Fabricantes de no alcohólicas advierten que hay 7 mil empleos en riesgo

Fabricantes de no alcohólicas advierten que hay 7 mil empleos en riesgo

La Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (CADIBSA) cuestionó por “distorsiva” la suba del gravamen sobre las bebidas sin alcohol con azúcar agregada.

Las empresas productoras de bebidas sin alcohol denunciaron que la suba de la presión impositiva impulsada por el Gobierno es “distorsiva” y advirtieron que podría generar una sangría de 7.000 empleos en toda la cadena del sector.

Así lo advirtió la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (CADIBSA) al cuestionar el reciente anuncio de modificación de las alícuotas del impuesto interno a las bebidas sin alcohol con azúcar agregada.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, defendió en tanto este mismo miércoles el anuncio de la suba de las alícuotas para las bebidas azucaradas de entre del actual entre 4% y 8% hasta el 17%, en el marco de la reforma tributaria nacional. El argumento del ministro está en que estas bebidas son consideradas “no saludables” para la población y tienen costos para los consumidores y para la sociedad, porque demandan un mayor gasto en Salud Pública.

“Un impuesto de estas características resulta distorsivo y discriminatorio, ya que penaliza sólo a una categoría en particular, sin considerar otros productos que contribuyen significativamente a la ingesta diaria de azúcar”, respondió la Cámara.

Las empresas productoras de estas bebidas dicen que los desafíos de Salud Pública requieren un abordaje integral y coordinado. “Las diferentes experiencias a nivel internacional han demostrado que un impuesto sobre el sector no sólo es ineficaz sino también dañino para la economía ya que genera aumento artificial de precios, contracción en el nivel de actividad del sector y pérdida de empleo”, dicen las empresas.

Según estudios realizados en la Argentina, un incremento impositivo de esta naturaleza pondría en riesgo alrededor de 7.000 empleos en toda la cadena de valor, desde el productor agropecuario hasta el pequeño comerciante.

El 85% de las bebidas sin alcohol se vende en comercios de barrio, almacenes, quioscos y despensas y representan aproximadamente el 40% de sus ingresos. Por la elasticidad de la demanda que tiene el sector (0,91%), un mayor impuesto significaría una merma en el consumo y eso representaría menores ingresos para miles de familias, advirtió CADIBSA en un comunicado.

Por ejemplo, en el caso de México, un impuesto similar al que se está proponiendo significó el cierre de más de 30.000 pequeños comercios, y la industria estima que podría replicarse el caso en laArgentina.

En el caso particular de las bebidas sin alcohol, según el comunicado, la Argentina tiene actualmente la presión impositiva más alta de América Latina y la tercera más alta entre los países de la OCDE, sólo por debajo de Hungría y Finlandia. De cada $100 que se gastan en bebidas sin alcohol, $50 corresponden a impuestos, señalaron.

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