"A partir de este año, el online funcionará como un e-learning. De forma gratuita, los inscriptos tendrán material audiovisual y tests para certificar lo que van aprendiendo", anticioa Córica. En 2019, el formato presencial tuvo lugar en 40 sedes, más de 100 cursos y pasaron 2.200 personas.

Por otro lado, desde la entidad apuntan a que en 2020 se consolide su sistema de incubadoras, en momentos en que la economía no favorece a las iniciativas más arriesgadas.

"Buenos Aires perdió incubadoras porque es un modelo difícil de sostener y muy riesgoso. Entonces, una estrategia como la nuestra, que mejora los indicadores y tiene un impacto muy fuerte, busca hacer crecer a todo el sector", afirma el funcionario.

Para eso, a partir de marzo habrá una convocatoria para la 13° edición del programa IncuBAte: se seleccionarán proyectos y se los asistirá para que se consoliden. 

Hasta ahora, en cada llamado se presentaban un aproximado de 450 iniciativas y quedaban 30, es decir menos del 10%. A partir de este año, el modelo apunta a reinventarse y a unirse a proyectos privados que ya están en funcionamiento, además de entidades educativas. 

"Habrá tres actores: entes educativos, incubadoras que ayuden con fondeo y mentoreo y nosotros, que aportaremos dinero y know how", anticipa Córica. Se armarán 5 incubadoras y la meta es llegar a 2023 con 200 proyectos impulsados por año: "Queremos que Buenos Aires tenga los mejores emprendimientos de la región".

Cuestión de educación

¿Pero qué rol cumple el GCBA respecto a la educación emprendedora? Para Córica, desde su gestión se aportarán herramientas al sistema tradicional y, en un futuro cercano, se incorporarán habilidades emprendedoras de forma definitiva a la currícula de los colegios y universidades.

"Esta vinculación tiene mucho sentido y hay elementos que pueden añadirse en todos los niveles. Hay estrategias simples para ordenar proyectos y tareas, la forma en la que se trabaja en la vida real. De esta manera, los participantes saldrán mejor preparados para entender a las empresas e incluso formar una propia", señala a iProUP.

En esa línea, se formó una mesa de trabajo con más de 20 universidades. Se impulsarán habilidades emprendedoras en todas las carreras. "Nuestro rol es ayudar a todos y generar un espacio en el que las personas se puedan interconectar", explica Córica. Agrega que hay vinculación cercana con ASEA, ARCAP, entre otros actores del ecosistema.

Bajo la óptica del funcionario, las universidades tienen un papel clave para el desarrollo del país: "Deben ocupar un lugar mucho más relevante del que tienen hoy. Hay una agenda en la que estas comunidades pueden aportar desde una visión más técnica"

El cambio no es sencillo, ya que el sistema educativo es uno de los más complejos, diversos y conservadores: "Es de alto impacto en toda la sociedad. En menor o mayor medida, todos pasan por ahí, entonces nosotros, desde Emprendedores, buscamos que las personas tengan más opciones al consolidar un proyecto de vida".

En busca de señales claras

Desde que asumió Alberto Fernández, el sector del emprendedurismo y los empresarios observan con mucha cautela cada uno de sus pasos. La primera decisión que encendió las alarmas fue el freno a Ley de Economía del Conocimiento. Con opiniones encontradas, se presentó el proyecto de la nueva normativa, que deberá ser discutida en el Congreso.

Recientemente se publicó una resolución que obliga a las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) a inscribirse en papel y presentar libros rubricados, medida que muchos consideran el primer paso para "matar" a esta figura.

"Las idas y vueltas con la Ley de Economía del Conocimiento fueron una primera mala señal. No se da certidumbre y eso genera grandes dudas para todos aquellos que quieren iniciar un proyecto", sentencia Córica. 

Respecto a las SAS, el sentimiento es el mismo: "No nos permite entender las reglas del juego y los emprendedores no saben con qué se van a encontrar".

El titular de Emprendedores considera que la ley, con absoluta mayoría del Congreso, tendría que haber seguido su rumbo y lanza una dura crítica a la cúpula política: "Si todos lo bloques lo aprobaron, ¿para qué revisarla de nuevo? Hay un tema ideológico que complica las cosas".

De cara a los emprendedores, el escenario es complejo. Si bien Córica destaca que "siempre existen oportunidades", hoy el escenario no es el mejor.

"El desafío es comprender las reglas y que no cambien. Lo logrado en los últimos años posicionaron a la Argentina como un referente para la región. Inclusive, Uruguay está copiando la Ley de Emprendedores. Si no podemos seguir por este camino, las empresas y emprendedores van a empezar a buscar otros lugares para invertir", advierte.

A pesar de esto, el funcionario porteño es optimista respecto al rol que cumple GCBA: "Este año debemos crecer en educación emprendedora y en incubación de empresas. La Ciudad tiene que dar señales muy firmes de que el ecosistema emprendedor sigue siendo uno de los mejores de la región y el mundo. Tenemos talento, condiciones y un gobierno que va a acompañar", concluye.