- Participaste de Tandil Debate, ¿Cómo fue la experiencia?

Fue una experiencia maravillosa y sobre todo necesaria. Fue necesaria para los candidatos y para los vecinos.

La posibilidad de compartir el mismo escenario con los adversarios, uno de los cuales es intendente hace 16 años, es una posibilidad interesante para la gente.

Para nosotros fue una oportunidad muy buena, porque venimos de años de preparación, con equipos técnicos, de propuestas, construyendo para Tandil un enfoque propio del Siglo XXI y era una oportunidad para contarles todas las cosas a los vecinos.

Uno de mis tantos defectos es mi falta de capacidad de síntesis, así que  me quedé con muchas ganas de contar muchísimas cosas más. Pero creo que nos sentimos todos muy cómodos, estuvieron muy bien todos. Es interesante la posibilidad de la multiplataforma, a partir de lo que logró el Sindicato de Trabajadores de Prensa con la Universidad de abrirlo a todos los medios de la ciudad. Eso marca un camino que no habría que retroceder.

 

- Dijiste en la campaña de las PASO, con respecto a anteriores, que la gran diferencia es que ahora te conocían. Pasaron las PASO, con un resultado sorpresivo. ¿Cómo te sentís en esta parte con esos números y la presencia entre la gente?

Me siento muy feliz. Tengo un enorme agradecimiento al conjunto de los vecinos de Tandil por el cariño, la calidez y el respeto con que fui tratado por todos, independientemente de la decisión que adopten en el cuarto oscuro. Ahí hay un capital ganado por un equipo de trabajo que hace mucho que venimos preparándonos, madurando, asumiendo el desafío, entendiendo que no nos la sabemos todas, la clave está en abrirse a aquellos que saben.

Fue una experiencia muy rica y el resultado, más allá de lo que pase el domingo, es habernos ganado el respeto de nuestros vecinos, que saben que estamos preparados, que nos mueve la buena fe, la vocación de servicio y el amor por Tandil.

- Del otro lado se viene usando hace tiempo la palabra "cambio", pero acá en Tandil es diferente, siendo que cambiar sería otra cosa

Cuando hablamos en esta campaña de una nueva oportunidad para Tandil, es porque entendemos que la ciudad está buscando brindarse esa oportunidad a sí misma. Esto tiene que ver precisamente con que luego de un gobierno de 16 años de ejercicio ininterrumpido del poder, que ha tenido aciertos, le ocurre lo que le pasaría a cualquiera, empieza notarse el desgaste y la perdida de iniciativa, la incapacidad de reconocer los problemas nuevos de un mundo que cambia y requiere de una generación que esté mirando con los ojos puestos en los desafíos del Siglo XXI.

Decía en el Debate que la gestión de Lunghi, al llevar tanto tiempo, es como un laboratorio social a cielo abierto. Después de tanto tiempo se puede caracterizar con bastante acierto a esa gestión y observar el cansancio. Junto con eso, el encerrarse en sí mismo, que se notó en los últimos años en el gobierno local. Eso tiene como consecuencia negativa dejar de escuchar a la gente, así no podes conocer cuáles son sus problemas, no podés encontrar soluciones.

Esta es una oportunidad por discernir el respeto y el cariño que muchos tandilenses sienten por el doctor Lunghi, no los obliga a votarlo toda la vida. La ciudad necesita ser mirada con los ojos de nuestros hijos, los ojos del futuro con los que hay que construir en el presente.

- Hablás de una nueva generación. Algo que marcó bastante a tu espacio fue la participación de jóvenes, se nota en las redes, por ejemplo

Me emociona muchísimo, es de las cosas que me moviliza. Ver chicas que después de una charla en un colegio, que ni siquiera tienen edad de votar, se acercan y dicen que quieren participar porque entienden que Tandil merece otra cosa.

Pensá que toda la generación de votantes que van a debutar en esta elección, que tienen 16 años, cuando nacieron, uno de los candidatos ya era intendente. Es decir, toda su vida. Para esos pibes está la necesidad de cambiar algo. Para ellos pareciera que viene en el combo: Tandil es las sierras, el queso, los salamines y Lunghi. En realidad, no es así.

Todo ciclo tiene su comienzo y su cierre, y creo que estamos a las puertas del cierre de un ciclo político. Que más allá de la bisagra que pueda significar las elecciones del domingo, es algo más complejo.

- Algo que se dio en la campaña, tanto a nivel nacional como local, y que se remarcó del Frente de Todos, es que los oficialismos salieron a mostrar un montón de cosas que pudieron haber hecho antes. En el Debate, por ejemplo, fueron las piletas del CEF y la vivienda.

Vemos que en este tramo final de la campaña, definitivamente se han desnudado ciertas falencias de la gestión actual. Que 31 días antes de las elecciones, el intendente anuncie la licitación para comprar macizos de tierra para subdividir con la ley de hábitat, cuando no lo hizo en 16 años... honestamente, es tomar por tontos a los tandilenses, que de tontos no tienen un pelo.

Mismo en el debate, me sorprendí en más de una ocasión con el doctor Lunghi haciendo anuncios de cosas que va a firmar la semana que viene, con un gobierno que se está yendo.

Cualquiera con un poco de sentido común, sabe que eso cae en saco roto. Son intentos por no perder en un eje tan importante como el de acceso al suelo y vivienda, que es una cuenta pendiente con todos los tandilenses de trabajo, que no pueden ni siquiera soñar a un lote con servicios. Se ha corrido de la cancha del mercado inmobiliario un actor fundamental, que es el Estado Municipal. Lunghi eligió mirar el partido desde la platea.

Lunghi repitió como un mantra durante 16 años, que un Municipio no puede encarar políticas de suelo y vivienda, en un momento casi nos convence, porque además fue consecuente. Hasta que empezamos a conocer las experiencias de otros lugares. Se puede y nosotros vamos a hacerlo.

- Encontraron en la campaña nuevas formas de presentarse, nuevas maneras de comunicarlo, formatos poco tradicionales

Nuestra campaña estuvo signada por las propuestas, eso fue una decisión, aprovechar este tiempo de dialogo con los tandilenses para que nos conozcan y conozcan nuestra mirada. No perdimos tiempo en otra cosa, no hubo agravios, no nos dedicamos a la crítica.

En segundo lugar, los formatos cambiaron, tienen que ver con una cuestión generacional. No son los formatos que vienen, llegaron hace rato. Al ser nosotros parte de una generación nueva, hemos hecho un uso muy provechoso de esos formatos, dándole una estética ordenada a la campaña, con iniciativas creativas, haciendo uso de las piezas audiovisuales y las redes sociales con objetivos claros, nunca nos corrimos de ahí. Siempre supimos lo que queríamos hacer y la campaña nos fue reafirmando en ese camino que habíamos imaginado al inicio.

También, fue haber logrado la unidad, que es lo que nos venían pidiendo hace años. Que dejemos de pelear, que pensemos en los problemas de la gente. Logramos saldar eso con la unidad, no solo del peronismo, sino con otras fuerzas que comparten la visión de la ciudad y el país. Eso también tuvo su rédito en la campaña.

Estamos muy contentos con lo hecho.

- Este miércoles realizarán el cierre de campaña en la Estación de Ferrocarril, bajo el título de "Fiesta", ¿Por qué esa decisión?

Por tres razones.

Si bien somos plenamente que los argentinos no estamos para fiestas, la situación es altamente angustiante, estamos a las puertas de revertirlo. Ahí radica una gran diferencia cion Lunghi, que cree que lo mejor que nos puede pasar a los tandilenses estos cuatro años se llama Mauricio Macri.

Segundo, porque como decía Jauretche: "los pueblos tristes no vencen". Haber encarado este proceso desde la convicción de trabajar para y por los demás, tiene que ser algo que debe hacerse con alegría.

En tercer lugar, porque a nosotros, los candidatos, militantes, equipos y quienes vienen trabajando en esta campaña agotadora; nos merecemos un mimo a nosotros mismos, abrazarnos, celebrar un rato y bailar. Estamos convencidos que hemos hecho las cosas muy bien, hemos estado a la altura de las circunstancias y solo resta el domingo estar muy despiertos con todos nuestros fiscales para cuidar los votos de los tandilenses.