Ezeiza: esta vez los problemas fueron por un paro en LAN

Ezeiza: esta vez los problemas fueron por un paro en LAN
Se cancelaron cinco partidas, hubo reprogramaciones y en la Terminal C lograron regularizar los vuelos. El secretario de Transporte , Juan Pablo Schiavi, volvió a reconocer una “evaluación errónea”. Luego, con menos vuelos, la situación se normalizó

El nuevo esquema de vuelos de cabotaje que se puso en marcha el domingo para que Ezeiza empezara lentamente a regularizar sus operaciones quedó, otra vez, superado. Esta vez, los vuelos nacionales y regionales de LAN Argentina que debían partir desde la Terminal A del aeropuerto registraban cancelaciones y demoras a raíz de un sorpresivo paro de tripulantes de esa línea aérea. En total hubo cinco vuelos cancelados y el resto debió ser reprogramado durante el resto del día. A la tarde, los vuelos de cabotaje y regionales de Aerolíneas Argentinas empezaban a funcionar regularmente, tras la reducción del 40% de los viajes. El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, reconoció que hubo problemas de ajuste y una evaluación errónea de la cantidad de vuelos domésticos que fueron trasladados al aeropuerto internacional por el cierre por obras del Aeroparque.

El paro de los empleados representados por la Asociación de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Empresas Aerocomerciales (ATCPEA) sorprendió a los pasajeros de LAN Argentina que debían partir muy temprano desde la terminal A. La medida, que habría surgido por una interna con un sindicato rival, se conoció a las 5 y causó un nuevo revuelo en Ezeiza. Según explicó Paula Marconi, delegada y representante de los trabajadores en conflicto, la protesta fue porque “la empresa quiere negociar con la Asociación Argentina de Aeronavegantes, que no tiene como afiliados a tripulantes de cabina que trabajan en LAN”.

Como consecuencia del paro, cinco vuelos debieron ser cancelados: San Pablo, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Tucumán. La decisión, que fue suspendida a media mañana luego de que el Ministerio de Trabajo dictara la conciliación obligatoria, provocó malestar entre los pasajeros, que debieron aceptar un cambio de día o de ruta para volar, o la devolución del dinero.

Los demás vuelos programados también sufrieron demoras, que en algunos casos llegaron a ser de cuatro horas. Hubo esperas para Bariloche, Iguazú, Salta, Ushuaia- El Calafate y Mendoza. Muchos de los que tenían este último destino ya venían de la cancelación de un vuelo previsto para las 7 y debieron aguardar hasta las 14 para poder volar. Fueron los que más esperaron: el resto de las partidas se resolvió entre una y dos horas después. “Debíamos subir al avión de El Calafate a las 11.35, pero ahora nos avisan que lo haremos a las 13. Igual no fue tan grave, pensamos que hasta las cuatro no nos movíamos de acá”, contó Paulina.

En la Terminal C, que fue habilitada el miércoles por la noche para recibir las operaciones de cabotaje de Aerolíneas, la postal fue bastante distinta a la que se vivió el jueves, viernes y sábado: allí, la reducción del 40% de los vuelos anunciada tras una reunión de emergencia ayudó a que los vuelos empezaran a operar con cierta normalidad, aunque con algunas excepciones con partidas que tenían como destinos a Córdoba y El Calafate. El primero ya había sido cancelado el domingo y ayer sufrió varias postergaciones. Con mucha bronca, Claudio García explicó que la última promesa situaba la partida para las 21. Pero para eso todavía debía sumar otras seis horas de espera . El destino del Sur, en cambio, se complicó por la sobreventa, según contó David Garnica, un español recién llegado de Madrid. A cambio, Aerolíneas le ofreció hospedaje y le prometió una respuesta para hoy.

Pese a estos inconvenientes reiterados desde el jueves, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, declaró: “Hace dos días que no tenemos cancelaciones y estamos operando con las demoras normales de cualquier línea aérea”. Algunos intentaron pedirle explicaciones a Schiavi, que llegó a Ezeiza cerca de las 15 para otra reunión con el comité de emergencia. Allí, el secretario de Transporte de la Nación volvió a reconocer que el traspaso de Aeroparque “se evaluó mal” y que incluso “hubo problemas de ajuste”, y precisó que el nuevo esquema de reducción de vuelos “va a continuar hasta el viernes ”. Antes de irse, calificó de “canallesca” la afirmación de Mauricio Macri, quien relacionó el problema que hubo en Ezeiza con la estatización de Aerolíneas, y agregó que “está dispuesto a ir al Congreso” a dar los informes si los legisladores se lo piden.

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