RP.- ¿Cómo era Brian y qué fue lo que sucedió?

Brian Ortega era mi hijo, un adolescente de quince años que nunca tuvo problemas de salud, estudiaba y soñaba con hacer varias cosas porque era una excelente persona. El 7 de junio del año pasado se levanta con dolor de cabeza y lo llevé a un neurólogo. Me atendió de mala manera y, a pesar que le comenté que mis otros hijos eran alérgicos al medicamento que me recomendó, me dijo que él nunca se equivocó en todos sus años de medicina, siendo esa droga de venta libre. Me dio una receta por escrito, le suministré la medicación y Brian empezó a tener una reacción alérgica, por eso se le cerraron las vías respiratorias.

RP.- ¿Y cómo actuaron luego del trágico desenlace?

Yo hice una denuncia penal porque no lo atendieron como correspondía: no le suministraron oxígeno, cortisona ni antibióticos para prevenir infecciones, porque cuando ocurre una reacción de este tipo, a cualquier persona le bajan las defensas. Le hicieron una placa, encontraron que lo atacó una neumonía y nadie hizo nada. Mi hijo empezó a escupir sangre y lo dejaron morir.

RP.- ¿De qué hospital estamos hablando?

Estoy hablando del hospital Cecilia Grierson, Presidente Perón, de Guernica, nunca se hicieron cargo y yo sigo buscando respuestas. A esto se suma que fuimos al cementerio a visitarlo y nos encontramos con la tumba de mi hijo vacía. Fui a la fiscalía a preguntar qué pasó, supuestamente sería para realizar la autopsia, pero todavía no tenemos respuestas.

RP.- ¿No puede ser una resultante por la denuncia que usted hizo?

Eso fue lo que me dijeron ellos en noviembre, pero agregaron que no tenían por qué decirme que retiraban el cuerpo porque dependía de la Justicia. Sinceramente no sé qué pensar porque no había registros de nada a pesar que se pudieron rescatar algunas pruebas.

RP.- ¿Sabe el nombre del médico?

Mario Germán Callahuara, es neurólogo, trabaja en dos clínicas privadas y en el hospital Cecilia Grierson. Necesito llegar a los medios porque en este caso es mi hijo, pero puede pasarle a cualquiera. Tengo todas las pruebas de lo que estoy diciendo, sobre todo que me negaron el traslado y una mejor atención.

RP.- ¿Pudo hablar con el intendente?

Sí, sabe de la situación, me recibió, hizo promesas pero no hay respuestas. Quiero justicia y que la muerte de mi hijo no sea en vano. Muchas personas pueden pasar por lo mismo si nos quedamos quietos.