Un joven de 25 años fue asesinado ayer a la tarde luego de recibir un certero balazo en el tórax durante un asalto callejero en barrio Ciudad de los Cuartetos, en la periferia nordeste de la ciudad de Córdoba. El muchacho acababa de bajarse junto con su hermano menor de un colectivo del transporte urbano, cuando fueron abordados por al menos dos delincuentes que les exigieron el dinero y pertenencias que llevaban encima.

Los asesinos lograron escapar y la Policía hasta anoche no había podido dar con ellos.

Con el asesinato ocurrido ayer, ya son dos las víctimas fatales en episodios de robos callejeros ocurridos en los últimos cuatro días en la ciudad de Córdoba. La anterior víctima había sido un muchacho que fue prácticamente fusilado de dos balazos, el jueves en barrio San Fernando, al resistirse a un robo a manos de ladrones que escaparon en una motocicleta.

Ahora, la nueva víctima de la inseguridad que azota en Córdoba fue identificada como César Vergaray, quien tenía 25 años y vivía en barrio General Paz, en la misma Capital

Como si la muerte de este muchacho no fuera lo suficientemente seria, las circunstancias del episodio la tornan aún más dramática: los dos hermanos se habían quedado dormidos en el colectivo cuando volvían a su casa, confiaron fuentes policiales, quienes indicaron que decidieron esperar otro ómnibus que los acercara al barrio, momento en el cual fueron abordados por los delincuentes.

Si bien el caso sucedió ayer a las 15, se conoció a la noche.

Asalto y balazo

César Vergaray y su hermano Edwin, de 24 años, iban ayer a las 15 en una unidad del nuevo sistema de transporte urbano, de regreso a su hogar en el barrio General Paz.

“Los dos pibes iban sentados en el colectivo, no tenemos claro de dónde, y se quedaron dormidos. Cuando se despertaron, ya estaban bien lejos de casa, en inmediaciones del barrio Ciudad de los Cuartetos”, indicó un vocero de la Policía. “Se bajaron y, tras preguntar, decidieron esperar otro colectivo que los acercara a casa”, añadió.

De acuerdo a esa reconstrucción, los hermanos fueron abordados por al menos dos delincuentes que iban armados, a la altura de la manzana 40, de ese barrio próximo a Circunvalación y Rancagua. No está claro si los ladrones iban a pie o en una motocicleta.

Lo que sí se sabe es que sacaron por lo menos un arma de fuego y encañonaron a sus víctimas, exigiéndoles el dinero que llevaban encima y sus celulares. Tampoco está precisado si las víctimas se resistieron o qué sucedió. Lo concreto es que uno de los delincuentes le efectuó un disparo, desde corta distancia, al mayor de los hermanos, luego de lo cual huyó con su cómplice.

César quedó tirado en la calle con el impacto en el tórax. Su hermano, desesperado, comenzó a pedir ayuda a los gritos. Así fue que un vecino dio aviso al puesto policial de la barriada, desde donde se alertó a móviles del CAP para que fueran a auxiliar a las víctimas.

Así fue que el muchacho fue trasladado al Hospital Córdoba, donde falleció a los pocos minutos, indicaron las fuentes, pese al intento de los médicos por mantenerlo con vida.

El operativo desplegado por la Policía en el sector no permitió dar con los autores del crimen. El caso recayó en manos del Departamento Homicidios, cuyos pesquisas anoche trataban de obtener algún dato que permitiera allanar el camino de la identificación de los asaltantes. La búsqueda, hasta el cierre de esta edición, no había dado resultados.

Otra víctima fatal tras robo

El pasado jueves, también a plena luz del día, otro joven fue asesinado de dos balazos por delincuentes armados que quisieron robarle el celular y el automóvil, en la Capital.

La víctima de aquel episodio fue Luis Sosa, un chofer de colectivos de 29 años, quien fue abordado por tres ladrones que iban en moto y que lo abordaron cuando cargaba bolsos en su Fiat Punto, frente a la casa de su novia. La pareja tenía pensado casarse en poco tiempo. Aquel jueves, estaban por irse al campo, de vacaciones.

Sosa fue encañonado por los ladrones y, en esas circunstancias, recibió dos disparos. Primero, en el tórax. Pese a estar herido, habría querido perseguir a los ladrones cuando huían. Fue entonces que uno de ellos se dio vuelta, volvió a tirar y lo remató de un balazo directo a la cabeza.

Si bien hubo tres demorados por patrullas policiales, no se trataría de los homicidas.