Aún cuando la actividad del Ministerio de Educación es mucho menos "caliente" que la de otras carteras críticas -como Hacienda o Seguridad, siempre en el ojo de la tormenta-, el 2016 fue un año fuerte para Esteban Bullrich y su equipo.

Una de las medidas más notables fue que el Consejo Federal de Educación pasó a ser realmente federal: sus reuniones se trasladaron a las provincias. En total, a lo largo del año, se llevaron a cabo diez. En la de Purmamarca se firmó un acuerdo donde los ministros de educación de las provincias sentaron las bases para el trabajo del año.

/>El operativo Aprender fue, de todas las medidas de Educación, la que causó más polémica. Una megaevaluación que involucró a 1.400.000 alumnos de todo el país fue cuestionada por sectores sindicales, pero defendida a capa y espada por el gobierno, desde la premisa de que, para poder corregir errores y crecer, primero hay que poder evaluar. La descalificación de Argentina de las pruebas Pisa, por sospechas de que las cifras podrían no ser confiables, acentuó la necesidad de diagnosticar el sistema de forma eficaz.

A lo largo del año, se construyeron en todo el país tres mil jardines de infantes, se hicieron obras de remodelación en el CeNARD y se decidió un programa de apoyo a los clubes de barrio que involucró la devolución de un 40% de la tarifa eléctrica.

Además, se llegó a un nuevo acuerdo paritario y se decidió el aumento del salario mínimo docente, que pasó de $ 5.600 en diciembre de 2015 a $ 9.072 en diciembre de este año.