Estacioneros rechazan la iniciativa de aumentar salarios por decreto

Estacioneros rechazan la iniciativa de aumentar salarios por decreto

Advierten que un expendedor pyme no está en condiciones de asumir nuevos incrementos de sueldos para sus trabajadores, más allá de lo que el Gobierno nacional hay acordado con los sindicatos del sector privado.

Días atrás, cerca de 20 dirigentes sindicales se reunieron en la Casa Rosada con Santiago Cafiero (Jefe de Gabinete), Matías Kulfas (Ministro de Producción), Claudio Moroni (Ministro de Trabajo) y Gustavo Béliz (Planeamiento Estratégico) y acordaron decretar un aumento  para los sueldos más bajos del sector privado.

Si bien no hubo certezas por parte del Sindicato de Estaciones de Servicio acerca del alcance de este pre acuerdo para los empleados del rubro estacionero, uno de los líderes gremiales presentes en ese encuentro fue Carlos Acuña, quien además es Secretario General de la CGT.

Consultado por surtidores.com.ar, al respecto, el propietario de Estaciones de Servicio y Abogado Tributarista, Martín Matzkin, explicó que los salarios se deben medir de acuerdo a ciertos parámetros objetivos, como lo son en la microeconomía, en lo relacionado con la real posibilidad de que el empleador pueda sufragar el mismo, o en este caso, el mayor costo, producido por un aumento.

“En el aspecto, macroeconómico, los salarios deben calcularse respecto de la productividad y del Producto Bruto Interno, con lo cual, una escala de sueldos, puede no tener el nivel de 2008 ni la capacidad adquisitiva de 1947, como ni siquiera la del año 1974 cuando empezaron a medirse oficialmente”, recalcó el especialista en Derecho del Petróleo y Gas Natural.

Con las circunstancias actuales, dijo que “no tenemos que pensar en las correlaciones con respecto al pasado, sino en la única realidad que muestra que las Estaciones de Servicio están en imposibilidad de condiciones de asumir una nueva alza del costo laboral, porque elevará además las cargas sociales, con los escasos márgenes de rentabilidad que desde hace más de 5 años sufre el sector comercializador minorista de combustibles”, asestó.

Comparó el actual sueldo de un playero, que ronda los 40 mil pesos y que con el último incremento pautado en las paritarias del año que termina, llegará a 44 mil pesos, cifra que a su entender, “supera lo que gana mensualmente un médico de un hospital público o un empleado del Poder Judicial”.

Lejos de invalidar el profesionalismo del trabajador de Estaciones de Servicio, el cual, se perfecciona constantemente a través de las capacitaciones y experiencia adquirida, el empresario quiso dejar en claro que a pesar de este monto, se dan dos fenómenos negativos.

En primer lugar que el empleador está en el límite de no poder asumir los costos y en peligro de cierre permanente de su negocio y por otra parte, el empleado que sin perjuicio de la cifra que remunera su trabajo cotidiano, no le alcanza para sostener los gastos básicos de una familia tipo.

Finalmente afirmó que “los estacioneros no tenemos margen de rentabilidad neta y en el caso de la rentabilidad en bruto, este es cada vez más exiguo, lo que produjo reducciones en la cantidad de puestos de trabajo con el pasar de los años y llegar en algunos casos del interior del país a eliminar la atención nocturna para ahorrar sueldos”.

Aseveró que “aumentar salarios por decreto representa una teoría económica que ya falló en numerosas oportunidades, porque a la hora de ejecutarla, la caja de cada boca de expendio no asegura el cumplimiento de dicha meta”.

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